Narra Mei:
La casa está en calma... demasiado en calma.
Después del desastre de la cocina y nuestra salida a comer, todo el mundo pareció tomar el resto del día para descansar. Algunos se fueron a sus habitaciones, otros se quedaron en la sala viendo televisión.
Me recuesto en el sillón, abrazando un cojín mientras escucho a Wataru y Kaname discutir sobre qué película ver. De repente, mi mirada se desvía hacia Ukyo, que está sentado con su periódico en manos, la expresión relajada.
—Mami Ukyo... —lo llamo con voz somnolienta.
Levanta la mirada, curioso.
—¿Mande?
—¿Y el emo digo, Iori? No lo he visto en todo el día.
Ukyo deja el periódico sobre la mesa y se masajea las sienes, suspirando.
—Debe estar en su habitación. No ha salido desde la mañana.
Frunzo el ceño. Eso no es normal.
Me levanto del sillón y subo las escaleras, deteniéndome frente a la puerta de su habitación. Si está deprimido, mejor ver cómo está.
—Toc, toc —llamo suavemente.
Silencio.
Estoy a punto de girarme cuando escucho su voz, ronca y débil:
—¿Quién...? Cof cof.
Mi corazón da un brinco. ¡Está enfermo!
Sin esperar respuesta, abro la puerta y lo encuentro recostado en su cama, cubierto hasta el cuello con su cobija. Su piel está enrojecida, y su respiración suena pesada.
—¡Iori, estás ardiendo en fiebre! —me acerco rápidamente—. ¿Por qué no le dijiste a nadie?
Él cierra los ojos, con expresión cansada.
—No quería molestar... cof cof.
Ruedo los ojos y suspiro. ¿Cómo puede ser tan terco?
—Voy por Masaomi, no te muevas.
—Mei, no...
Ignoro su protesta y salgo corriendo al cuarto de Masaomi.
—¡Toc, toc!
—¿Quién es? —responde desde adentro.
—Soy yo, Mei.
Masaomi abre la puerta con una sonrisa, pero esta se borra cuando nota mi expresión preocupada.
—¿Qué pasa?
—Iori está enfermo. Tiene fiebre y tos, pero no nos dijo nada.
Masaomi cambia por completo. Toma su botiquín y me sigue sin hacer preguntas.
...
Después de revisar a Iori, Masaomi me dice que solo es fiebre y nada grave, pero hay que bajarla antes de que empeore.
—Necesita descansar y mantenerse hidratado —dice mientras le acomoda una compresa fría en la frente—. Mei, quédate con él un rato. No debe estar solo.
Asiento sin pensarlo. No me sentiría bien dejándolo así.
Masaomi sale y me quedo en la habitación, observando a Iori mientras respira con dificultad.
—Voy a limpiar un poco tu espalda con un paño húmedo —digo con calma.
Iori abre los ojos y me mira, claramente incómodo.
—¿Q-qué?
—No es como si fuera a hacerte algo. Solo quédate quieto.
Él suspira resignado y se quita la playera con movimientos lentos. Su piel está caliente al tacto, pero sigo limpiándolo con suavidad.
—Tienes que cuidarte más, Iori —murmuro mientras paso la tela fría por su espalda.
—Tú también, Mei...
Su voz es tan baja que casi no lo escucho.
Cuando termino, dejo el paño en la mesa y me siento en el borde de la cama.
—Ahora tienes que dormir.
Él me observa fijamente, con sus ojos oscuros reflejando algo que no logro descifrar.
—Mei... ¿puedes quedarte?
Dudo por un momento.
—¿Tienes miedo?
Él desvía la mirada, avergonzado.
—Solo... prefiero no estar solo.
Sonrío un poco.
—Está bien, pero no hagas nada raro. Sigo siendo virgen y quiero despertar así.
Iori suelta una risa entrecortada.
—Tranquila, Mei. Te lo prometo.
Me acomodo junto a él, tapándonos con la misma cobija. Antes de cerrar los ojos, le doy un beso en la frente con suavidad.
—Buenas noches, flores-kun.
Él sonríe débilmente.
—¿Otro apodo más...?
—Sí. Te queda.
Cierro los ojos y me dejo llevar por el cansancio.
...
Narra Ukyo:
Es de madrugada cuando termino de revisar los daños en la cocina.
Camino por la casa, asegurándome de que todo esté en orden antes de ir a dormir. Justo cuando paso frente al cuarto de Iori, noto que la puerta está entreabierta.
Por curiosidad, me asomo... y lo que veo me hace fruncir el ceño.
Mei está dormida junto a Iori.
Cierro los ojos por un momento y suspiro. No debería sorprenderme, pero... hay una sensación molesta en mi pecho que no quiero analizar.
Antes de irme, murmuro en voz baja:
—Duerme bien, Mei...
Cierro la puerta con cuidado y me alejo.
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Amada Hermana •Brothers conflict•
RandomMei Asahina, hijastra de la hermana de Miwa, ve su vida dar un giro drástico tras una terrible tragedia que la deja sin el apoyo de sus padres. Al enterarse de su situación, Miwa, madre de trece hermanos, decide acogerla en su hogar para que no enfr...