Capítulo 6: "La verdadera heroina"
-Puede que muchos de vosotros no la encontréis relevante, pero la historia de Hera es realmente fascinante. Esa mujer demuestra una fortaleza enorme, es alguien a quien realmente admirar a pesar de que sus historias no son tan heroicas como la de otras diosas, pero seguramente la crueldad en ellas es equivalente o incluso superior -esas fueron las palabras con las que el profesor Parker nos brindó al empezar la clase el siguiente día. Esas palabras hicieron que gran parte de los habitantes del aula nos mirásemos extrañados.
>> Ahora lo vais a comprobar, ¿alguien sabe exactamente por qué Hera se casó con Zeus?
-¿Por qué quería ser la diosa más poderosa y por eso se casó con él? ¿Para tener mucha más importancia en el Olimpo? -Preguntó la chica llamada Lidia.
-No puedes estar más errada –dijo el chico que se sentaba normalmente a mi derecha, y los recuerdos de nuestra conversación en la cafetería invadieron mi mente. Aunque parezca extraño debido a su comportamiento normalmente, el tiempo que pasamos juntos en esa cafetería fue agradable y cálido, como estar en el sofá con tus amigos de toda la vida. Era algo sumamente familiar-. Hera no se casó por poder, era se casó porque la vergüenza que sentía hacia ella misma le obligó a hacerlo.
-De hecho, Hera era alguien que tenía mucho poder en el Olimpo y en toda la antigua Grecia. Se consideraba la divinidad femenina más pura y antigua. Antes de que las religiones más indoeuropeas aparecieran en la Grecia antigua, Hera era la diosa máxima, y cuando era representada junto a un dios masculino, ella siempre era representada más grande o con alguna aura que la hacía ver mucho más importante que el dios masculino –explicó el profesor Parker-. Pero los indoeuropeos llegaron e inculcaron la imagen de Zeus como dios supremo, cosa que se terminó aceptando por todos los habitantes de la antigua Grecia, o al menos casi todos.
-Pero... ¿qué vergüenza sentía Hera? –preguntó Lidia de nuevo.
-Hay muchas historias acerca de la unión de Zeus y Hera, pero supongo que Evan se basa en la leyenda que inspiró al poeta Teocrito, ¿verdad? –preguntó el profesor y Evan asintió-. Bien, la leyenda cuenta como la joven Hera estaba sola en el monte, se produjo una tempestad y un cuclillo, aterido de frío, se posó en su regazo. Ella, compadecida, lo abrigó con su propia ropa: en ese momento el cuclillo recuperó su verdadera forma, pues era Zeus metamorfoseado. Y ya os podéis imaginar lo que ocurrió después.
-¿Y por eso se casó con él? –Preguntó el chico llamado Adrià de las últimas filas.
-¿Me permite profesor? –Preguntó Evan a mi lado y el profesor Parker sonrió dulcemente e indicó con un gesto de su mano que Evan tenía la vía libre para responder a Adrià-. Tenéis que entender la mentalidad de alguien como Hera, una diosa totalmente pura hasta el momento. Era la diosa del matrimonio y de la familia, por lo tanto era alguien sumamente conservadora. ¿Haber estado íntimamente con Zeus y no tener lazos de matrimonio? No. Eso no era algo que ella hubiera hecho.
-Pero Zeus la pudo haber dejado triada e irse con cualquier otra mujer, ¿por qué la escogió? –preguntó otra chica cuyo nombre aún no me había aprendido.
-Zeus no era estúpido. Hera tenía capacidades que no podía hallar en otra mujer. Tenía la capacidad de hacer profecías y eso era algo que al dios le despertaba mucho más que la curiosidad –respondió esta vez Paula -. Además, Hera era alguien muy lista y sabía muy bien como manipular a su marido: humillaba al dios por sus infidelidades siempre que podía o daba falsas profecías sólo para molestarle. A parte, muchas veces cogía prestado el ceñidor de Afrodita para debilitar a Zeus.