-Hey, ¡despierta! ¡despierta!- escucho a alguien decir.
Despacio voy recobrando el sentido, me encuentro tirado en el piso y una enfermera me zarandea pasivamente.
- ¡Oh!, ¿estás bien?- pregunta firme.
Titubeo unos segundos, me duele hasta respirar, pero si quiero permanecer aquí, debo ser muy convincente.
- Eh, sí, fue solo un pequeño mareo- y me ayuda a ponerme de pie.
-Te llevaré a tu habitación, no deberías estar fuera y menos solo- me regaña.
Pongo ojos del gato con botas, así llamo a mi mirada dulce y suplicante.
- No, por favor, estoy bien, solo cinco minutos más - suplico.
Giro mi rostro hacia Aleika, mira todo con atención e incertidumbre, sus ojos me analizan como si su vida dependiera de recordar quién soy.
- ¿Sobre qué quieres hablar conmigo?- cuestiona firme.
Me acerco lentamente a su camilla, cuido mis pasos y reprimo muecas de dolor. La enfermera afirma volverá en unos minutos y se marcha.
- Entonces, ¿no me recuerdas?- jadeo.
Niega lentamente y baja la mirada.
- Siento algo familiar en ti, pero no estoy segura. No recuerdo quién eres. ¿Éramos amigos?- pregunta ansiosa.
- Sí, mmm, es difícil de explicar-.
- No entiendo - y su mirada se vuelve triste, su semblante decaído. - En realidad no entiendo nada. ¿Sabes qué me sucedió?- inquiere.
¡Dios!, ¿¡y qué se supone que diré!?, ¿que estábamos juntos y salíamos de un hotel? ¿ que dijo que lucharía por mí? ¿que está aquí por mi culpa?... respuestas es justamente lo que yo necesito.
- Tuvimos un accidente- suspiro y nos señalo, - andábamos juntos-.
Asombrada abre la boca pero nada sale de su boca, así que decido continuar.
- Es mi culpa que estés así, solo te pido que algún día puedas perdonarme- beso su frente y salgo como puedo de la habitación, sin mirar atrás, cortando toda posibilidad de una siguiente pregunta, no soportaría tener que gritar en voz alta mis miedos y menos a ella, a quién al final, lastimé física y emocionalmente.
*****
Una semana en casa, la cabeza y los sentimientos un poco más despejados, no sé si me he vuelto cruel e insensible, pero todo sucede por una buena razón y encontraré cuál es en este caso.No he vuelto a saber de Jaribell y espero que la culpa la carcoma por dentro y la enloquezca mucho más de lo que está. He tenido tiempo para buscar la manera de cómo deshacerme de ella definitivamente y que suprima su supuesto "amor - obsesión" por mí, aún son resultados satisfactorios
Mis padres han estado pendiente de mi mejoría y mi comportamiento en busca de alguna anomalía, a veces me asfixian con todos sus cuidados y su supresión a mi espacio personal.
Mis amigos me han visitado cada tanto y Dan ha estado muy pendiente de mí y de la recuperación de Aleika, informándome fielmente de todo. Hasta ahora, parece haber olvidado solo el último año de su vida, así que recuerda a todos sus viejos amigos y familiares, aunque los doctores no pierden la esperanza de que en unos meses, como mucho, todo vuelva a la normalidad.
Le he mandado cartas con Dan varias veces esta semana, siempre diciendo casi los mismo:
Espero mejores pronto.
¡Tu amigo siempre...!
Eduardo.
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Opuestos atraídos!
Ficção AdolescenteÉl, Eduardo, tímido y reservado, el chico inusual estancado aún en un pasado que se esfuerza en seguirlo y proclamarlo. Su carisma es puesto a prueba y debe elegir o se perderá a sí mismo. Ella, Kylian, extrovertida y capaz de decidir por ella, siem...