* Capítulo 19 - Un largo camino *

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Maratón 2/2

POV. KYLE

Estaba inquieto por la conversación con Ash. La pulgosa estaba tardando más de lo que pensaba, asique toqué el claxon varias veces hasta que apareció.

- Casi no me has dado tiempo - se quejó.

Encima tendrá morro... después de tenerme esperando más de 15 minutos...

Arranqué el coche y puse el GPS rumbo a su instituto.

- Parece increíble que aun siendo mi hermano, no te hayas aprendido el camino.

Sonreí. Esa pequeña me pillaba siempre.

- Ash vamos a hablar. - afirmé.

- ¿De?

- Una conversación de hermanos - concreté. Ashley me miró esperando algo más de mí. - De las que todos los temas que hablamos, nadie más sabrá que existen.

- ¿Qué quieres Kyle?

- Ash... sé que te estás viendo con un chico. - Ash abrió la boca pero antes de hablar volví a interrumpirle. - No me gusta eso, pero supongo que es cosa de la edad.

- Hermanito, te estas equivocando.

- Ash... ¿Con quién pasaste la noche? - dije sin rodeos.

- ¿Yo? Con nadie. - dijo ella cruzándose de brazos.

Mentía. Conocía perfectamente sus gestos cuando lo hacía. Arrugaba su pequeña nariz para rascársela sin tener que utilizar sus manos.

- ¿Crees que soy idiota? - le dije apartando momentáneamente la vista de la carretera.

Abrió su boca de nuevo y llevó su mano al pecho. Fingía dolor para poder librarse de la situación.

- Ash... sé que el chico que se coló ayer en casa, era tu novio.

- Vale, se coló un chico. - confesó - Pero no es mi novio.

Algo empezó a subir por mi cuerpo. Calor. Pero un calor preocupante, me estaba cabreando sin tener razón.

- ¿Entonces quién era? Porque no le he escuchado irse hasta esta mañana.

- ¿Se fue esta mañana? - preguntó.

- ¿Acaso no estaba contigo?

Asintió energéticamente con la cabeza.

- Sí, estaba conmigo pero no le escuché irse. - confesó de nuevo ella.

- Entonces puedes explicarme... ¿Qué hacía ese chico en casa? - volví a retomar el tema.

- ¿La verdad? - dijo ella fijando su mirada en mi - No tengo ni idea.

- Pues entérate. - le ordené sacando mi espíritu de hermano protector.

- ¿No vas a enfadarte? - dijo ella cabizbaja.

- No. Solo porque yo hice cosas peores. Pero no quiero volver a verle, ni escucharle dentro de casa. - Tomé una bocanada de aire - Ah, y tampoco quiero que vayas a su casa. Eres demasiado joven para...

- ¡Cállate Kyle! - gritó ella.

- Solo quería... ya sabes... darte consejos. - dije con naturalidad.

Ash puso su mano en la maneta de la puerta y me miró desafiante.

- Como vuelvas a hablar de eso, te juro que me tiro con el coche en marcha. - amenazó la pulgosa.

Reí. Me hacía gracia ver como se indignaba por algo tan insignificante como las relaciones sexuales. Es algo natural.

- Vamos señorita, ha llegado a su destino. - dije imitando la voz del GPS.

Ash bajó del coche y con su mochila colgada, se dirigió hacia la puerta del instituto.

Le miré esperando ver como se juntaba de nuevo con aquel chico. Y por fin apareció, un chico rubio pasó su brazo por los hombros de mi hermana.

Respiré profundamente intentando controlar mis ganas, por bajar del coche y aplastarle la cara contra el asfalto.

Arranqué el coche de nuevo y me fui a casa. Hoy tenía el día libre.

El perfecto experimento de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora