Keeper. (Sueño)

8. Ansias de información

Me despierto, y veo que Jhon está a mi lado. Creo que los perros huelen el peligro.

Me levanto y veo que nuevamente estoy a unos pasos de mi casa. Me pongo una mano en el pecho y observo a Jhon.

— Existen Jhon.

Entro a casa y mi padre me saluda con naturalidad, yo lo abrazo ya que siempre tiene mucho trabajo y no puedo verlo.
Subo a mi habitación con rapidez y pienso en llamar a Bella. Luego decido no llamarla ya que tengo muchas cosas dando vuelta en mi cabeza.

Al siguiente día, mientras caminamos hacia el colegio, me hago el valor de contarle a Bella.

— ¿Qué es eso que tenias que decirme? Estoy con los nervios de punta, Maya. ¿Te besaste con Daniel?
— ¿Qué? No, no es eso. Bella...

La miro y detengo mis pasos, ella me imita y luego tomo sus hombros y la llevo a un lugar más apartado del camino.

— Hay cosas que no te he contado. Mira, sé que suena estupido pero...
— ¿Pero qué?
— Estoy pensando que el bosque no es tan aburrido como decía...
— ¿A qué te refieres? ¿Te pasó algo?
— Ya han pasado dos veces, en que siento que estoy en peligro y me desmayo.
— Ok... ¿Crisis de pánico?
— No Bella. Mira, la primera vez que me desmayé, estaba en medio del bosque, mucho más allá de lo que siempre llego. Y luego cuando despierto, estoy a la orilla cerca de mi casa.
— Pero...
— Déjame continuar. —Bella asiente.— Ayer, volvía de mi salida junto a Daniel y luego sentí que había alguien tras de mí, algo peligroso. Pero nada me hizo daño, porque caí al suelo y me dieron unas ganas horribles de cerrar mis ojos. Así que hice el esfuerzo de mantenerlos abiertos, y vi algo antes de cerrar mis ojos, algo que no creía que podía ser verdad.
— ¿Qué cosa? ¿Un unicornio?
— No Bella. —Digo mirándola con una sonrisa.— Había una K, Bella vi una K en un tobillo. Los keeper existen.

La expresión de Bella, al parecer era una pelea mental. Entre largarse a reír por lo estupido que suena lo que dije, o llevarme a algún lugar para seguir investigando.

— ¿Estás segura de lo que viste?
— Totalmente segura.
— Bueno, calza, ¿no?
— ¿De qué hablas?
— ¡Vamos! El bosque si es un lugar peligroso. La mayoría que entra en sus profundidades siempre sale herido o traumatizado. Pero tú entras desde pequeña y nisiquiera sales con un rasguño, de hecho sales con dibujos. ¿Ves lo que digo?
— Eh, no mucho.
— ¡Maya! Tienes a alguien cuidándote. Si es que de verdad existen, es obvio que un Keeper está a tu cuidado, eso explicaría muchas cosas. ¿Te imaginas lo conoces? Tendrías un amor para toda la vida, ¡qué romántico!.
— Bueno, se supone que son silenciosos, no creo que lo conozca si él no quiere.
— Mmm ¿sabes que?, al otro lado del pueblo, hay una pequeña civilización de personas extrañas.
— ¿Eh?
— Bueno, fui hace algunos años porque mi madre me dijo que tenían unas librerías inmensas. La cosa es que fuí y quede sorprendida, pero por la gente.
— ¿Por qué ? ¿Qué tenían? —Pregunto mientras reanudamos el paso.—
— Todos parecían extraños. Mi madre dijo que muchos de ahí eran brujos. También muchas personas parecían ser sabias y sobre todo, ahí es la gente que más sabe sobre las leyendas. Es ahí donde deberíamos ir.
— Si, ¿pero cómo iríamos? Necesitamos a alguien con auto y que maneje.
— Umm, ya lo solucionaremos.

Llegamos un poco atrasadas a la primera clase, que es biología, pero la profesora no lo notó. La profesora de biología es una vegana extrema, muchas veces me recuerda a Lisa Simpson.

Un compañero llega atrasado y mi profesora lo observa con asombro.

— Michael, ¿qué es eso que comes?
— Una hamburguesa, ¿por qué?
— ¡QUE!