-Contesta, sin pena, ¿en serio lo crees?
No me sorprendía su insistencia, para ser una mujer como ella, escuchar algo así era maravilloso.
-Pues amm... Creo q-
Bajo Sam corriendo y me salvó...
¿O no?
-¡Me llamaron de Stein!
(Su universidad sueño)
-Debo irme , me recomendaron y estoy en lista de espera, ¡podré entrar a Stein!
Tomo su abrigo y corrió a la calle, subió a su carro y Sam... Rumbo a su próxima universidad.
Stein era casa de científicos y artistas, una extraña combinación para una sola universidad, tal vez eso la hacia especial. De 3000 estudiantes, sólo recibía a 200.
Casa de premios enormes e internacionales. Y yo... En casa de Sam con una chica alborotada.
-Mira Terry, te seré sincero... Si, creo que eres una chica muy guapa, pero hasta ahí ¿de acuerdo? Estoy interesado en alguien más, pero tu, tu eres de otra categoría.
Sus ojos cafés me veían, como si le hubiera dado la solución al hambre mundial o a una operación matemática imposible.
Huí a la cocina de Sam y tome un vaso.
-Y... ¿Qué más piensas de mi?
Me servía leche, ya que era lo más fuerte en casa de Sam.
No veía a Terry, con miedo a cometer un error.
-Creo que... Que... Pues que tu... Y tu figura... Ammm... Son... ¿Únicas?
- ¿Y que más?
Cuando giré, ahí estaba Terry, recargada sobre la entrada a la cocina, con una mano en su cuello y otra en su falda, comenzaba a subirla poco a poco.
-¿Terry? ¿Qué haces?
Caminó hacia mi y me dejó sin salida recargado en el refrigerador, me veía y no decía nada, bajo lentamente su mano a mi pantalón.
-Terry ! No!
La hice a un lado, mi mente gritaba muchas cosas.. ¿De verdad haré esto? ¿Quiero hacer esto?
La senté en una silla, y me puse de rodillas, debía aclarar las cosas, debía decirle que Sam, es mi persona especial.
No conocía este lado de Terry, no lo esperaba, ahora entiendo porque era la única que disfrutaba de las duchas en la escuela.
Me sorprendió bastante, sinceramos palabras, me contó que intento con varias mujeres, como experimentando 'si era o no'
-Ahora conoces mi secreto
-Vaya Terry, no lo hubiera imaginado, sólo tenías que decirlo
-Hice esto... No sólo como un experimento
-¿Entonces?
-Quiero olvidarme de alguien
-Es duro, me imagino
-No tienes una puta idea
La noche se hizo larga, conversando sobre la belleza de Sam, acordamos, que no hay nadie más bella.
Recordaba el acuerdo mientras estaba en la sala de espera, di vueltas y la impaciencia me consumía.
Salió el doctor que nos recibió.
-¿Cómo esta?
-Delicada
-Ella está... ¿puedo verla?
-Señor, tenga cuidado, sólo será un momento.
Entre y ahí estaba ella, respiraba, había máquinas conectadas, una enfermera salió, acerque una silla y la mire.
Fue inevitable no llorar, no se sí era emoción de que ya había pasado o si era su estado actual.
Hable con ella... o hacia ella unos minutos más, mientras jugaba su cabello.
-No se sí me escuchas pero, quiero que sepas que estaré aquí cada día, debes descansar, Stein te espera!
No he llamado a la escuela para no generar un chisme enor-
-Señor disculpe
-Espere, casi acabo, sol-
-Escuche, el-
-No! Sólo es un segundo de acuerdo!!, no afectara unos segundos extras en que este aquí!
-No entiende, ella-
-Cállese! Sólo tomará un momento más, sólo eso! Debo decirle algo importante!
El doctor insistía en que debía salir de ahí, pero debía decirle a Sam, aunque solo su espíritu estuviera presente.
-Sam, creo que eres hermosa y...
No sabes cuanto me gustas, me encantas, no tienes idea de cuanto te quiero, yo-
-Señor, Samantha esta en coma.
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Temporada de lluvia
RomanceUna historia diferente, de romance, pero no bella, una historia donde el drama envuelve con frío y las preguntas parecen no terminar. Aquella historia de amor que siempre quisiste leer.