- ¡Ashley Baker, acuda a mi despacho por favor! – gritaron desde el interfono.
Sabía que era Robert y me asustaba la idea de que hubiese descubierto quien fue el culpable de aquella... pequeña broma. Cogí una profunda bocanada de aire y abrí la puerta del despacho. Robert, quien buscaba entre sus cajones fijó la mirada en mí y furioso me ordenó sentarme.
- Ashley, ya has conseguido lo que querías. – dijo éste quitándose las gafas y colocándolas en el bolsillo de su camisa. – Hemos descubierto quien ha sido el culpable del incidente con el humo y todo apunta a ti.
- No verá, ha debido de haber un mal entendido. – quise excusarme fallidamente.
- No, no ha habido ningún mal entendido. Encontraron a Ron, y confesó todo, además, hemos descubierto su mochila en la taquilla. – dijo Robert enseñándomela.
- ¡Eso es violación de la intimidad! – dije señalándole ofendida.
- A todo esto Baker, le pido que recoja todo cuanto tenga en mi instituto durante el día de hoy y firme y entregue este documento a sus padres.
- ¿Qué- que es esto? – tartamudeé incrédula mientras revisaba el documento que acaba de tenderme Robert.
- Esto es el final de su curso en mi instituto. – aclaró su garganta y orgulloso continuó. – Su expulsión.
Pude ver como contenía la sonrisa de felicidad tras comunicarme que había sido expulsada.
- Debe de haber un error, de verdad, no puede expulsarme. ¡Todo el mundo comete errores! – dije desesperada pensando en la reacción de mis padres.
Robert se levantó de su silla y se acercó a mí. Agarró mi brazo con firmeza y se acercó a mi rostro.
- El primer y único error de toda su vida, ha sido juntarse con Jason. – susurró.
Le miré sosteniendo las lágrimas que amenazaban con salir y salí de allí fingiendo estar perfectamente anteponiendo el orgullo a la situación.
Fui hacia mi taquilla y recogí todo lo que contenía, lo mismo hice con mi mesa y después, no sin antes echar un último vistazo al instituto, me fui de allí sabiendo que jamás volvería de nuevo.
Tal vez Robert tenga razón, desde que conocí a Jason no ha pasado nada bueno en mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional. Pero le di mi palabra, y solucionaré con él todo el asunto de Bruno.
Pasé por una de las cafeterías del pueblo, haciendo tiempo antes de llegar a casa.
Podría fingir una larga enfermedad... eso me daría unos cuantos días para pensar en otra excusa o en algún plan para entretenme.
Mi móvil empezó a vibrar, aún no me había dado tiempo a ponerlo en sonido.
Llamada entrante: Número desconocido.
Ignoré la llamada, pero no cesaba y a la quinta vez de volver a llamar, descolgué.
- ¿Sí? – contesté.
- Ashley... ¿Se puede saber que has hecho ahora?
Afirmativo, era Jason. Cerebro piensa alguna excusa porque la verdad es patética...
- Naaaaaadaaaa – alargué mi tono de voz intentando pensar algo que sonase convincente.
- Ashley mientes fatal.
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El perfecto experimento de mi vida
Teen FictionPróximamente en edición. Ashley Baker, una adolescente que tuvo bastantes problemas escolares a lo largo de su vida, decide mudarse a un lugar totalmente distinto y lejano. Ella, nunca ha querido llamar la atención, pero siempre, muy a su pesar, ha...