Marinette derrepente perdió la respiración y su cara palideció. Chat y ella. Aunque ella sentía cariño por su compañero, no era lo mismo que sentía por su compañero de clase; Adrien Agreste.
Chat y ella nunca podrían estar juntos sin saber su identidad secteta. Porque ¿Y si Chat cuando es normal es diferente? Además, cuando eres pareja de alguien debes saber como es él completamente, o eso pensaba Marinette.
- Tikki... - logró articular.
Su pequeño kwami voló hacia él telefono y al leer salto de la alegría.
Adrien esperaba impaciente la respuesta de Lady~. Este podría convertirse en el mejor día de su vida.
Lady: No podemos estar juntos, Chat. Ademas de ser peligroso, no sabemos quién somos.
Adrien cambió su exprecion a una de tristeza, pero se prometió nunca dejar de intentar estar con ella "la chica de sus sueños".
Chat: Te mostraré quien soy. Te diré todo lo que quieras saber sobre mí. Je't aime, LadyBug.
El corazón de Marinette dio un vuelco. ¿Porque ahora?
Lady: Lo... Lo siento, Chat.
♥Lady♥ se ha desconectado
Chat: Pero... LadyBug, Je't aime..
Recibido.
- Me siento horrible. -comenzó a repetir Marinette mientras miraba una foto de Adrien.
Mientras tanto él lloraba en el suelo mientras Plagg caminaba por todos lados intentando calmarlo.
- ¡Ya deja de llorar! - gritó - No llores. Estoy seguro de que ella te aceptará.
Adrien levantó los ojos hacia Plagg y sonrió.
- No debo darme por vencido
Chat: My Lady; mañana en la plaza a las tres. ¿Podrías ir?
Leído.
♥Lady♥ está escribiendo
Lady: Claro, nos vemos allí.
Adrien volvió a recuperar su sonrisa
- Prometo no darme por vencido y intentarlo todo por LadyBug.
¡Lo siento! Si fuera por mi hubiera hecho esto;
Lady: Te amo chat
Los dos vicieron felices para siempre, fin.
Pero así no habría historia x3
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Whatsapp || Chat Noir y LadyBug ||
Fanfiction¿LadyBug me ha dado su numero? - Dijo Chat mirando el pequeño papelito que Lady le había dado antes de marcharse. Abrió su mano y miró dentro de él, la perfecta caligrafía de Lady escribía un número. Chat también se dio cuenta que la carta de San Va...