¿El amor es dulce o agridulce?

Es tan difícil decir la verdad, como ocultarla

Narra Naruto

Hoy es el día, después de casi una semana viéndome con Sakura, la persona que ha estado trayéndome las notas, trayéndome postres y brindándome lindas sonrisas, aquellas que alivian mi corazón. Hoy es el día para decirle que me gustaría darme una oportunidad con ella.

No sé lo que ha pasado con Hinata, mentiría si digo que la he sacado de mi corazón, ahora que lo pienso, no sé cómo me llego a gustar esa chica, esa muchacha que imponía sus locuras y que era malgeniada, tal vez eso me gustaba de ella, aparte de su belleza era diferente a lo que había conocido anteriormente. Me gustaba todo de ella porque, aunque aparentara ser fuerte y despreocupada, en su corazón había una bondad pura, bueno, no tan pura, después de todo me tomo como un juego.

Ella debe seguir con su novio, espero que no le haya hecho daño, tampoco que haya intentado sobrepasarse con ella, espero que el idiota de Kiba la sepa atesorar.

Solo me queda dejar que las cosas tomen su lugar, Sakura que se quede a mi lado y Hinata que haga lo que se le dé la gana -Me levanto de la cama, son las 10 am – muy temprano para mi gusto

Uff, últimamente me levanto temprano solo a pensar en lo que pude haber sido con Hinata, algo así como los momentos cursis en los que estuviéramos juntos, ¿en dónde seria nuestra primera cita? ¿la invitaría a pasar más seguido a mi casa?, ¿sus mejillas se pondrían rojas cada vez que le susurro algo bonito? Mis pensamientos solo se convertían en pesadillas estando despierto, la amargura me llenaba por completo cuando me imaginaba que todo eso lo hacia Kiba, joder, soy un caso perdido

10:30 am

Debo empezar a imaginarme todo eso con Sakura, ella va a curarme poco a poco, siempre y cuando me mantenga alejado de Hinata, tanto física como mentalmente. – Me visto y arreglo un poco la casa, recojo la ropa sucia, la ropa del entrenamiento también está por ahí tirada, sin embargo, ya está muy desgastada, últimamente el entrenamiento ha estado muy duro, voy todas las tardes, por ahí a las 6 pm después de que Sakura deja mi morada. ¿Y si voy al centro comercial a comprar otro par de ropa para entrenar?, no creo que hoy me encuentre a nadie de la escuela por allá, después de todo, hoy es jueves, un día normal de escuela- recojo mis cosas y parto para mi destino.

Narra Hinata

¿Cómo le estará yendo a Naruto? ¿Sakura si le estará enseñando todo lo que debe? ¿serán novios ya? ... Debo dejar de decir cosas como esas, eso hace que me sienta culpable en muchos aspectos, además de que mi corazón se siente intranquilo. Joder, soy muy joven para tener la conciencia sucia.

-Miren nada mas quien no para de sufrir – otra vez la tonta de Sakura, no para de decirme que acepte que me gusta Naruto

-Deja de joder, no estoy sufriendo- dije con un poco de enojo en mis palabras

-Querida, querida... deberías aceptarlo, mírate, se nota a leguas que no paras de pensar en ese rubio- dibujo una sonrisa en sus labios

-Claro que no, no digas pendejadas, además tú debes estar muy feliz ¿no? – use un tono como de descaro

- ¿En qué? - se mostraba dudosa

-Pues en que el rubio te preste atención, ¿ya son novios? – eso sonó un poco salido de tema, pero la duda me estaba matando

-Jajaja – rio por lo alto - ¿tú estás celosa?, no lo puedo creer, tú la gran presidenta Hinata esta celosa – se acercó a mí – ¿Qué tan cínica puedes llegar a ser?, tu labraste tu destino, además a cada nada me dices "no me gusta" "no digas estupideces" – me remedo en tono burlón