~ Capítulo 24 · Plaza Cipriano ~

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Llegué a la Plaza Cipriano y esperé, sentada en un banco la presencia de alguien. Miraba a todos lados expectante por la persona que había llamado. Recordé que mi teléfono estaba apagado asique decidí volverlo a encender por si volvía a recibir otra llamada.

Miré la hora, me había pasado quince minutos de la hora acordada.

Noté como alguien golpeaba levemente mi espalda y me giré. Un hombre encapuchado de negro, el cual no podía reconocer por ir tapado.

- ¿Quién eres y que quieres? - impuse, levantándome de golpe marcando así la distancia.

Dio un par de pasos hacía mí.

- No te muevas y dime quien eres. - volví a imponer.

- Ven conmigo, te enseñaré la verdad. - dijo el hombre encapuchado.

Miré de nuevo mi móvil, aun me quedaba un 17% de batería.

- Solo iré si dejas que me acompañen.

- ¿Quién va a acompañarte? ¿El chico al que hace poco que has conocido, que te ha contado una historia sin enseñarte ninguna prueba evidente de que sea cierta y que te ha entregado a la única persona que quiere experimentar contigo?

Nunca lo había visto así. Fue Jason quien me dijo que no debía de fiarme de nadie, incluyendo a mis padres, pero eso también es algo que no entiendo, quien no va a fiarse de sus padres después de tener una relación perfecta con ellos... No quise plantearme nada más, si había llegado hasta aquí no iba a rendirme ahora y sin más dilación decidí seguirle sin pensar en las consecuencias.

Fuimos caminando entre callejones oscuros, alumbrados solamente por algunas de las farolas colocadas en las intersecciones entre manzanas.

- ¡Eh! Espera - grité cuando aquella persona a la que seguía, casi desaparecía entre la oscuridad.

Cada vez aligeraba más sus pasos y le perdía de vista con más facilidad. Solo un contorno entre la oscuridad, era el que me guiaba. Notaba como poco a poco mis pulsaciones iban acelerándose y mi respiración se agitaba. Mis manos empezaron a sudar, un sudor frio y mis dientes empezaron a temblar sin poderlos retener.

Empecé a correr en línea recta con la esperanza de volver a encontrármelo, pero topé con algo de frente que me impidió continuar. Tapó mi boca y todo se volvió más oscuro de lo que ya era. Perdí el tono muscular y caí rendida al suelo.


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TA - TA - TA - TACHÁN

¡Pequeña pista de la cara de JASON!




¡¡Espero que os guste, besitos!!(:

El perfecto experimento de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora