El perfecto experimento de mi vida

Capítulo 54 · Ni la persona

Final, finalísimo! Recomiendo de nuevo, leerlo con la música, si me habéis seguido desde el principio o habéis visto los videos que he ido subiendo, reconoceréis la canción. Besitos y a disfrutar:)

Pov. Jason

Ahora ya sabes toda la verdad y por suerte, ya no corres peligro. Así que... tú decides Ash. Te prometí que haría lo que me pidieses... - dije cabizbajo – o me quedo o desaparezco para siempre.

- Necesito tiempo. – dijo Ash dudosa por la decisión.

- Mañana por la noche te esperaré en la plaza Cipriano. Si no apareces ya sabré que decisión has tomado. ¿Te parece bien?

Asintió. Y tras ese gesto, me fui, acelerando poco a poco el paso y consciente de que Ashley no aparecería.

Fui a casa y recogí todas las cosas que necesitaría para mi nuevo hogar. Cuando lo tenía todo empaquetado, me dí cuenta que elpasado no puedo arrastrarlo para rear un futuro, así que decidí dejarlo todo donde estaba e irme solamente ocn lo que podía llevar encima.

Miré por internet un nuevo destino en el que empezar de cero, pero ninguno lograba convencerme. Tal vez, no estaba seguro de encontrar un lugar mejor.

La frustración por sentir que no había podido hacer feliz a Ashley, ni siquiera darle todo de mí, era algo que me estaba matando por dentro. Así que decidí escribirle una carta, explicándole todo cuanto pensaba y sentía y, metida en un sobre, la coloqué bajo la almohada de mi habitación. Solo la leería si le importé lo suficiente como para volver.

Dormí durante unas horas para poder olvidar el tiempo y no voy a mentir, poder sacármela de la cabeza.

Cuando desperté, lo intenté pero no pude. Jamás abandoné el lugar, y tampoco a Ashley, pero me aseguré de que jamás volviese a saber de mí. Moría cada vez que la escuchaba llorar desde el tejado de su casa, tumbada en su cama, pero era la opción que ella había decidido y yo, debía respetarla.

(...)

Pasaron los meses. Siempre recurría a su tejado cuando por las noches me preguntaba si ella seguiría pensando en mí, del mismo modo que yo lo hacía, y para mi sorpresa grata o no, lo seguía haciendo.

Llovía, uno de los truenos consiguió despertarme, haciéndome volver a la realidad donde mi consciencia me hacía darme cuenta de que Ashley no despertaría a mi lado.

Cogí mi chaqueta y puse rumbo a su casa. En menos de diez minutos, ya había llegado y sin hacer ruido ocupe el lugar donde siempre le contemplaba. Pero esta vez, era diferente, ella no estaba allí.

- Jason – dijeron tras de mí.

Un escalofrío recorrió mi columna al escuchar su voz. Su dulce voz adormilada. Me giré mostrando solo parte de mi rostro empapado por la lluvia.

- Has vuelto... - dijo ella tocando su rostro comprobando la realidad.

- No Ashley, no he vuelto ni voy a hacerlo. – dije de la manera más fría posible.

- Jason, yo... quisiera disculparme... - empezó a decir Ashley.

Su sentimiento de culpabilidad estaba acabando conmigo, tenía que acabar con esta situación.

- ¡Jason de verdad perdóname! – dijo corriendo hacia mí.

Mi postura pasiva, le hería pero sabía que tenía que continuar así, por su bien. Ella no se merecía vivir así.

- ¿Jason? – dijo tocando mi rostro y moviendo mi mentón hacia ella para mirarme a los ojos. - ¿Qué pasa?

- No sé qué estas intentando Ashley, pero déjalo.

- ¿Qué? – dijo con sus ojos cristalizados.

Me dolía verla así, me dolía tanto que sabía que jamás podría sacar de mi mente esa imagen.

- ¿Ya no me quieres? – dijo entrecortadamente.

Mantuve el silencio durante un par de segundos. Mi indecisión, por decirle la verdad o mentirle no me ayudaban a pensar con claridad. ¿Mentirle y ayudarle en su vida o decirle que no he podido olvidar desde la primera mirada o sonrisa que me dedicó hasta la última de ellas? Decirle que ha sido imposible dejar de verle, porque soy adicto a ella, o bien, ¿Decirle que le quiero y que quiero quedarme con ella el resto de mi vida, o mentirle diciéndole que conseguí olvidarla y que ella debería hacer lo mismo? Tenía dudas, muchas dudas, pero no tenía tiempo para pensar con claridad.

- No Ashley, ya no te quiero. – mentí apartándole la mirada.

- Siempre pensé que una bestia sería capaz de amar. – dijo apartando sus delicadas manos de mí.

- Y amé, pero no era el momento.

- Ni la persona.

- Ni la persona. – repetí facilitándole mi olvido.

Besó mi mejilla y con eso, me fui. Salté del tejado, y herido corrí hacia mi casa notando como las lágrimas se confundían con las gotas de lluvia. Esto era un adiós, y un adiós para siempre.

FIN

****

Se acabó ahora sí que sí....

Espero que os haya gustado y si tenéis alguna duda, preguntármelo por cualquier vía, no os quedéis con eso dentro jejeje

¡Muchos besitos para todoooooos! Y de nuevo, y por última vez, gracias a todas aquellas personitas que han dedicado tiempo a leer, votar y comentar mi novela. Me habéis hecho ultra feliz con cada cosa nueva que veía de vosotros.

Volveréeeeeeeeeeeeeeeeeeee (con más historias)!!