Capitulo 17-"De vuelta en el pasado: Parte 2"

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LakeWood, 1790.

Aarón POV.

Despierto por los sonidos de las ramas crujir, alguien se acercaba, lo podía sentir.

Escuchaba cada uno de los sonidos, me encuentro acostado en una pequeña casa, ¿Dónde estoy?

Mi vista... Mi oído... Todo estaba agudizado, me sentía débil, muy muy débil.

¿Qué está pasando?

Yo no debi de sobrevivir, no después de que uno de los hombres que querían matar a mi familia, me disparara cruelmente.

Y derrepente me di cuenta en qué situación me encontraba.

Yo debí de morir.

¡Yo sentí que moría, sentí que se me iba la respiración, y después vi todo negro, yo no debo de estar vivo, yo debí morir, esto es un completo error!

Y mi madre... Mi hermano, mi... Mi padre, ¡Yo débi morir con ellos!

Porque soy un cobarde, soy débil.

Cobarde.

Débil.

Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza.

Recuerdos pasajeros se hacen presentes en mi mente, como si estuviera viviendo de nuevo, de todo lo que eh vivido, de las buenas y malas experiencias que eh compartido con mi familia, las discusiones con mi padre, los buenos momentos con Caleb... Mi hermano, todas las pláticas con mi madre, esto no puede ser posible, ellos no pueden estar muertos, yo no puedo estar vivo.

YO NO PUEDO ESTAR VIVO.

YO NO PUEDO ESTAR VIVO.

-¡YO NO PUEDO ESTAR VIVO!-Grite mientras lágrimas caían sobre mis mejillas, lágrimas de impotencia, de enojo, de tristeza, de todo, todo cambiará, no sé qué haré con mi vida, mi familia está muerta, yo... No tengo rumbo.

Derrepente la puerta se abre y yo me limpio bruscamente las lágrimas, odio que me vean llorar sea quien sea.

La única persona que me ah visto llorar es... Mi madre, ella lo hacía.

-Aarón Collins, si no me equivoco, ¿verdad?-Preguntó una voz femenina.

-¿Quién eres? ¿Porque estoy aquí? ¿Dónde está el cuerpo de mi madre?-Pregunté alterado quitando mis manos de mis ojos, ahí fue cuando pude observar a la chica que se encontraba frente a mi.

-Muchas preguntas a la vez, señor Collins, soy Emily-Dijo tranquilamente depositando varias cosas que traía en la pequeña mesita que se encontraba.

-¿Porque estoy vivo?-Pregunté sin más, yo no debí de sobrevivir, no después de aquel impacto.

-Realize un hechizo, veras ¿alguna vez has pensado en que los cuentos de terror sobre criaturas que bebían sangre que te contaba tu madre de pequeño?-Preguntó, jamás lo había pensado.

-No-Conteste.

-Vampiros, se llaman así-Dijo, por supuesto que sabía que se llamaban vampiros.

-¿A qué se debe todo está charla sobre los vampiros? Son cuentos para asustar a los niños-Dije.

-No, no lo son, brujas, seres inmortales, licántropos, sus peores pesadillas que pueda imaginar, existen, señor Collins, no son cuentos para asustar a los niños, su madre sabía que en algún momento de su larga vida ella moriría, y dejaría a sus pobres hijos desprotegidos y débiles, así que hace un largo tiempo ella me pidió que realizará un pequeño hechizo, para hacerle inmortal a usted y su hermano, la sangre está dentro de ti desde que naciste, estabas destinado a no morir, a ser inmortal por la eternidad-Termino de decir aquella chica.

-Deja de bromear y dime la verdad-Dije levantándome de golpe con una fuerza sobrehumana y a una gran velocidad llegando hasta a ella para tomarla violentamente del cuello con mis manos.

Yo no pensaba lo que hacía, solo lo hacía, quería que me dijera la verdad, quería que ella contestara mis preguntas.

Derrepente mi curiosa mirada de dirigió hacia su cuello, su vena iba a una gran velocidad y podía escuchar claramente como su corazón latía cada vez con más rapidez, y su cara era de completo horror.

-Señor Collins, es verdad todo lo que ah salido de mi boca, por favor, suélteme-Dijo con una gran dificultad en sus palabras debido a mi atroz agarre en su cuello, estaba asfixiándola, y probablemente sí seguía aplicando aquella fuerza ella moriría, pero no me importaba en lo absoluto, yo quería respuestas y ella no me las daba.

-Mientes, ¡MIENTES! Quiero que me digas la verdad, YO NO PUEDO SER UNA DE ESAS COSAS, NI MUCHO MENOS UN SER INMORTAL, mi madre, mi preciada madre no me podría hacer aquella atrocidad tan horrible, MIENTES... yo no puedo, no puedo...-dije aflojando el agarre de su cuello como si me estuviera arrepintiendo de que yo, Aarón Collins le estuviera causando un daño a alguien, una mujer completamente desconocida para mí.

La solté de golpe y ella cayó, empezando a respirar con demasiada dificultad, después empezó a toser recomportándose.

-Es verdad, Aarón, tú madre, ella me pidió que la ayudara, tenía miedo Aarón y quería protegerte-Dijo aún en el piso, en sus palabras había sinceridad, ¿porque una desconocida mentiría?

-Soy un monstruo-Dije sintiendo como las traviesas lágrimas amenazaban con bajar de mis ojos.

-Aarón, no es tu culpa-Dijo tratándo de reconfortarme, y tratándose de acercar.

-¿Viviré para siempre?-Dije.

-Lo harás Aarón, escucha esto tiene algunas ventajas, vivirás Aarón, podrás vivir, vivir de verdad-Dije mostrando una pequeña sonrisa.

-Pero mi familia...-Comenze a decir.

-Aarón, ellos están en un lugar mejor, todos, tú madre, tu padre y tu hermano, ellos están bien-Dijo ella dándome un pequeño abrazo, y vaya que lo necesitaba había perdido a las tres personas más importantes para mí, las había perdido para siempre.

De algo estaba completamente seguro, mi vida iba a cambiar y no precisamente para bien.

Unbreakable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora