VIII: El lago de Meltis

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Nos encontrábamos en un oasis bastante grande en el desierto, a unos cuantos cientos de kilómetros de Polpumios.
Cuando el humano llamado "Espada" despertó dijo que el pueblo Ankorino y Subterra no iban a escuchar a los Fugitivos, por lo que debíamos hacer un acto heroico. ¿Y cual? Justamente liberar Polpumios, como lo habíamos intentado antes del accidente de la Braar. Espada, al ver el poder que tenía Erick, decidió ayudarnos a regañadientes. Luego de dos días habíamos reunído a más de docientos seguidores fieles a Atnelön, por lo que nos instalamos en un oasis llamado Meltis en donde pudimos descansar y prepararnos tranquílamente.
Pero yo no podía dormir. Me atormentaba la idea de que los Fugitivos me hubiesen engañado, que hubiesen matado a un hombre inoscente solo para darle poderes miserables a otro. Al llegar el cuarto día de hospedaje en Meltis, el odio hacia Sven y Potts creció hasta llegar al límite. Me juré que si los veía nuevamente los iba a matar, pues además del fraude nos habían abandonado en un planeta completamente desconocido, sin tropas y completamente vulnerables.
Ya había pasado una semana completa desde el incidente en Subterra, era casi medianoche y decidí bañarme. Sí, yo era la única persona en la existencia que decidía tomarme un baño de diversión mientras cinco planetas se encuentran en una guerra que podría decidir el futuro del Universo.
Me quité la blusa, me puse traje de baño y salí del saco de dormir, adentrándome entre alguna que otra palmera, césped oscuro y arañas gigantes.
Caminé por unos minutos hasta que llegue a un pequeño lago, del que emanaba una luz celeste brillante haciendo que la vegetación del oasis se viese hermosa. Pero alguien más estaba dentro.
De espaldas, Erick se encontraba sumergido hasta la cintura en las aguas brillantes, mirando una gran roca que formaba una cueva cerca del lago. Me sorprendió al ver seis líneas negras trazadas en su espalda blanca, tres en la izquierda y tres en la derecha. Los trazos cambiaron de pronto y tomaron una forma ondulada, mientras Erick se volteaba con brusquedad para ver quien se encontraba observándolo.
-Hola. -sin nada que decir, le saludé.
El dibujó una sonrisa forzada en su rostro, alzando la cabeza hacia la resplandeciente luna rojiza y fosforecente.
Primero entró mi pie derecho. El agua estaba tívia, por lo que entré con más rapidez.
Cuando comencé a caminar hacia él el agua me llegaba hasta la cintura, por lo que yo y Erick eramos del mismo tamaño.
-¿Que observas? -odiaba intrometerme en la vida de una persona que apenas conocía, pero ese hombre misterioso generaba una curiosidad impactante en mí.
-La luna. -no parecía estar molesto, por lo que me atreví a acercarme más y copié su anterior movimiento.
Del cielo no colgaba ninguna estrella, solo aquella bola rojiza y brillante que me hacía estremecer-. Es impresionante que la luz de las estrellas aún no hayan llegado a Ankoron.
Parpadeé unas cuantas veces ante la información. La luz viajaba a trecientos mil kilómetros por segundo, por lo que se suponía que la luz de las estrellas ya había alcanzado todos los rincones del Universo desde su creación.
Bajé la vista para mirar el oasis, Erick se había sumergido en el agua para luego aparecer con un estallido de agua en la superfície.
-¿Sabes porqué brilla? -al ver que era Erick quien estaba interesado en hablar conmigo, me puse cómodo y me hundí hasta el cuello. El agua estaba exquisita.
-No, ¿porqué? -retiré mi mano del lago, el agua brillante cayó con rapidez a la superfície.
-Se les llaman Lagos de Meltis. Solo existen en oasis, y cada oasis que tenga uno de estos lagos se le denomina Oasis de Meltis.
Asentí con curiosidad y hundí mi cuerpo entero, extendiéndolo en el agua haciéndome recordar la vez en que el Arca había explotado y Nanâmor y yo habíamos sido lanzados al espacio.
Abrí los ojos, pero lo único que pude ver fue una luz cegadora y brillante invadiendo mi visión. Cuando subí vi que Erick me miraba fijamente, sus tatuajes seguían siendo líneas onduladas.
-¿Y que tienen de especial los Lagos de Meltis?
Noté que sus ojos lanzaron un destello de luz.
-Que la energía se movimenta más fácil por estas aguas, una persona como yo puede acceder al cien por ciento del cerebro de un ser viviente en menos de un segundo cuando se encuentran los dos en estas aguas.
¿Que había dicho? Sacudí la cabeza levemente cuando escuché la información, trazando una sonrisa llena de curiosidad.
-¿En que sentido "acceder al cien por ciento del cerebro de un ser vivo"?
Soltó un suspiro tomando un poco del agua. Lo imité, tenía un sabor bastante dulce.
-Bueno, ver sus recuerdos más profundos, controlarlo, canalizar energías, mezclarlas, transferírlas, hacer un lavado mental... -al ver que yo no estaba entendiendo optó por explicármelo con más facilidad-. Escucha, algunos Mestizos obtienen poderes relacionados con la energía. Como yo, que puedo controlar a las personas, borrárles recuerdos y acceder a ellos gracias a la energía que fluye a través del aire y nuestros cuerpos. -intentó explicármelo con un movimiento de manos-.  ¿Has escuchado sobre la teoría de la energía aplicada?
Negué, este se acercó a mí.
-Bueno, según esta teoría toda la materia es energía, solo que en diferentes formas y manifestaciones.
Asentí, intentando encajar toda la información que me estaba dando.
-Bueno, aplicando esta teoría, como te decía, la energía de mi cerebro viaja a través de ondas hacia el tuyo, haciendo que pueda acceder a tu mente y poder hacer cualquier cosa.
-Como lo hiciste en Subterra.
-Exacto. -los dos sonreímos-. Bueno, como te decía, estas aguas son especiales. Brillan porque la acumulación de energía en estos lagos es demasiada, por lo que mi energía puede fluir con más rapidez cuando me encuentro en zonas con más energía acumulada. -bajé la vista para ver las aguas, el brillo me incomodaba bastante pues no podía ver el fondo del lago-. Y como puede fluir con más rapidez, esta puede introducirse a la menta de una persona con más facilidad.
Asentí, la verdad es que eso me había parecido increíble.
-Vale, y... ¿Que son esos tatuajes?
Él bajó la vista para mirar sus marcas, seguían en la misma posición desde que había llegado.
-Oh, cada forma representa la amenaza de otra persona. Digo, como mi energía se conecta a la tuya, puedo ver si eres peligroso, inofensivo, tranquilo, hostil o cualquier otra característica, haciendo que mis marcas cambien de forma.
-¡Ah! -escuché una afirmación salir de mi boca, ahora entendía todo con tranquilidad-. Entonces, ¿las líneas onduladas significan que soy...?
-Significa que cuando te defiendes puedes ser peligroso, pero en general eres tranquilo.
Asentí con una risa nerviosa, me llevé la mano a la boca y tragué un poco más de agua.
-Genial... -murmuré.
Pero la felicidad se fue al instante. Los tatuajes de Erick tomaron la forma de círculos, los ojos del adolescente brillaron en un tono blanquecino y dirigió su mirada hacia una acumulación de palmeras y arbustos.
-¿Que significan los círculos? -pregunté mientras tragaba saliva, observando fijamente la vegetación. Dos arbustos y una palmera se sacudieron con brusquedad, pude sentir una corriente eléctrica recorrer en menos de un segundo mi cuerpo.
"Erick está usando sus energías" pensé, por lo que decidí salir del agua brillante.
-Significan... -de los arbustos salió una silueta parecida a la de un humano, y gracias a la luz de la luna y el brillo de las aguas pude contemplar con facilidad quien era. Espada dibujó una sonrisa maliciosa, llevaba un arma de fuego en su mano temblorosa-. Peligroso.

UNION (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora