07:49 a.m. Miércoles 10 de Marzo. 1993.
El sol ya estaba totalmente arriba, y sus rayos comenzaban a picar sobre los brazos del chico castaño que caminaba nervioso de un lado a otro. Sostenía su mochila en la espalda, y agarraba ambas correas con las manos. Se encontraba en la plaza, esperando impaciente. Nunca había hecho esto antes.
Esa mañana se levantó desganado para ir a la escuela, desayunó, se colocó la mochila en la espalda, saludó a su madre y salió por la puerta de la sala. Hasta ahí todo había sido normal. Pero cuando fue a abrir la reja, notó algo que llamó mucho su atención. En uno de los barrotes, había un pequeño papel pegado con un trozo de cinta. Lo quitó de allí y lo leyó. "No vayas a la escuela, te espero en la plaza. B." Eneas miró hacia todos lados, asegurándose de que nadie lo había visto. No pudo evitar sonreír de manera exagerada. Se metió el papel al bolsillo y salió caminando rápidamente hacia la plaza que se encontraba cerca de la escuela de Bruno. Estaba seguro del lugar exacto en donde se encontrarían.
Se mordía las uñas impaciente. Miraba la hora en su reloj de pulsera a cada rato. Pero no se alejaba del árbol. Estaba seguro de que el pelirrojo iba a ir directamente ahí. Ese era su árbol. Lo descubrieron cuando tenían once años. Y a partir de ahí, siempre que visitaban la plaza, se trepaban en él, porque sus ramas eran fuertes, tan fuertes como el lazo que los unía.
Eneas tenía un poco de miedo de que lo descubran. Nunca había desobedecido a su madre. Además de que se había escapado de la escuela por primera vez, estaba por encontrarse con el chico que Lorena le prohibió. No sabe porqué. Pero desde aquella noche en que sus padres discutieron tanto y Samuel le pidió a Bruno que se retire de la casa, no lo había vuelto a ver. Pero entendía que hubo un gran problema, porque su padre ya no salía más con Lisandro. Eneas creyó que si preguntaba qué ocurrió, solo serviría para hacerlos discutir otra vez, y él no quería eso. Solo intentaba actuar normal, mientras pensaba todo el tiempo en su amigo. Zoe pasó una semana en su casa, y creyó que con la compañía de su prima lograría olvidar (al menos por unos minutos) al chico de ojos grises, pero no fue así.
Lo único que tenía en claro, era que si que le gustara Bruno estaba mal, entonces verse con él a escondidas, estaba peor.
Se pasaba las manos por el cabello castaño, cuando oyó una voz que le erizó la piel y le aceleró el corazón.
— ¡Eneas! — Gritó Bruno, mientras corría sonriente hacia donde se encontraba su mejor amigo.
— ¡Bruno! — Exclamó éste, arrojando la mochila al suelo y abriendo sus brazos con lágrimas de felicidad en los ojos.
El pelirrojo imitó al castaño y también dejó su mochila a mitad del camino, sin parar de correr. Cuando llegó a estar a un metro de distancia, se impulsó, y de un salto se encontraba entre los brazos del de ojos café. Éste lo sostenía con fuerza por la cintura, levantándolo unos centímetros del suelo. Pero así duraron dos segundos, porque Eneas no tardó en perder el equilibrio y ambos cayeron al pasto. El castaño se quejó cuando su espalda impactó contra el suelo, pero olvidó el dolor dándose cuenta de que tenía al pelirrojo tendido sobre él. Los dos se miraron a los ojos fijamente por un momento, y en seguida se echaron a reír a carcajadas.
— ¿Por qué tu mamá no te deja juntar conmigo? — Preguntó Bruno, cuando las risas calmaron. Aún acostado sobre su mejor amigo.
— No tengo idea. — Respondió el castaño, perdido en aquella mirada gris, que tenía a centímetros de la suya. — Pensé que vos sabías algo.
— No. Yo quise ir a tu casa al otro día de que pasó eso, y mi papá me dijo que tu mamá estaba enojada con todos.
— No sé. Los adultos tienen muchos problemas que no entiendo. — Respondió mientras continuaba sintiendo el cuerpo del pelirrojo apresando el suyo, y le apretaba la cintura con las manos.
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Eso está mal [Gay] [PAUSADA]
أدب المراهقين"A los niños les gustan las niñas. Y a las niñas, los niños. Si es al revés, entonces está mal." La historia de Eneas comienza en 1985, en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, cuando teniendo solo seis años de edad, su curiosa prima dos años mayor...