Vieja vida! Cap. 7

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Es inevitable sentirme algo miserable, un maldito corazón roto con el que lidiar, un amor no correspondido y del que no me deshago. Me he despertado como casi cada noche, algo sudado y confuso. El ajetreo de la nueva escuela y los nuevos amigos no han podido ayudarme como esperaba, la extraño hasta rabiar, sus labios sobre los míos, sus caricias rápidas pero duraderas en mi piel, si hasta parezco un maldito poeta.

Molesto giro una y otra vez sobre mi cama, y resignado me quedo dormido.

Me desperté al escuchar una discusión, sin poder evitarlo salgo sigilosamente de mi habitación y escondiéndome en el pasillo logro escucharlos.

- Es que no entiendo tanto alboroto porque Eduardo le guste Jaribell, es un poco mayor que él pero son solo cosas de adolescentes.- dice exasperado Emil.

- Emil es que no lo entiendes, no deben estar juntos, y no quiero hablar de ello. Habla con tu hijo, a mí no me escucha.- dice su madre entre sollozos.

- Realmente no te entiendo mujer, cómo hablaré con él sin una excusa real?, no entiendes que es inútil.- levanta su barbilla y la mira a los ojos.

- No hablaré sobre eso, no ahora. Es parte de mi pasado y ahí debe quedarse. Cancelaré las clases y punto.- camina de un lado a otro de la sala entre llanto.

- No me inmiscuiré en tus decisiones pero ten en cuenta que Eduardo no es un bebé, al menos debería saber por qué no puede enamorarse de su tutora. Me voy a dormir. -se despide con un beso en la frente y sale de la sala.

Me quedo de piedra por unos segundos pero reacciono y camino rápido a mi habitación. No entiendo nada, maldita sea! Pero voy a averiguar la verdad, aunque sea lo último que haga!
- te amo Jaribell, te amo!-.

Me despierta el sonido de mi teléfono celular, la luz de la pantalla me molesta, parpadeo varias veces hasta recuperar la visión completamente.

-Hola!- respondo sin saber a quién.

- Levántate, iré por ti en media hora- y cuElga.

-Kylian?- y compruebo que me ha colgado.

Miro la hora y apenas son las siete de la mañana de un sábado. En serio esta chica está loca de atar. Decido levantarme y arreglarme. Bajo a desayunar un yogurt y la espero sentado en los escalones de la entrada a la casa escuchando música con mis auriculares puestos y los ojos cerrados, recostado sobre el barandal. Es inevitable pensar qué será lo que planea.

Holaaaaa!
Gracias por leerme
Besos!

Opuestos atraídos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora