Keeper. (Sueño)

6. Daniel

— Tienes un aspecto horrible.

Miro a Bella y ella parece preocupada.

— No pude dormir bien, solo eso.
— ¿Pasó algo?
— Nada. —Miento, mientras el profesor entra al salón.—
— Hoy tu amado si vino.

Ruedo los ojos pero igualmente veo de reojo. Max estaba hablando junto a James, y ambos sonreían.

— ¿Terminaste de leer tu libro sobre conquistar a James?
— Si, creo que me siento lista. Averigüe que es un fanático del café sin azúcar.
— ¿Cómo lo supiste?
— En la fiesta hablamos de todo.
— Sin azúcar, Iugh.

Puse atención a la clase y el profesor explicó que las notas de los trabajos sobre Hitler estaban mucho mejor. Nosotros obtuvimos la nota máxima. Bella le mostró la calificación a Max, ya que estaba al lado de James.

Al terminar la clase, Bella se arregla el cabello y da un gran suspiro.

— Ok, estoy lista.
— ¿De qué hablas?
— Invitaré a James a salir.
— ¡Qué!

Y antes de que pueda cuestionarme algo. Observo como Bella camina con aspecto de modelo hacia James.

— Hola James. —Escucho la voz de Bella muy segura y me sorprendo.—
— Hola Bella.

Me acerco a Bella y me siento en la mesa más próxima. Max está atras de James, como si fuera un guardaespaldas.

— ¿Te gustaría tomar un café conmigo?

James, Max y yo abrimos los ojos debido a la sorpresa. ¿Qué libro leyó esta loca?

— Eh, claro me encantaría. —Dice James sonriendo.— Max, Maya, ¿quieren ir?
Antes de responder, Max alza la voz. — No me gusta el café. Te veo más tarde.

Y se va. El odioso se va. Una vez más sin despedirse.

— ¿Oye tu primo tiene algún problema? —Le pregunto a James.—
— ¿Por qué lo dices? —Parece divertido.—
— Por qué no saluda, no se despide y creo que todo el mundo apesta para el.
— El es así. ¿Quieres venir a tomar café?
— Eh, no. Tengo que ir a casa. Que lo pasen bien.

Era mentira, pero no podía interrumpir la cita que tan valiosamente consiguió Bella.

Al salir de clases, Daniel, un alumno del último nivel, se encuentra conmigo.

— Se te cayó esto. —Me entrega mi libreta con dibujos.—
— Oh, gracias Daniel. ¿Qué tal las clases?
— Bien, a propósito, mi perro está de maravillas desde que tu padre lo atendió.
— ¡Me alegro mucho!.

Como es un pueblo pequeño, todos nos conocíamos con todos. Daniel me acompañó a casa y luego se fué.

Comí con tranquilidad junto a mi perro y luego veo que Bella está fuera de mi casa. Le abro la puerta y ella entra emocionada.

— Pareces feliz. —Digo, mientras ella se sienta en el sofá.—
— ¡Me en-can-ta! Es tan sencillo y puedo hablar horas con el.
— ¿Enserio? ¿Y que hablaron?
— De todo un poco, los estudios, los libros, que por cierto el también lee, casi me muero y del pueblo en general. Creo que lo invitaré a mi cumpleaños, ¿qué dices?
— ¡Por supuesto! Ya creo que llevas mucha ventaja con las otras chicas.
— Si. —Da un suspiro.— Creo que estoy enamorada.

La observo y me río. Jhon se acerca y le mueve la cola a Bella.

— ¿Y tú qué hiciste?
— Vine a casa, me encontré con Daniel y hablamos sobre perros.
— El es guapo.
— No lo sé Bella, yo solo pienso que es un buen chico.
— James dijo que eras linda. Deberías creerte más.
— ¿Y porque James dijo eso?
— Eh, bueno...
— Bella, dime.
— ¡Ay! Lo que pasa, es que le pregunte qué problema tenía su primo. Ósea, él ya ha hablado contigo y hace como que te desconoce. Le converse sin querer que un idiota no necesitaba bajar tu autoestima más de lo que está, y él me dijo como si fuera algo obvio: ¡pero si es muy linda!. —Bella imita su voz.—
— Me da igual su primo. —Digo con rapidez.— Y no me interesan los amores. Espero que no se te salga nada más con respecto a mi.
— Nada más, Maya.