26. Último baile

3.8K 292 18
                                    


El súper poder del que creía, no era más que poder contactarme junto a Max.

— ¿Por qué en el dedo? —Pregunto, mientras vamos a clases.—
— Porque de seguro ese fue nuestro primer contacto.
— ¿El dedo?
— No. —Se ríe.— ¿No lo recuerdas? Fue cuando se te cayó el lápiz y yo te lo pase.
— Oh.
— El lugar del tatuaje nunca se equivoca.
— Ósea, ¿Ahora puedo verte desnudo mientras te duchas?
— No es necesario que sea en sueños. — Me sonríe.—

Llegamos al colegio y encontramos algo extraño, había un grupo de alumnos reunidos en el hall principal.

— ¿Qué pasa? —Pregunto.—
— ¿Bella?

Miro a Max y luego sigo su dirección.

Mi amiga, solo ella podría ser.

"Firmas para que no echen al profesor de literatura."

Max me observa con una sonrisa y yo lo animo para que nos acerquemos.

— ¡No pueden expulsarlo! Es el único profesor que vale la pena en este colegio.
— Ya está en edad de jubilar. —Dice el inspector.—
— ¡Será tu madre!

Ruedo los ojos y me acerco a Bella.

— Amiga, cálmate, te pueden expulsar.
— ¿Expulsar? ¡Aja! Con que es eso, ahora solo llegan y expulsan a la gente.
— Señorita Bella, por favor, aprecio su cariño con el profesor, pero él en verdad tiene que irse, él lo sabe.
— ¡Por favor! El profesor es capaz de hacer clases como diez años más.
— Señorita, a clase.
— No me pienso mover.

El inspector me mira, como si yo fuera a poder convencerla.

— Bella, vamos a clases y luego vamos a buscar al profesor de literatura.
— ¡Iré a clases! Pero que quede claro que nadie será mejor profesor como él, él si enseña literatura, no como las otras profesoras que hacen leer crepúsculo.
— No le permitiré que hable así de los demás docentes.
— Eso es porque se foll...
— Ok, ok, nos vamos a clases.

Le tapo la boca y junto a Max la llevamos a clases.

— ¿En qué estabas pensando, amiga?
— No me podía quedar callada.

El resto del día no se habla de otra cosa que no sea Bella. El profesor de literatura expresó su agradecimiento, pero le hizo entender que ya era hora que dedicara su vida a escribir y mirar por la ventana.

Bella lloró toda la noche en mi habitación.

El fin de año escolar se acercaba, y con eso, el último baile.
Jamás me había sentido tan bien porque no tenía que pensar en buscar pareja.

Max me susurró los colores que le gustaban en mi, así que estaba en busca de un vestido perfecto junto a Bella.

Bella quería un color rojo pasión y yo estaba buscando algún estilo de verde. Según Max combinaba de maravilla con mis ojos.

— No puedo creer que ya dejaremos el colegio. —Dice Bella, tocando un vestido.—
— Es cierto.
— ¿No has seguido soñando con esos tipos de negro?
— No, y te dije que no habláramos más del tema Bella, puede ser peligroso.
— ¿Peligroso qué?
— Max no sabe que yo sueño con ellos y las cosas que hacen.
— ¿Crees que eso no es normal?
— Nada puede tener de normal poder ver lo que hacen cada noche. Es horrible.

Dejo el tema y luego de dos horas, encuentro el vestido perfecto.

El día del baile, mi madre no paraba de sacar fotos. Mi padre se fijaba en el largo de mi vestido y luego sonreía aceptándolo.

— ¿Vendrán los chicos a recogerlas? —Pregunta mi padre.—
— Si papá.
— Pórtense bien.
— ¡Diviértanse! —Dice mi madre y nos abraza.—

Keeper. (Sueño)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora