Solté una maldición cuando sentí algo clavándose en un costado de mi abdomen, me removí incómoda y me levanté, sacudí el lugar donde me encontraba y quité las ramas que me molestaban. Miré a mí alrededor, Axel, Kellen y Grace todavía se encontraban dormidos, pensé en volver a acostarme, pero luego de soltar un bostezo me levanté y sacudí mi ropa.
Caminé hasta salir de la pequeña cueva de donde nos encontrábamos y entrecerré un poco mis ojos al sentir la luz del sol pegarme directamente en el rostro, parpadeé hasta acostumbrarme y seguido de eso me senté en una roca que estaba cerca.
Admiré todo el paisaje, todo estaba en silencio, tranquilo, solo se escuchaban el sonido de algunas hojas arrastrándose y uno que otro sonido de algún insecto.
Respiré profundo y froté mis brazos obteniendo un poco de calor, no debía ser más del medio día y estaba pegando un poco de frío, me levanté de mi lugar para ir a despertar a los chicos, pero me quedé de piedra al voltear.
Una de las bestias extrañas que vimos en el túnel estaba parado en frente de mí, a pocos pasos de distancia, desprendía un olor a podrido y no quitaba sus ojos rojos de mí.
— Nielle, ¿estas...? Oh mierda — habló Grace.
No respondí, seguía quieta en mi lugar sin quitar la mirada de lo que sea que sea eso, ¿Cómo mierda esa cosa pudo encontrarnos? ¿No estaban solo en los túneles? ¿También están aquí en el bosque?
—No vayas a moverte — ordenó Kellen.
Vi cómo se situó detrás aquella cosa y como cargaba un cuchillo en su mano, tragué fuerte y respiré profundo tratando de mantener la calma mientras que esperara que Kellen hiciera algo, pero de un momento a otro las cosas que se encontraban afuera comenzaron a temblar. Aquella bestia volteó su mirada hasta donde se encontraba todo y luego volvió a colocarla sobre mí, volví a respirar profundo y me concentré.
—Cálmate Nielle — susurró Kellen.
Asentí, Kellen caminó despacio hasta acercarse y seguido de eso, clavó el cuchillo en su hombro derecho, la bestia soltó un grito y se agachó tratando de quitárselo, pero volvió a gritar y comenzó a agarrarse la cabeza gritando desesperadamente, miré hacia donde se encontraba Grace junto con Axel y esta tenía su mirada fija en aquella cosa.
No sabía cómo llamarla, no tenía ni idea de que era, corrí hacia donde estaba Kellen y me situé a su lado mientras que la bestia seguía gritando y golpeando su cabeza.
—La está aturdiendo, esa es la habilidad de Grace, hacerte creer cosas, colocar imágenes en tu cabeza — me dijo Kellen y asentí.
Finalmente, Grace quitó su mirada y suspiró sentándose en el suelo, la bestia cayó inconsciente y todo quedó en silencio.
—Debemos irnos de aquí, buscar otro lugar — hablé.
Los demás asintieron y comenzamos a recoger todo.
—¿Qué haremos con eso? — preguntó Grace señalando al cuerpo de la bestia.
—Matarla — se encogió de hombros Axel.
Kellen asintió y sacó el cuchillo del hombro y volvió a clavárselo en su pecho varias veces hasta que aquella cosa comenzó a desangrarse, luego, junto con Axel, lo arrastraron hasta una bajada y lo tiraron por allí dejando un camino de sangre.
—Deberíamos comenzar a entrenar esa habilidad tuya — escuché a Axel decir — Tienes que aprender a controlarlas y saber cuándo usarlas.
—Lo sé — respondí.
—Al instalarnos, comenzaremos.
Le di una sonrisa a modo de agradecimiento y cuando terminamos de recoger todo, emprendimos nuestro camino.
Duramos un largo rato caminando, nadie decía nada, todos nos encontrábamos en silencio.
—¿Cómo esa cosa pudo encontrarnos? — pregunté rompiendo el silencio.
—No lo sé, hay que andar con cuidado — respondió Kellen — no sabemos qué podemos encontrarnos por aquí.
Solté un suspiro y negué con la cabeza adelantándome un poco, estaba asustada, no sabíamos a lo que nos enfrentaríamos de ahora en adelante y mucho menos en donde nos encontrábamos, no sabíamos que íbamos a hacer, solo teníamos claro que había que mantenernos a salvos y seguir caminando hasta encontrar algo
Esto era un desastre, una mierda.
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Descontrol Mental©
Science FictionNielle Vultury no se imaginaba el gran cambio que su vida podría llegar a dar, un día normal como todos simplemente había empezado a experimentar ciertas cosas que ningún ser humano sería capaz de lograr, o eso pensaba ella. Mind Research Corporatio...