Keeper. (Sueño)

20. Amor.

Ya había pasado una semana sobre el incidente con Daniel. Mi semana no ha sido muy interesante, excepto si omitimos que Daniel me da unas miradas de reproche y que Bella al fin está formalmente junto a ese chico, Jim.

— ¿Por qué no vamos a ver una película? —Pregunta Bella.— Podemos invitar a alguien.
— ¿A quién? —Alzo una ceja.—
— No sé, ¿A Daniel?
— No me habla desde la semana pasada.
— Ah, cierto. Bueno, ¿algún otro chico?
— Pierdes tu tiempo.
— No es porque te esté buscando novio, sino para que te diviertas.
— Entonces si quieres que me divierta, podemos salir las dos juntas.
— Solo quiero verte una pequeña sonrisa, Maya.
— Bien, entonces compremos un helado gigante y una película para llorar.
— Sabes que no puedo negar esa propuesta.
— Bien. Ahora me voy porque Jim viene con claras intenciones de besarte y no quiero verlo.

Después de clases, compramos un helado de los más grandes, salsa de chocolate y galletas. Bella había traído una película donde la pareja se tenía que separar y yo lloraba como si fuera hecha de lagrimas.
Bella también lloró, pero solo porque interrumpían a la pareja en todas las intenciones de tener sexo.
Mi amiga es especial.

Cuando llego a mi habitación, me siento triste de nuevo. Todo me recuerda a él.

Jhon llega a mi lado y eso me hace sonreír.

— Que bueno que te tengo a ti. —Abrazo a mi perro y luego lo acaricio.— Deberíamos ir al bosque, ¿qué te parece?

Jhon mueve su cola y asiento.

No he ido al bosque después de lo sucedido, pero supongo que Max aún está cuidándome y aquellos hombres de negro no pueden pasar ese riachuelo. Eso fue extraño, cuando pueda le preguntaré a Max.

Tomo mi block de dibujo y salgo junto a Jhon. Me siento en mi roca preferida y Jhon empieza a jugar con las hojas caídas de los árboles.

Eso era una buena señal. La nieve ya se estaba derritiendo y los días eran fríos, más que lluviosos.

Sin querer me pierdo dibujando e inconscientemente había dibujado el perfil de Max. Doy un suspiro y me apoyo en el árbol de atrás.

¿Podré dejar de pensar en el en algún momento de mi vida?

— Nunca.

Me asusto e incluso me pongo de pie. ¿Qué fue eso?

— Maya.

Sonrío y no puedo creer que sea Max quien esté hablando en mi mente. ¿Estaré loca?

— No estás loca, amor.

Sonrío una vez más y Jhon me mira con extrañeza. Me siento y cierro mis ojos.

— ¿En verdad eres tú, Máx?
— Si lo soy.
— ¿Cómo estás? No sabía nada de ti.
— Estoy bien, y he tenido que hacer muchas cosas para alejar la atención de ti, pero ya está todo bien.
— ¿Cuándo volverás?
— Aún no lo sé.
— ¿Es por eso que antes no podías hablarme?
— No es fácil, ¿sabes? De hecho no todas las parejas pueden hacerlo. Me alegro que funcione.
— Te extraño...
— Lo he sentido, yo también te extraño.
— Me gustaría abrazarte.
— Y a mí besarte.
— Vuelve luego.
— Trataré eso con todas mis fuerzas, amor.
— Me gusta eso.
— ¿Qué cosa?
— Que me digas amor.
— Amor, amor, amor.

Sonrío y Jhon me mira como si estuviese loca.

— Vuelve antes de que me vuelva loca, por favor.
— Aún loca me gustaras. Ve a casa, ya está oscureciendo.
— ¿Cómo lo sabes?
— Porque tengo reloj, Maya.
— Oh. —Omitamos eso.—
— Te quiero, ve a dormir.
— Esta bien, te quiero, amor.
— Amor.

Cuando vuelvo a casa junto a Jhon, creo que tengo la primera sonrisa sincera desde que se fue.
Es extraño que mi madre no me haya llamado, supongo que sabe que volveré de todas formas.

Cuando me estoy acercando a casa, Jhon comienza a ladrar.

— ¿Qué pasa Jhon?

Mi perro corre hacia la puerta y la araña. Yo la abro con prisa y me encuentro a mis padres llorando.

— ¿Qué pasó? —Pregunto con miedo.—
— Tu abuela...

Miro a mi madre, quien está más tranquila. Mi padre ni siquiera puede levantar su cabeza.

— No...

No puedo creerlo, necesito ir a verla.

Voy a su pieza y la encuentro en su cama, inmóvil.

— ¿Abuela? ¡Abuela!

La muevo y le hablo pero nada funciona. Empiezo a llorar y Jhon también. ¿Por qué ahora?

No puedo recordar todo el tiempo que he llorando por mi abuela. Cuando abro los ojos, me doy cuenta que me quedé dormida tomando su mano.

Mi padre está en la puerta mirando a su madre.

— No quise despertarte.
— No te preocupes pa, ¿cómo estás?
— Es el ciclo de la vida, hija, solo que uno nunca está preparado cómo cree.
— ¿Hicieron los trámites?
— Si, los de la funeraria llegan en media hora.
— Oh...
— Te dejó algo. Tu abuela.
— ¿Enserio?
— Ten.

Mi padre me entrega una carta y una pequeña cajita azul, muy delicada.

— Se más o menos de lo que se trata, pero aún así tienes que leerla en privado. Ve a descansar un poco en tu cama antes de preparar todo. Ya le avise al colegio que faltarás hoy y tú madre le aviso a Bella y su familia.
— Bien.

Me levanto y antes de irme a mi habitación, abrazo a mi padre. Sea a la edad que sea, debe ser horrible perder a tu madre.

Me siento en el espacio de mi ventana de esquina y abro la carta.

Maya.

Te escribo esta carta porque ya se lo que viene en mi vida. Te daré un regalo que me dio tu abuelo cuando me aceptó como su amor. Es un collar, con ese collar, tu abuelo me podía visitar en sueños. Sé que no es fácil hacerlo entre Keepers, así que necesitan un tipo de transporte.
Cuida mucho de este collar y jamás te alejaras de Max. Es un regalo valioso.
Cuídate mucho Maya, y sé feliz. No estés triste por mi, yo estaré en un lugar hermoso y junto a la persona que más he amado en mi vida.
Aprovéchalo en vida, Maya, y cuida a tus padres. Ambos amores, serán para siempre.

Te quiere mucho.
Tu abuela.

Me seco las lagrimas y abro la pequeña cajita. Es un colgante hermoso y me lo pongo rápidamente. Sonrío y lo acaricio.

— Gracias abuela.

Me quito mis botas y me acuesto en la cama. Sería un día ajetreado, así que aprovecharía de descansar.

Antes de dormir, pienso en que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Mi abuela estará muy feliz junto a mi abuelo, y eso me deja tranquila y feliz.

Cierro mis ojos, y luego la sonrisa vuelve a aparecer en mi.

Sin dudas es el mejor regalo que pudo dejarme, cuando es a quien más quiero quien veo en mis sueños.

— Con que te dio un collar.
— Si.

Max está tan guapo como siempre y yo corro abrazarlo. No se siente real y eso me entristece un poco.

— Recuerda que estoy en tu sueño Maya, no soy corpóreo.
— Debi saberlo, es que te extraño tanto.
— Y yo a ti, amor. ¿Estás bien?
— Mejor, es el ciclo de mi vida.
— Tendrás que apoyar a tu padre.
— Lo sé.
— Sigues igual de hermosa.
— Soy solo un sueño.
— Eso es verdad, eres mi sueño.
— ¿Podré soñar contigo hasta que vuelvas?
— Por supuesto que si.
— ¿Estarás conmigo todo este día, hasta que termine?
— Lo haré.
— ¿No me dejaras nunca?
— Nunca, amor.

Awwwwww el amor, y que pena por la abuela :/. Les aviso ya que este es el último capítulo que estarán separados. La bienvenida será intensa 😏❤️

Abrazos de oso, saludines a todos los que leen y que votan, comentan, me hacen feliz :)
XoXo