Cap 18

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♥♥♥♥

—Tómame —murmuró.

Pero cuando él se disponía a cumplir su deseo, sonó el timbre de la puerta.

Ambos gimieron al unísono.

—No puede ser —dijo Jamie.

—No, no puede ser —asintió ella.

Pero ambos sabían que no sería un vendedor de biblias. Sabían...

—Bella —murmuró Dakie mirando a su asistente antes de bajar los ojos hasta la maleta que había a su lado.

—No vas a creerlo. ¿Ibas a ducharte? —preguntó, al verla en bata.

—Sí. Estaba a punto de meterme en la ducha.

Bella pasó a su lado y entró en el apartamento.

—Menos mal que los pintores estaban todavía en casa cuando he llegado —murmuró.

—¿Qué ha pasado?

—¿Qué qué ha pasado? Te diré lo que ha pasado. Deben ser daltónicos. Yo les dije que quería el dormitorio de color rosa pálido.

—Rosa...

—Exactamente. Hasta les di un trozo de tela del color que quería.

—¿Y?

—¡Es salmón! Me han pintado el dormitorio de color salmón.

—¿Salmón?

—Salmón.

Jamie, vestido con pantalón vaquero y camiseta gris, salió del cuarto de invitados.

—¿Qué pasa, Bella?

—No te lo vas a creer, James

—Los pintores han pintado su dormitorio de color salmón —explicó Dakie con un suspiro.

—¿Salmón? —repitió él.

—Salmón —confirmó Bella.

—Bueno, el salmón es un color muy bonito —la animó Jamie.

—El salmón no es rosa.

—No, pero, bueno...hay cierta relación entre los dos —dijo él.

—No voy a tolerar que nadie abuse de mí, James. Normalmente soy muy amable y considerada, pero si alguien intenta engañarme, me pongo hecha una fiera. Les he exigido que vuelvan a pintarlo y les he dicho que no les pagaré ni un centavo más de lo acordado.

—¿Y han aceptado? —preguntó Jamie.

—Por supuesto —confirmó ella.

—¿Y cuánto tiempo han dicho que tardarían?

Bella se encogió de hombros.

—Sólo unas horas. Pero la habitación tiene que secarse antes de que pueda utilizarla y eso llevará al menos el fin de semana —sonrió animosa—. Podré ayudarte con las estanterías, James.

—Estupendo.

—Bueno, voy a sacar algunas cosas —se volvió hacia Dakie—. Espero que no te importe. Después de todo, pensaba quedarme aquí hasta el lunes.

—¿Importarme? No, no.

—Eres un encanto, Dakota. ¿No crees que tu hermana es una maravilla, James?

Jamie suspiró.

—Una maravilla, sí. Estoy de acuerdo.

Bella se dispuso a ponerse cómoda.

LOCAMENTE CASADOS (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora