Un chico destrozado pero no destruido

254 21 8
                                    


Narra Naruto

Cuando llegue a mi casa me dolía todo, me mire a un espejo y me di cuenta que tenía moretones en la espalda, por suerte mi rostro no tenía marcas, así se ahorraría explicaciones a Hinata. Sabía que debía luchar por el amor de Hinata pero ¿y si no me corresponde? ¿y si ella se queda con Kiba y me abandona?, no, no debía pensar de esa manera tan vergonzosa, si quería cambiar debía empezar por mi manera de pensar. Estaba decidido a luchar por ella, pero uno de los pasos más grandes que debía tomar era cambiar mi manera de ser, debía dejar de ser tan cobarde y tan tímido, y eso se solucionaba ganando fuerza física y confianza en mí mismo.

Debía comenzar a fortalecer mi cuerpo y por eso es que me encuentro aquí, al frente de un dojo llamado "Ryozampaku", estaba dudando de si entrar o retirarme, mi fuerza de voluntad no es lo suficientemente grande, joder ¡debo cambiar!

Toc toc toc – golpee la puerta esperando a que alguien se asomara, en el fondo de mi corazón deseaba que no saliera nadie y así podría tener una excusa para retirarme, pero para mi mala suerte salió alguien

- ¿Qué quieres rubio? - dijo un hombre un poco maduro, tenía un lago cabello largo y unas sandalias de madera

-Esto... yo... ¡QUIERO HACERME MAS FUERTE! - dije casi sin pensar, mis nervios me estaban consumiendo

-JAJAJA, con esa manera de hablar seguro que eres capaz de asustar a cualquiera- dijo de forma sarcástica

-Sé... sé que debo cambiar, por eso estoy aquí, quiero que me ayude.... Por favor – Dije mirándolo a los ojos, mi voz tambaleaba un poco, pero estaba decidido

-Okey ¿Cómo te llamas? – se le notaba el desinterés a ese hombre

-Naruto Usumaki...emmm... ¿usted va a ser mi maestro? - sentí que fue una falta de respeto decirlo así

-Sí, ¿tienes algún problema con eso? – levanto su tono un poco, sabía que se molestaría

-No...no señor, ¿entonces cuando comienzo? - necesitaba hacerme más fuerte en poco tiempo, debía defenderme de Kiba en algún momento

-Antes de darte la respuesta, me gustaría saber cuál es tu motivo por el cual deseas cambiar- dijo con un poco de interés, pues su mirada brillaba de curiosidad

-Por amor señor, hay una mujer que quiero enamorar, pero debo defenderme de un rival que es más fuerte que yo – no me tembló la voz ni flaquee en ningún momento, esa era la razón por la estaba ahí

-Vaya, es bueno saber que vienes aquí con algo en mente, muchos idiotas solo vienen para ganar popularidad...quiero preguntarte ¿estás seguro que lo vas a dar todo aquí?, ¿podrás aguantar todo lo que yo te exija?

-Por supuesto señor, estoy dispuesto a arriesgar hasta mi vida para ser más fuerte, dígame cuando comienzo

-Primero que todo no me digas "señor", es muy anticuado. Llámame Jiraya-sensei, y desde hoy mismo podemos comenzar – me quede frio ante la proposición

-¡Claro! Solo... solo que... no sé si estoy en condicio- fui interrumpido

-Dijiste que querías cambiar ¿no?, pues manos a la obra, por ahora vas a entrar en un periodo de evaluación así que no te cobrare

-Si...si Jiraya sensei – entre al Dojo y me di con la sorpresa de que no había nadie más a excepción de mí, este lugar estaba un poco acabado, al parecer nadie venia por aquí desde hace bastante tiempo

- ¡Bien!, comencemos con lo básico, ¿tienes una foto de la muchacha que te gusta? ¿es linda? ¿tiene buenas curvas? ¿es tierna y sumisa o agresiva y posee el control? – de verdad que no me esperaba eso

¿El amor es dulce o agridulce?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora