Capítulo 34: Tiempo al tiempo

89 7 3
                                    

Los labios de Gianluca se sentían bien contra los suyos. La sensación era conocida aunque no se sintiera familiar ni correcta, las manos firmes del rubio aprisionaban sus caderas y su pecho formado estaba tan pegado como era posible al suyo. Bill se permitió acariciar el cabello rubio y largo (últimamente no había dejado de pensar en lo jodidamente sexys que eran los hombres con cabello largo y rubio, claro que eso no tenía nada que ver con que Jared se hubiera dejado el cabello así desde hace meses) y soltar la coleta para sentir mejor la sensación; mientras dejaba que Gianluca se sumergiera aún más en su boca. Sin que pudiera evitarlo, un gemido brotó de sus labios y se sintió de repente muy acalorado y con una dureza en su entrepierna.

Los nervios vinieron de golpe, una sesión intensa de besos detrás del set de grabación del nuevo video de Tokio Hotel estaba bien, pero llegar a más cuando había cerca de veinte personas alrededor no le parecía una buena idea. Con toda la sutileza de la que fue capaz se alejó lo más que pudo del rubio despegando sus labios y dejando a este con una mueca de confusión y molestia.

— ¿Qué pasa? —susurró Gianluca intentando volver a capturar los labios de Bill pero recibiendo solamente una de sus mejillas.

— Alguien puede entrar... —contestó con simpleza el cantante y Gianluca pareció ser consciente de la situación.

— Vamos a tu camerino —propuso, pero Bill desechó la idea de inmediato. Solo se trataba de un camerino improvisado compartido por los cuatro integrantes de la banda.

— Está lleno —dijo esta vez y el rubio sólo terminó asintiendo.

— ¿Quieres decir que voy a tener que aguantar hasta que acabe la grabación? —preguntó claramente ansioso.

— Eso parece... —confirmó Bill y pensó que Gianluca no insistiría más pero pronto se vio envuelto por sus labios nuevamente, esta vez fue un beso rápido pero no por ello menos intenso. Joder, Bill tenía que aceptar que se estaba muriendo de ganas por llegar más lejos con ese rubio fortachón.

— Más tarde te vas a enterar... — susurró el artista mientras mordía una de sus orejas, poniendo aún más caliente a Bill. "Las orejas no por favor", pensó. Pero no tuvo tiempo de nada más porque Gianluca lo dejó sólo en unos pocos segundos.

Bill trató de acompasar su respiración y pensar en cualquier cosa lo suficientemente asquerosa como para que el endurecimiento de su entrepierna desapareciera. Cuando se sintió mejor decidió ir hacia los camerinos, en donde seguramente Tom ya estaría listo y esperándolo. No tenía que ser adivino para saber que su hermano ya debería haber sacado sus propias conclusiones acerca de con quien había estado. De hecho, Bill le había comentado lo atractivo que le parecía Gianluca esa mañana y se había sorprendido cuando Tom le había dicho que lo invitara a salir. Realmente su hermano debía estar preocupado por él.

Bill pensaba que no tendría por qué estarlo, era cierto que ya había pasado bastante tiempo desde que su relación con Jared terminara, y a su vez, desde aquel último encuentro íntimo que compartieron, pero tampoco era como si Bill no hubiera estado con otros hombres en ese tiempo. De hecho, desde la última vez que vio a Jay él sintió como si hubiera cerrado un capítulo de su vida y se había sentido con más confianza y libertad para disfrutar de lo que viniera, pero su hermano pensaba que el hecho de que no se consiguiera un "novio" significaba que él seguía deprimido. Lo que era falso, en realidad.

Bill podía divertirse, podía ir a fiestas, podía ligar, besar a unos cuantos, y si le gustaba mucho alguien llegar a algo más; pero de ahí a tener una relación... eso parecía demasiado raro sólo de pensarlo. El ya no creía en relaciones, en compartir la vida con alguien... es decir, si realmente llegaba una persona que le hiciera perder la cabeza y lo volviera loco de amor, suponía que dejaría que las cosas fluyeran... pero ahora, en ese momento de su vida, él no estaba buscando a esa persona, él simplemente quería divertirse.

This Is Who I Really AmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora