Capítulo 12: Destrozada.

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Destrozada

 Capítulo 12 

La Navidad estaba cerca y todo el mundo estaba en su viaje de fin de semana a Hogsmeade. Para Aris habían pasado un par de semanas desde que había visto a Draco con Pansy Parkinson. Desde entonces, ella había intentado todo lo posible para ignorarlo. Era difícil, porque cada vez que lo veía, su corazón latía y tenía que esforzarse para no mirarlo. Aris no tenía idea de qué había sucedido entre ellos, todo lo que sabía era que no duró mucho porque ahora lo veía mucho tiempo solo y Pansy estaba saliendo con Blaise Zabini. Pero ahora Aris estaba viendo a Cormac McLaggen. No es que quisiera hacerlo, a ella no le importaba, y en el fondo esperaba que eso le molestara a Draco. Ella supuso que debería sentirse mal por usar a Cormac, pero ella realmente no sentía nada.

Aris, Cormac, Lanie y Eric estaban en Las Tres Escobas bebiendo un par de cervezas de mantequilla, cuando Malfoy entró. Aris se acercó a Cormac y ella le pidió que le contara una de sus historias habituales sobre sí mismo. Por el rabillo del ojo vio a Draco sentarse en la parte trasera de la habitación y ella podía sentir los ojos de él sobre ellos. Después de coquetear con Cormac un rato, vi a Draco ponerse de pie y dirigirse hacia los baños. No pasó mucho tiempo hasta que salió y se fue del bar. Después de un rato, Aris se volvió hacia Cormac.

-Creo que ya estoy lista para irnos.

-Claro, lo que quieras - Cormac le dijo. Se despidieron de Lanie y Eric y se dirigieron a la puerta. Hacía frío, Aris acomodó su bufanda alrededor de su cuello, se puso el gorro de lana, y el abrigo abotonado. Finalmente consiguieron volver a Hogwarts y se dirigieron a la sala común de Gryffindor cuando de repente Cormac la empujó dentro de un pasillo oscuro. Él trató de presionar sus labios sobre los de ella, pero Aris comenzó a empujarlo.

-Basta - Ella le dijo en voz alta.

-Vamos Aris, sólo un beso - Declaró Cormac, tratando de abrazarla por los hombros.

-Creo que es demasiado pronto para eso Cormac.

-Yo no lo creo - Dijo agarrando sus brazos y presionando duramente dentro de ella, empujándola contra la pared, otra vez trató de besarla. Aris luchó para tratar de conseguir su varita mientras se luchaba contra el beso, pero se había quedado atascada en el bolsillo de su abrigo.

-Basta ya! - Gritó. 

Y luego de eso, Cormac fue apartado de ella y chocó contra la pared opuesta. Levantó la vista para ver quién era su salvador y allí se encontraba Draco.

-¿Estás bien? - Preguntó preocupado. Se veía como una mierda. Los círculos oscuros bajo sus ojos estaban peor que nunca y parecía como si hubiera perdido mucho peso. Tuvo que obligarse a no preocuparse por él.

-Sí, pero yo lo pude haber manejado - Dijo enfadada, mirando hacia Cormac, quien yacía inconsciente por el golpe que Draco le había dado.

-Esta bien, seguro que podías haberlo hecho - Se burló, enojado - Por eso me lo encontré a punto de hacer Merlín  sabe qué contigo.

-Lo que yo haga ya no es más tu asunto - Se burló Aris.

-Tienes razón- Dijo con dureza. -Debí haberte dejado con él. Si quieres ser la puta de Gryffindor con alguien como Cormac no es asunto mío.

Lo que sucedió después fue muy rápido. Ella le dio una bofetada tan fuerte que incluso ella se sorprendió, y pudo ver su mejilla volverse de color rojo vivo. De repente, él la tomó entre sus brazos y presionó sus labios sobre los de ella, y por mucho que lo despreciara en ese momento, ella no pudo evitar responderle el beso. Lo besó con avidez y envolvió sus brazos alrededor de su cuello. Su beso se profundizó, pero luego él se separó de ella y la empujó lejos de él.

-Olvida lo de ser la puta de Gryffindor, serías una maravillosa y estupenda puta de Slytherin.

Y entonces él giró sobre sus talones y la dejó allí sola. Aris no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a brotar de sus ojos y se deslizó por la pared hasta el suelo, con la cara entre las manos, sollozando. Draco la estaba destrozando. 

Draco dobló la esquina y se detuvo, recostando su espalda contra la pared. Golpeó su cabeza duramente contra la pared varias veces, y sabía que probablemente tendría que ir con Madame Pomfrey para que le revisara eso. Él la oyó llorar y eso le rompió el corazón. No tenía que haberle dicho que le dijo, pero había estado tan enojado después de verla con Cormac que no tuvo tiempo de pensar lo que decía. Había querido matar al bastardo. Especialmente cuando lo vio sobre Aris. Lo único bueno que había salido de toda esta situación, era que él se dio de que ella realmente no quería estar con Cormac y cuando ella le devolvió el beso, supo inmediatamente que ella todavía sentía algo por él, pero eso no era algo realmente bueno porque no podía devolverle esos sentimientos. Aún así, él no debió haberla llamado puta. Lo que compartían era algo especial y no debió haber sido comparado con algo de mala calidad.

~*~

Aris estaba en su dormitorio. Después de comprobar que Cormac respiraba y estaba bien, ella dejó al pervertido donde estaba aún inconsciente. Ella estaba bajando las escaleras de la sala común cuando escuchó un alboroto de voces abajo. Algo le había pasado a Katie Bell.

-Ella fue maldecida - Ron le dijo a todos, informándoles acerca de lo que él, Harry y Hermione habían sido testigos.

-¿Saben quién lo hizo? - Preguntó Dean.

-No - Respondió Hermione.

-Por favor, sabemos quién lo hizo - Dijo Harry con enojo. -Fue Malfoy.

-Harry no sabemos eso - Argumentó Hermione.

-Se supone que lo que maldijo a Katie, estaba destinado para el profesor Dumbledore. Estoy dispuesto a apostar todo lo que tengo a que Malfoy le dio el objeto maldito a Katie para que ella se lo entregara al profesor Dumbledore, pero terminó maldiciéndola a ella.

-¿Va a estar bien? - Susurró Aris, no queriendo pensar que Draco podía tener algo que ver con ello.

-Ellos no saben. Ella fue enviada a St. Mungos, pero la Profesora McGonnagall dijo que tenía suerte de estar viva - Comentó Ron. Aris tendría que enfrentarse a Draco y preguntarle sobre el  tema. 

 ~*~  

Aris esperó y esperó fuera de la sala común de Slytherin para que Draco saliera. Ella estaba oculta en una zona oscura y apartada, cuando él finalmente salió. Estaba solo. Ella lo siguió a cierta distancia. ¿ A donde iba? Era muy probable, por la dirección que estaba tomando, que se estuviera dirigiendo hacia la Sala de los Menesteres. Él dio la vuelta en una esquina y cuando ella lo siguió, pronto se encontró golpeada por un hechizo que la empujó con fuerza contra la pared, incapaz de moverse, alguien apretó una varita contra su garganta. Cuando la punta de la varita le iluminó el rostro, vio a Draco con una expresión de asombro en su rostro.

-¿Qué haces siguiéndome? - Preguntó, bajando la varita y liberando el hechizo que había lanzado sobre ella.

-Yo podría preguntar lo mismo - Contestó ella con elegancia.

-¿Sabes? Seguir sigilosamente a la gente es una buena manera de conseguir que te maldigan - Se burló.

-¿Qué? ¿Cómo lo hiciste con Katie Bell?

-No sé de lo que estás hablando Aris - Respondió pasándose la mano por el pelo.

-Harry parece pensar que fuiste tú quieén lo hizo - Dijo ella aún sin querer creerlo. Él no la miró.

-¿Y qué si lo hice? - Se burló. -Mira, sabes que Potter y yo no nos soportamos. Él va a acusarme de todo lo malo quesuceda en Hogwarts. 

Eso era cierto, Harry odiaba a Draco y todo era siempre culpa de Draco o de Snape. Aris empezó a alejarse, deregreso a la sala común de Gryffindor. 

-Un consejo Donavon, deja de seguirme y no vuelvas a espiarme otra vez.

No se molestó en darle la satisfacción de una respuesta, sino que simplemente siguió caminando, ella ni siquiera miró hacia atrás. Estaba tan cansada de ser destrozada por su actitud y frialdad.   

Can you love me? | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora