Encuentros! Cap. 20

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Me consta que sigo siendo presa de mis miedos, esclavo de ellos, aunque sé que intento castigarme por ser tan ingenuo y confiado. ¿Hasta cuándo me haré pagar por mi soberbia?.

Han pasado casi dos semanas y aún llevo la misma duda, el mismo capricho tonto que me limita, esa agonía que me carcome. A veces no logro entender la parsimonia al tratarme de mi amiga "¿con derechos?". Aleika es en verdad especial, esconde tras su rebeldía una gran persona, y me atrevería a apostar que si me entregara a ella, es capaz ayudarme a desintoxicarme y reponerme. Me daré una oportunidad, ¡es tiempo!.

Es sábado por la mañana y a las diez en punto como acordamos, estoy tocando el timbre de la casa de mi amigo Dan.

- Oh hermano, llegas a tiempo- hace ademán invitándome a pasar.

- ¡¡Como siempre!!. Aquí el impuntual es otro- bromeo mientras tomo asiento en el enorme sofá en forma de L en medio de la sala de estar. La casa está impecable, como si nadie coexistiera en ella. La sala es amplia con muebles de cuero negro y paredes colores pasteles, a excepción de la pared del fondo, en un marcado y exótico rojo sangre.

- Te irás en moto o irás en coche con nosotros?- pregunta dudoso al sentarse a mi lado.

- Prefiero dejarte intimidad con Erika, no creas que soportaré sus muestras de amor todo el camino- niego con la cabeza varias veces.

- ¡¡Dramático!! Nadie tiene la culpa que tú y Aleika no sepan ni lo que son.- simula despreocupación jugando con sus hombros.

- ¡Eso fue un golpe bajo!- afirmo con voz queda.

- Y vuelve el Señor Drama. ¡Deberías ser actor!.- carcajea.

El sonido del timbre detiene nuestro parloteo y vamos juntos a la puerta.

Aleika lleva su pelo desordenado y suelto, su cabello naranja me encanta. Viste un jumpsuit de gasa blanca con corte en v, con encajes al final de las mangas 3\4 y de los muslos. Erika, la novia de Dan, viste un top bralet en forma de corsé hasta el ombligo, con estampado floral y un short de mezclilla.

-¡Hola!- dicen al unísono y las invitamos a pasar.

Aleika se acerca despacio hacia mí, analizándome, una pícara sonrisa adorna su rostro.

- Amaneció muy guapo esta mañana- besa mis labios rápidamente.

- No más que tú preciosa- le sonrío de lado y beso su frente. -¿nos vamos?- inquiero hacia Dan y asiente en respuesta. Partimos en el carro de la mamá de Dan.

Planeamos un pasadía en un hotel cerca de la zona, a unos cuarenta minutos de distancia. Es un hotel campestre, su diseño es acogedor y cálido, la madera oscura predomina en el diseño y los grandes ventanales dan la bienvenida de lo verde al interior, la vegetación y la naturaleza rodean el lugar, y es perfecto para nadar en las piscinas o los ríos. Tienen deportes y actividades al aire libre como mountain biking, river rafting, canyoning, paseos a caballo en el campo, vuelos en parapente con una vista única, es un paraíso en las montañas. El sitio ideal para aclarar mis sentimientos sobre Alek y decidirme al fin.

Dan conduce y Erika lo acompaña en el asiento del copiloto, Alek y yo vamos solos en la parte de atrás. Hacemos todo el camino entre risas, música y anécdotas.

*****

El lugar es realmente hermoso, la realidad no le hace justicia a las fotos y folletos en internet.

Luego de registrarnos nos acomodamos en camarotes frente a la piscina rectangular más grande, rodeada por dos más pequeñas.

- Vamos a darnos un chapuzón, vienen?- cuestiona Dan, de la mano de Erika, ambos sonrientes.

Opuestos atraídos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora