Los labios no solo sirven para sonreir

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Narra Hinata

- ¡Alcánzame las llaves! - dije cuando estábamos frente a la casa de Naruto- intenta sostenerte por ti mismo un poco ¿sí?

Él busco en su bolsillo y saco una llave con un llavero de sapito verde, me la alcanzo y me esquivo la mirada. El ambiente estaba un poco tenso, yo no tenía ni idea de qué decir, me sentía extremadamente feliz, al saber que ya no hay nadie en medio de nosotros.

Naruto también lo sabía, y creo que estaba a la expectativa de que le diera una respuesta. ¿Pero por qué apresurarnos?, si el tiempo ya no es un inconveniente para nosotros.

-Recárgate en mi hombro, te ayudare a entrar- dije buscando que hiciéramos contacto visual. Cuando se apoyó en mí, solté un quejido de dolor porque me toco el brazo herido, y justo en el lugar en el que esa perra me había dado un varillazo. Cuando se dio cuenta de que mi rostro de desfiguro un poco por el dolor, inmediatamente se alejó.

- ¿Aun te duele?, ¿debería culparme por ello? - bajo su mirada y mostro un rostro triste, parecía que se sentía culpable de lo que me había sucedido.

-No te culpes por ello, todo ha sido mi culpa desde el principio, si no me hubiera metido con Kiba, nada de esto hubiera ocurrido- ahora yo era la que me sentía fatal, ya era momento de disculparme.

El silencio se hizo un poco largo y por eso optamos por entrar en la casa sin mencionar una palabra más sobre ese tema. Le presté mi ayuda con mi otro brazo y lo recosté en el sofá de la sala.

- ¿Quieres un poco de café? - intente aligerar la tensión, se notaba a leguas que él querida hablar de algo importante, era obvio que quería que le repitiera que él me gusta. Por ahora no tengo afán, así que juguemos un poco más con el destino. Él solo asistió con la cabeza y yo fui a la cocina.

Ahora recuerdo que no se hacer café, de hecho, siempre he sido mala para la cocina ¿será que le pido ayuda a Naruto, o será que me arriesgo? Si le piso ayuda a él es seguro que va a retomar aquella conversación incomoda.

De repente sentí una mirada detrás de mí, como cuando sientes la presencia de otro. Volteé la mirada y allí estaba Naruto, estaba pendiente de cada movimiento que hacía, al verlo solo le pude sonreír y comencé a actuar un poco nerviosa.

-Perdón, me ofrecí a hacerte café cuando ni siquiera se hacerlo- dije un poco sonrojada.

-Te enseñare a hacer el mejor café que hayas probado- se acercó a mí- coge por favor el tarro del café y luego alista dos vasos con agua.

Cuando ya lo tenía todo listo, me quede mirando la cafetera como intentando descifrar el uso de ésta, de la nada Naruto me abrazo por detrás y agarro mis manos. Suavemente y sin mucha prisa me empezó a guiar, tomo mi mano derecha y me hizo agarrar la cuchara, luego me hizo ponerle dos cucharaditas de café al filtro de la cafetera. Sus movimientos eras medidos con precisión.

Estaba que estallaba de la pena, pero como no nos veíamos de frente no me importaba mucho, solo me dejaba guiar, ya no tenía cargas de conciencia, ahora ambos podíamos hacer lo que quisiéramos. Cuando me di cuenta, ya íbamos en el paso de ponerle el agua a la cafetera, con mi otra mano cerro la máquina y me susurro:

-Seguro quedara delicioso- la piel se me erizo y juro que todas las células de mi cuerpo se estremecieron, sentir la voz de naruto en un tono bajo y cerca de mi oído hacia que mi espina dorsal se retorciera en escalofríos.

-Segu... seguro que si- mire hacia abajo, joder, no sabía qué hacer, tampoco podía actuar con brusquedad ya que ambos estábamos heridos. Ya era hora de decirle lo que sentía. No quería arrepentirme después.

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2016 ⏰

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