8.- Relámpago

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Crucé la calle con el arma en mi espalda, no podían tirar desde el otro lado, no soy tan hábil con las armas, o con las manos.

Saque el arma y me prepare, apunte, directo al pecho justo en el corazón, aún sabiendo que no tenía uno.

Temblé un poco y después la baje... No había razones suficientes para que terminara así, no tenía sentido darle la salida fácil, preferí esperar a que la vida se encargara de el, de su padre el idiota y que la verdad se conociera.

Regrese al auto decepcionado de mi cobardía, pero tranquilo con mi alma, guarde el arma y espere un momento.

Me despeine una y otra vez, respiraba profundo, me tomaba la cara, me veía en el espejo, le pegaba al volante... Todo, una combinación de ansiedad y frustración me rodeaban.

Había un extraño frío, un silencio tan profundo, que un pequeño susurro podía parecer un grito.

-'no vale la pena cariño'

Juro, que escuche a Sam, la podía sentir cerca... No puedo dejar de pensar en ella, es mi vida.

Terry se acercó a la ventana...

-¿sabes? Fue mala idea venir

-Vaya, ¿también lo crees?

-Bastante... El servicio es pésimo

Definitivamente no pensábamos en lo mismo.

-De regreso a casa guapo, será mejor tomar algo en casa.

Cuando Terry subió recordé que el arma aún estaba en el piso

-pero... ¿¡En qué estabas pensando!?

-Calma, no haría daño

-¡¿entonces!?

-Olvídalo... Vamos a casa.

-No, a casa no, vamos al mirador.

El mirador era una colina con vista a la ciudad, muy de películas e historias de amor, donde ibas en tu auto a besarte con tu novia a la luz de la luna.

Al llegar , quite las llaves y el acto de despeinarme se repitió un par de veces.

-La extrañas... Lo se

Terry tenía una habilidad impresionante para averiguar las cosas, adivinaba todo.

-Como no tienes idea...

Prendió un cigarro y se tallaba los ojos...

-¿qué te hizo... Fijarte en ella?

-Todo Terry... Su personalidad, tan activa y tímida, su pasión por las cosas, el delicado tono de su voz, su sonrisa, todo en ella, me enamore del amor de mi vida...

A la mañana siguiente, desperté con más ganas de lo normal de verla, hice caso a mi sensación, tarde menos tiempo del usual en llegar.

Hable con ella por horas, esta notablemente más delgada, el doctor dice que sigue luchando, sus movimientos siguen siendo nulos.

-Sam? Yo se que aún me escuchas... Si supieras lo mucho que te extraño, ya no puedo vivir, todo... Absolutamente todo quiero hacer contigo, es horrible mirar tu lugar vacío en la escuela, pasar por tu casa y saber que no estas... Tocar tu puerta en esperanza de que te asomarás por la ventana y me sonreirás a lo lejos, que te morderás los labios y escuchare tus pasos al

Bajar la escalera corriendo, aún llamo a tu teléfono, esperando escuchar tu voz, he dejado cartas, para que algún día las contestes... Sam, te extraño, Sam... Por favor....

Llore como nunca, la tenía tomada de la mano, continué con mi discurso hasta que la tristeza me dejo sin palabras...

Sólo... Lloraba a su lado... Repetí qué la amaba... Una y otra vez...

-Y...yo... También te amo.

Esta vez, no eran alucinaciones mías, me había hablado, tomo mi mano de vuelta, de la sorpresa me levanté de un movimiento y la mire fijamente.

Escuchaba el monitor, sus latidos estaban como usualmente, hasta que se detuvo.

El corazón de Sam se había detenido.

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Después de muchísimo, he tenido oportunidad de escribir, espero tener más tiempo para continuar,

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Temporada de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora