Nunca Lo Hubiese Imaginado

8

Después de salir de la biblioteca, comenzamos a caminar en silencio. ¿Cómo empezaré a hablar? ¿Qué le diré? "Draco, te amo". No, no. Es muy pronto para eso. "Creo que me estoy enamorando". Podría ser, pero no. "Draco, quiero salir contigo". Genial, Hermione. ¿No quieres decirle que quieres casarte y tener hijos también? Por Merlín, ¿qué le diré? Lo único que espero es no encontrarme con Myrtle La Llorona.

Hermione iba caminando absorta en sus pensamientos, tanto que casi sigue de largo por la puerta del baño del segundo piso.

Ninguno de los dos dijo nada hasta que llegamos. Abrí la puerta del baño e hice un gesto con la mano indicándole que pasara. Luego de que yo haya entrado, ella hizo un par de hechizos a la puerta. Supongo que para que nadie pudiese entrar o escuchar algo. Tomé valor y rompí el silencio.

- ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?

Ella dudó, pero al final respondió:

- Ya sabes la respuesta...

- No, no la sé.

Mentí, lo cierto es que me lo imaginaba. Pero quería escucharlo de sus labios. Necesitaba hacerlo.

- Claro que la sabes.

- No, no la sé- repetí.

- Sí que la-

- No, y si la supiera, prefiero que me la digas tú- dije interrumpiéndola bruscamente.

- Bien, pero necesito que no interrumpas. Tengo que pensar muy bien cómo decirlo.

- Está bien.

Me apoyé en un lavabo y me crucé de brazos. Podía observarla toda la vida. Lo juro. Era hermosa. Ya habían pasado cinco minutos en los que ninguno había dicho nada. Ella sólo se limitaba a hacer gestos de impaciencia, frustración y en un par de ocasiones había querido comenzar un discurso. Pero siempre se frenaba antes de que algún sonido saliera de su boca.

- Hermione...- dije sin poder aguantarme más.

- Espera, Malfoy- dijo levantando su dedo índice.

Puse los ojos en blanco y me acomodé un poco, ya me estaba cansando de estar en esa posición.

Después de otros dos minutos en silencio, ella dijo:

- Es que... mira...

Y más silencio comenzaba a crecer en la habitación. Si ésa hubiese sido la primera vez que pisaba aquel baño y alguien me pidiese que describiera el lugar, no podría. Lo único que veía era a ella. No podía concentrarme en otra cosa. No podía dejar de mirarla.

Ahí fue cuando me di cuenta de que estaba realmente nerviosa. Y no era para menos, venir a decirle a alguien que nunca podría amarlo... pero realmente necesitaba escucharlo de sus labios. No era por masoquista, no sé, no sabría explicar el por qué. Simplemente lo necesitaba.

- Malfoy, yo...

- ¿Si?

- Quiero que sepas qu-

Pero Hermione no pudo continuar hablando. Alguien, o mejor dicho algo, salió de uno de los inodoros más lejanos gritando y llorando.

- ¡¿Quién se atreve a entrar a este baño?! Oh, Draco- dijo Myrtle La Llorona poniendo voz melosa y mirando al chico cariñosamente.

- Hola, Myrtle.

- No me has venido a visitar más. Te he extrañado tanto.

El fantasma de Myrtle sobrevoló el baño e hizo un descenso suave hasta posarse casi al lado de Malfoy. Él no se alejó notoriamente pero se lo veía un tanto avergonzado.