40. La fiesta de compromiso.

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-¿Porqué lo hiciste, McClaire?- me gritó furiosa. Si tan solo supieras que yo no fui...- ¡Habla!- me encontraba sentada a la orilla de la cama. Con la cabeza baja. Cornelia había mandado traer a Stella, Peter, Jason y Loretto, al ver que yo no reaccionaba. Stella se la ha pasado gritándome. Sentí cómo mi mejilla ardía como el infierno. Miré a Stella, ella estaba siendo sostenida por Peter. Me había tirado una bofetada. Mis ojos se aguaron.-

-No fui yo...- susurré.-

-¿Entonces quién fue? ¿Quién querría dañar tu vestido?- me gritó-.

-¡Juro por mi familia que no fui yo!- le grité al momento de levantarme de la cama. Peter la soltó luego de asegurarse de que no volvería a tocarme. Se me acercó y me vio con el coraje más puro que he visto. Jason y Peter se mantuvieron alertas por si Stella intentaba algo.-

-Pues entonces qué poco vale tu familia.- Dijo entre dientes, a centímetros de mi cara. Luego se fue. Me dejé caer en la cama...derrotada. Lastimada.-

-Buscaré un vestido, cariño- me dijo, como consuelo, Loretto. Qué extraño, creí que enloquecería al ver su creación hecha un desastre. Salió y me dejó sola con ellos.
Peter le susurró algo a Jason y asintió.-

-Te veo abajo, Grace.- Me dijo para luego irse. Molesta, saqué todas las notas que esa persona me había dejado y se las aventé a Jason.-

-¡Léelas!- le ordené. Él me miró dudoso pero, finalmente, las tomó y comenzó a leer cada una.- ¡Eso era lo que te iba a decir la otra noche!- Se me quedó viendo pero no dijo absolutamente nada.-

-El rey y la reina no deben saber nada al respecto. Te veo abajo.- Dijo serio. Salió y se llevó consigo las notas.-

~•~

Seguía en cama; con el camisón puesto. No tenía ganas de nada.
Llamaron a la puerta y cedí el paso.

-Este es el vestido que usarás mañana. El rey y la reina llegarán mañana para presenciar la fiesta. Se supone que Peter ya te ha pedido matrimonio, así que debes usar ya el anillo.- Dejó una pequeña cajita sobre el tocador. El vestido lo metió al ropero al igual que una caja de cartón.-

-Como sea.- Le contesté indiferente.-

-¿No piensas bajar? Has estado todo el día en cama, Grace.

-¿Y para qué habría de bajar? ¿Para que Stella me tire otra bofetada?- Exploté.-

-Baja a cenar.- Me dijo determinante-.

-No tengo hambre.- Le reté.-

-Ven- me jaló del brazo con fuerza, haciendo que me levantara de la cama. Me sacó de la habitación y me llevó al lugar donde todo empezó.- Sé que no fuiste tú.

-¿Ah sí?- le pregunté irónica-. ¿Desde cuándo, joven Jason?- me crucé de brazos-.

-Desde que desapareciste. Me resultó muy extraño el hecho de que fueses encontrará cerca de los tulipanes cuando no tienes permitido salir. Justo antes de que fueras a verme, oí pisadas pesadas en el pasillo. Luego llegaste tú y tu aire de pánico me confirmó que había pasado algo. La indiferencia fue lo más inteligente que pude tratar en ese momento para no alarmarte más. Y las notas me lo confirmaron todo.

-¿Y porqué no dijiste nada cuando Stella me golpeó?

-Porque solo eran sospechas. Te digo que fueron las notas las que me confirmaron que hay alguien tras de ti que quiere hacerte daño.

~••~

-Estoy lista.

-Se ve hermosa, princesa. No puedo creer que el señor Loretto le hiciera otro vestido.

-Oh no. Lo consiguió.

-Bueno- me sonrió- esos zapatos van perfectamente combinados.

-Gracias. Pásame la cajita del tocador, por favor.

-¿La negra?

-Sí, esa.- Me la dio y la abrí. Dentro se encontraba el anillo más bonito que había visto. Me lo puse y Cornelia me miró confundida-.

-No me diga que es el anillo de...

-Sí.- Contesté luego de ver que no iba a decir nada más.- Según Jason, Peter ya me ha pedido matrimonio y hoy solo vamos a celebrar aquello.

~•~

-Te ves hermosa, querida.- Me abrazó la reina con afecto. Sonreí. El rey me examinaba. En el gran salón había gente de trajes elegantes y caros, mujeres con vestidos preciosos; los camareros iban y venían con copas en sus charolas de plata; todos festejando el compromiso de Peter y su futura esposa.
Después de saludar a medio Londres y gente sumamente importante, me escapé para ir al balcón con una copa de vino blanco. Intenté beber un sorbo pero lo escupí, luego tiré el líquido sobre las rosas.-

-Se secarán y Vittorio se enojará.- Dijo a mi lado-.

-Es lo que menos me importa en este momento, Jason.

-Cambiemos de tema.- Me propuso animado-. Dime: ¿te gusta el vestido y zapatos que he escogido?- lo miré incrédula-.

-¿Tú los has escogido?

-Claro. Alcancé a Loretto y me enseñó todas sus creaciones para la futura reina. Le dije que ese, a él le pareció informal para la ocasión, pero logré convencerlo con esas zapatillas.- Reí.-

-Tienes un muy buen gusto.- Nos quedamos en silencio. Suspiré y dije:- Jason, quiero que me ayudes.

-Claro, ¿a qué?- me miró curioso.-

-A escapar de aquí. Te lo pido.- En ese momento sentí la presencia de alguien y una voz me la confirmó:-

-Así que tú eres la famosa chica que hizo esos magníficos cálculos.- Me dí vuelta y ví a un hombre con una copa en mano.-

-¿Habla de los que hice para el reino de Bolivia?

-De esos mismos. Mucho gusto, soy Isaac, el rey de Bolivia.- Me estiró su mano y yo la estreché.-

-El gusto es mío. Me llamo Grace McClaire.

-¿Te importa dejarme un momento a solas con ella? Quiero conocer más a la chica inteligente.- Le dijo a Jason, quien estaba con el ceño fruncido e ido a otro mundo. Finalmente pidió disculpas y se fue.-

Un regalo para PeterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora