~ Capítulo 17 · Infraganti ~

7.4K 526 3
                                    


Empecé buscando información sobre aquél experimento del que ahora formaba parte. Necesitaba saber cuál fue la causa o si hubieron más víctimas y si pudiese saber más, como se hizo aquel experimento, que pasos realizaron... quería saberlo todo.

Tras media hora buscando en internet, escuché unos golpes que provenían del garaje. Nada similar a los golpes del gato del vecino, cuando se coló, esta vez eran golpes más fuertes. De algo grande se trataba.

Bajé sigilosamente, alumbrando con la linterna del móvil. Noté crujir el tercer escalón de la escalera principal mientras abría la puerta. Cada vez estaba más cerca.

- ¿Kyle? - susurré esperando una respuesta de ese grandullón.

No contestaba nadie.

- ¿Mamá? – volví a susurrar.

Fui saliendo poco a poco de mi habitación, acercándome lentamente a las escaleras. Escuché un ruido en mi espalda y reaccioné girándome de golpe para lograr ver algo. Miré atentamente todo cuanto llegaba a alumbrar aquella linterna. De repente, alguien tapó mi boca con sus manos. Intenté patalear, gritar, conseguir que alguien me escuchara.

- Sht... - susurraron en mi oreja.

Me calmé. Sabía quién era.

Cuando se dio cuenta que mi intento por escaparme había sido vencido, aflojó su agarre y quitó su mano de mi boca.

- ¿Qué haces aquí? – susurré incrédula y nerviosa mientras le empujaba, agarrándole del brazo, para meterlo en mi habitación - ¿¡Podrían verte?! ¡En que estabas pensando!

- Cállate, al final nos pillaran por tu culpa.

- ¿Por mi culpa? – dije sentándome en mi cama, dándome por vencida ante sus pensamientos ilógicos e incomprensibles.

- Bueno... asique este es tu cuarto... - dijo el moreno paseando por cada rincón de mi habitación, mirándolo atentamente.

- ¿Querías algo? – dije mirándole indignada.

- ¿Podrías ser más amable con tu alma gemela? – dijo él en un tono gracioso.

- Jason, cielo... - dije tras un suspiro

- Mek, demasiado.

- Me desquicias...

Me tumbé en la cama, mirando el techo. Giré mi cabeza y Jason ya estaba a mi lado.

- ¿Cómo lo has... – empecé a decir.

- Ya lo entenderás, pequeña.

- Sí... mejor.

Pasó su brazo por debajo de mi cabeza y nos quedamos mirando la nada por mucho tiempo.

- Jason... estoy empezando a quedarme dormida. – dije medio sonámbula

- Pues duerme. – susurró.

Cogí su mano y me di la vuelta envolviéndome en él y perdiendo la noción del tiempo y olvidando que era la pregunta que debía de hacerle para saber el motivo por el cual había llegado, me dormí.

El perfecto experimento de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora