Por las barbas de Merlín, recién son las dos de la tarde. Quiero que ya sea mañana. Necesito saber cómo le fue a Hermione. No puedo dejar de pensar en otra cosa que no sea en eso. Espero que le haya ido bien. No me gustaría verla triste.
Ya pasaron dos semanas desde ese Lunes, pero todavía no puedo olvidar lo hermosa que estaba. Irradiaba felicidad y brillo. Su sonrisa, nunca la había visto tan contenta en mi vida. Sus ojos, brillaban como nunca. Es imposible describirlo de otra manera, simplemente brillaban. Si nos hubiésemos quedado a oscuras, siento que podría ver su sonrisa y el brillo que sus ojos irradiaban.
Traté de encontrarla en el Gran Salón, pero no estaba allí. Quizás había bajado temprano y ya había terminado su desayuno. No lo sé, no le pregunté cuando la vi. La primer clase del día era Encantamientos, Gryffindor tenía Historia de la Magia, creo. En fin, la primera vez que la vi en el día fue cuando llegó la hora de Pociones. Bendita sea esa materia. Llegó junto a la menor de los Weasley como de costumbre, a la mitad del camino se separaron ya que la pelirroja se fue a sentar con un idiota de mi casa.
Demás está decir que vino derecho a sentarse a mi lado. No es que sea su persona favorita en el mundo, si no que tenemos que hacer el trabajo juntos. Bueno, como decía, su sonrisa era la más grande que había visto en toda mi vida. La observé unos segundos más y parecía que no se le iba a borrar nunca. El Profesor empezó la clase antes de que pudiera siquiera decirle 'Hola'. En cuanto Slughorn se calló y nos dejó que continuáramos con el trabajo, la miré y le dije:
- ¿Y, cómo te fue?- no pude evitar sonreír también.
Quizás habría sido más cortés si la saludaba o algo por el estilo, pero no me contuve. Ella se giró y se me quedó mirando, todavía sonriente.
- ¡Genial!
No sé qué pasó pero de un segundo a otro, ella siguió escribiendo en sus apuntes.
- ¿Eso es todo? ¿No me vas a contar más nada?
- Bueno, ¿qué quieres que te cuente? Deberíamos ponernos a hacer el ensayo.
- Hay tiempo para eso. ¿Te extrañaban?- por supuesto que la extrañaban, ¿quién no extrañaría a esa mujer?- ¿Estaban bien?
Ella me volvió a mirar, sonriente y confusa al mismo tiempo.
- Sí, los encontré bien por suerte. Están un poco más avejentados, pero ya sabes. Estar en un hospital con gente que ni siquiera es de tu mundo y sin recordar cosas fundamentales en tu vida, debe generar ciertas tensiones ¿no?
- Claro, sí, me imagino despertarme en un hospital Muggle sin recordar nada excepto que soy un mago. No entendería nada de cómo funcionan las cosas y esos aparatos raros tan avanzados.
No podía creerlo, ¿Draco Malfoy admitiendo que no entendería nada del mundo Muggle? Wow, eso sí que es nuevo.
- ¿Por qué me miras así? ¿A ti no te pasaría eso?
- No, soy hija de muggles. Entiendo ese tipo de cosas.
- Ah, es verdad. Me había olvidado.
Su expresión me hizo reír. No era de asco, si no de confusión.
- Vamos, ¿tú? ¿Olvidarte que soy una sangres-
Él me interrumpió bruscamente y su expresión amable cambió. Su rostro se había ensombrecido o algo así. No puedo explicarlo de otra manera.
- Pero ¿qué dices? Tu sangre es igual de roja que la mía.
- Sabes a lo que me refiero, Malfoy.
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Nunca Lo Hubiese Imaginado
FanfictionDespués de la Guerra, Hermione decide volver a Hogwarts junto a Ginny. Lo que no espera es que Draco también vuelva. En esta historia ellos comienzan a conocerse. Él aparentemente cambió. ¿Ella le dará una oportunidad de demostrarlo? Éste fanfic no...