Can you love me? | Draco Malfoy

Capítulo 3: Detención y californianas verdes.

Capítulo 3.

Detención.

Aris aún no se había tranquilizado desde su enfrentamiento con Malfoy. Ella estaba tan enfadada que sentía que podría perforar una pared, en lugar de eso, se dejó caer en el sofá, cogió una almohada y gracias a Dios no había nadie alrededor ya que ella gritó tan fuerte como pudo. Cuando levantó la vista, vio a Neville mirándola con ojos como platos.

-¿Está todo bien, Aris? - Neville le preguntó un poco tímido y asustado.

Ella le dio una gran sonrisa.

-Lo siento Neville, acabo de tener un encuentro con Malfoy.

-¿Qué pasa con Malfoy? - Eric le preguntó mientras entraba en la sala común.

-No mucho, Malfoy me ha estado dando un mal rato desde que casi le paso por encima en la estación - Respondió ella mientras él se sentaba en el sofá junto a ella.

-¿Necesitas ayuda? Puedo ocuparme de él por ti - Eric la miró profundamente.

Ella sabía que le agradaba a Eric de esa forma, pero los sentimientos no estaban allí en ella. Sí, era muy lindo, piel bronceada, hermosos ojos marrones y pelo castaño oscuro que era casi negro. Él era muy dulce y siempre estaba ahí para ella si necesitaba hablar, pero tenía la sensación de que su mejor amiga Lanie secretamente le gustaba Eric aunque no lo admitiera.

-No te preocupes, yo puedo manejar a Malfoy - Aris no quería que Eric se involucrara con Draco Malfoy. Ella sabía que Malfoy no era nada más que problemas y no quería que Eric se involucrara por su propia seguridad. -Además de que ya lo enfrenté y estaba a punto de convertirlo en la serpiente que es, pero Snape me atrapó. Desafortunadamente eso le costó a Gryffindor 10 puntos y ahora tengo una semana de detención.

Aris temía la detención con Snape mientras hacía su camino hacia el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras. No era justo que ella estuviera en problemas y Malfoy no, pero sabía que si le decía Snape lo que Malfoy estaba haciendo, él no haría nada al respecto.

Al entrar en el aula no podía creer quién estaba allí. Allí, delante de ella, estaba el responsable de todo este lío. Rápidamente tomó su varita, pero él fue más rápido.

-Yo no haría eso si fuera tú - Draco Malfoy se burló, él estaba sentado en el extremo del escritorio del profesor - ¿Por qué no tomas asiento - Y él la golpeó con un hechizo que la envió volando con fuerza hacia una silla.

Aris intentó moverse, pero no pudo. Malfoy se puso de pie; estaba vestido todo de negro, a excepción de su camisa blanca que estaba ligeramente abierta. Aris tuvo que admitir que se veía muy bien y obviamente él tenía buen gusto en la ropa, pero eso era todo lo que había de bueno en él. Al menos el hechizo no la había hecho muda.

-¿Dónde está Snape? - Exigió.

Malfoy se paró sobre ella. Él ya era una buena cabeza más alta que ella cuando estaba de pie, ahora parecía un gigante, Aris no podía dejar de temblar levemente, ella estaba completamente a su merced.

-El buen profesor me envió aquí para informarte de que que iba a llegar tarde - Dijo con aire de suficiencia. -Gran error por su parte, especialmente para ti.

Aris estaba realmente aterrorizada ahora, pero ella no iba a dejar que Malfoy lo supiera. Él comenzó a caminar alrededor de su silla en círculos como un depredador, como la serpiente de Slytherin que era y ella se sentía como el ratón indefenso a punto de convertirse en la cena.

-Vamos a ver, ¿Qué vamos a hacer contigo Donavon? Te convierto en algo horrible tal vez, como un babuino, o tal vez un cerdo. Hogwarts podría utilizarte como la mascota de la escuela - se burló.

-Malfoy, si sabes lo que es bueno para ti, me liberarás ahora - Gruñó.

-No, no puedo hacer eso - Dijo acercando su rostro al de ella lo suficiente para que sus narices casi se tocaran. -Nunca debiste chocar conmigo el otro día y tal vez nunca te habría notado. Oh, no sabes cuan divertido es verte enojar, ¿Pero sabes? Realmente nunca debiste acorralarme en ese pasillo con tus pequeñas amenazas - Sus ojos azul plata la miraban a sus brillantes ojos verdes.

 -Voy a hacer un trato contigo Malfoy - Dijo ella, tratando de reunir un poco de coraje. -Me sueltas y vamos a olvidar el pasado. Te dejaré en paz, me dejarás en paz, y ambos fingiremos que nada de esto pasó.

Él se rió de ella, el estúpido ignorante echó la cabeza hacia atrás y se rió como si estuviera contando una broma,

-Eres divertida Donavon, pero es demasiado tarde para eso, y estoy divirtiéndome mucho. Entonces, ¿Cuál debe ser su castigo? - todavía estaba rodeándola. Aris estaba intentando oncentrarse para liberarse del hechizo vinculante que tenía sobre ella, pero nada funcionaba. Él la miró de nuevo. -Ya sé - Dijo como si acabara de tener una revelación. Tomó su varita y comenzó a pasearla a través de su pelo. -Este pelo tan hermoso - Murmuró cerca de su cara, mirándola. -Creo que sería muy difícil para ti hacer frente a tus compañeros Gryffindiotas cuando tengas el pelo verde como Slytherin.

Aris jadeó.

-No lo harías.

Levantó un mechón de su pelo cerca de su rostro, con su varita a la altura.

-¡No lo hagas! - Le gritó.

Apuntó con su varita en la parte superior de su cabeza. Aris se veía en estado de shock mientras él corría su varita por el cabello de ella hasta que desde la raíz hasta la punta del gran mechón de pelo, de un momento a otro , su mechón era totalmente verde.

-Vas a pagar por esto Malfoy - Dijo entre dientes.

-Creo que necesitas uno en el otro lado - Sonrió.

Aris luchó con todo lo que tenía para tratar de liberarse, pero no sirvió de nada, su varita estaba todavía en su bolsillo y no podía moverse. Malfoy se rió.

Él tomó otro pedazo de su cabello, pero justo en ese momento se oyeron pasos fuera de la puerta. Malfoy se alejó rápidamente de vuelta al escritorio y justo cuando Snape entraba en el aula, Malfoy soltó del hechizo. Aris no pudo evitarlo, sus instintos la abrazaron y sacó su varita. Estaba casi encima de Malfoy cuando...

-Señorita Donavon - Dijo Snape, con su voz levantada. - Pensé que había aprendido la lección. Otra semana de detención para usted. No voy a quitarle puntos a su casa esta vez porque me gusta mucho el nuevo color de su cabello. Gracias, señor Malfoy, eso es todo.

Draco Malfoy sonrió malignamente mientras salía del aula. Aris pensó que iba a vomitar.