Capítulo 6.
Una nueva faceta de Draco Mlafoy.
Tanto Aris como Draco fueron llevados a la enfermería, donde Madame Pomfrey los diagnosticó rápidamente con varias costillas rotas. Aris aún no había despertado y Draco pensó que eso era probablemente bueno teniendo en cuenta lo adolorida que se encontraba. A ambos le administraron una poción para el dolor tan asquerosa la cual despertó a Aris e incluso los hizo toser a ambos. Ambos habían sido colocados en camas una justo al lado de la otra.
La profesora McGonnagall y el profesor Snape todavía estaban en la habitación al final de sus camas.
-El Profesor Snape y yo hemos decidido que una vez se hayan recuperado tendrá que haber algún tipo de castigo. Estas bromas entre los estudiantes que se originó con ustedes dos se va a acabar, por lo tanto será mejor que se comporten o... - Ella no terminó la frase, pero se retiró de la habitación seguida por el profesor Snape.
-¿Tenías que intentar matarme? - Se quejó Aris, aún adolorida. -Supongo que hacer mi vida miserable no fue suficiente.
Draco apretó el puño, que duele como el infierno y le hizo una mueca de dolor,
-Te dije que no fui yo - Dijo con rabia. -Además si te hubiera querido muerta, ¿Me habría apresurado a salvarte?
Aris estaba tranquila, ya que ella pensó en él. Había estado tan aterrado como el suelo estaba cada vez más cerca de que ella no había sido capaz de pensar. Ella sólo sabía que alguien fuerte la había agarrado antes de que cayera al suelo y la había sostenido con mucha fuerza. Si Malfoy hubiese sido el responsable, él no hubiera ido a socorrerla.
-Gracias, supongo - Dijo en voz baja. Era difícil dar las gracias a su torturador.
-Bueno, de nada, supongo - Dijo mirándola. Incluso cansada, golpeada, y adolorida, ella se veía muy hermosa mientras yacía allí. En ese momento, la señora Pomfrey se acercó.
-Aquí hay una poción para ustedes dos. Esto los ayudará con el dolor y los dejará dormir.
Ambos la bebieron y no pasó mucho tiempo hasta que ambos estuvieron profundamente dormidos.
*
Aris se despertó a causa de gemidos. Al principio había olvidado donde estaba. Miró hacia la cama junto a ella y se dio cuenta de que Malfoy daba vueltas en la cama, mascullando algo sobre su padre. Era obvio que estaba teniendo un mal sueño, seguía dando vueltas y luego Aris notó lo que parecía ser lágrimas en sus mejillas. Ella no podía simplemente quedarse allí. Se levantó en silencio, agarrando su costado, ya que aún estaba herida de gravedad. Ella lentamente se dirigió a su cama.
-Malfoy - Dijo suavemente, colocando una mano sobre su brazo. Él no se despertó, todavía estaba convulsionando y mascullando cosas sin sentido. -Malfoy - Ella suavemente lo sacudió.
Ella siempre supo que era guapo, pero ahora se veía muy vulnerable y triste. Ella sabía que su padre había sido enviado a Azkaban y sólo eran él y su madre. Casi se le rompió el corazón al verlo tan alterado.
-Draco, por favor despierta - Susurró realmente usando su nombre de pila, con las manos a ambos lados de su rostro para que dejara sacudirse; podía sentir las lágrimas en sus dedos.
De repente, sus ojos se abrieron, esos preciosos ojos azul-plateado que por lo general la miraban con frialdad ya no se encontraban ahí, ahora había algo más. Ella todavía tenía las manos en su rostro y él la estaba mirando profundamente. Entonces él la sorprendió, él la acercó a él, abrazándola fuertemente. Ella no sabía cuánto él necesitaba ese abrazo. Habían tantas cosas sucediendo en su vida, cosas en las que no le gustaba pensar, cosas que nadie podía saber. Sólo necesitaba a alguien en este momento.
-Vas a estar bien - Susurró Aris, sin saber cómo responder a estar en los brazos de Draco Malfoy. Una cosa que sí sabía era que se sentía bien, muy bien. ¿Cómo podía alguien pasar de ser tu peor enemigo a esto en sólo cuestión de horas?
-Lo siento - Dijo Malfoy, alejándose de ella - No quise hacer esro. No pensé.
-No tienes que pedir disculpas - Dijo Aris mirándolo. -Todos necesitamos un abrazo de vez en cuando.
-Sí, bueno no fue mi intención despertarte, sólo he estado teniendo algunas pesadillas últimamente - Explicó avergonzado.
-Está bien. Por cierto, siento haberte acusado por encantar mi escoba y no haberte creido en un principio. Quiero darte las gracias de nuevo por ayudarme - Dijo mirando a otro lado. Él tomó su mano brevemente.
-Hey, no te culpo; Yo habría pensado lo mismo. No tienes que agradecerme. Me alegro de haberte ayudado - Él la miró a los ojos y le apretó la mano antes de dejarla ir.
-Buenas noches Donavon, siento haberte despertado.
Ella se levantó lentamente y se dirigió a su propia cama, y se quedó allí por un momento,
-Buenas noches Malfoy - Y se quedó dormida.
*
Los siguientes 3 días fueron silenciosos con su ex torturador tumbado en la cama junto a ella. Ella llegó a conocerlo un poco mejor y descubrió que no era el imbécil estirado como le gustaba actuar alrededor de todo el mundo. De hecho tenía sentido del humor y era más inteligente de lo que ella pensaba. Hablaron sobre cosas triviales y sobre cosas que ocurrían en Hogwarts. Aris sentía como si estuviera viendo un lado de Draco Malfoy que pocas personas conocían.
Ellos jugaron algunos juegos y Aris incluso le ganó varias veces en el ajedrez mágico, él no era el perdedor que ella pensaba e incluso le enseñó una jugada para ayudar a mejorar su juego. En general, las cosas fueron bien hasta el día en que salieron de la enfermería, y luego el estirado y arrogante Slytherin estuvo de vuelta.
Cuando se iban, él se giró hacia ella con una mueca.
-Bueno, supongo que te veré por ahí Donavon - Y con eso se fue. Aris no quería admitirlo pero dolió un poco. Ella había llegado a conocer a un Malfoy diferente, un Malfoy al cual se encontró muy atraída, y ahora ese Malfoy se había ido.
Aris volvió a sus clases. Y aunque al menos ya no había más bromas, peor aún era el hecho de que Malfoy la ignoraba por completo. Ella lo observaba de vez en cuando, pero él bien no le prestaba atención.
Esa tarde Aris y Draco se reunieron con la Profesora McGonnagall y el profesor Snape para averiguar su castigo. Aris entró en la habitación y Malfoy ya estaba allí. Ella se sentó en la silla junto a la suya, pero él ni siquiera la miró. Ambos profesores decidieron que tendrían detención con el Profesor Hagrid y ambos se reunirían en la cabaña de este después de la cena a las 7:00.
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Can you love me? | Draco Malfoy
FanfictionEsta es la historia de Aris Donavon, una Gryffindor de dieciséis años, que hasta ahora había sido casi inexistente para el príncipe de Slytherin, Draco Malfoy. Pero de repente un incidente en la estación de Kings Cross pone en marcha una serie de ac...