Capitulo 19: El infortunio

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Hotaru cuidaba de Darien

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Hotaru cuidaba de Darien. El médico había retirado las drogas que mantenían al hombre en coma inducido. El prospecto del protector de la tierra había mejorado y se esperaba su pronta recuperación.

Serena!!! –gimió con Fuerza Darien. Miró a su lado y Hotaru estaba con él.

No te preocupes, todo está bien Darien- Hotaru le sonrió- debes descansar. Luego vendrán a verte.

¿Hotaru? Ustedes me salvaron, ¿Verdad?- Darien se sentía muy agotado- podría jurar que algo paso con Serena, sentí un fuerte dolor en el pecho.

Has tenido dos infartos Darien –Hotaru le sonrió- el médico me dijo que ya estas estable, pero tu dolor en el pecho es solo eso, ahora debes dormir, cuando Serena regrese te despertaré.

Y Darien no estaba equivocado...

Seiya acariciaba los sedosos cabellos de Serena. Miró hacia el Horizonte, la vida en la ciudad continuaba y el tiempo parecía haberse detenido sólo para él. Posó sus ojos en la Torre de Tokio admirando sus radiantes burbujas rosas. En ese exacto momento cambiaron de color a una brillante luz plateada, entonces Seiya supo exactamente qué hacer. Una sonrisa de felicidad invadió el semblante del caballero que sostenía a su dama.

-Serena, mira! Es tan hermosa como tu resplandor de Luna. Yo lo haré volver ¿Sabes? Mi vida sin ti no tiene valor, pero que tú vivas por ambos sería un sueño hecho realidad.

Todos escuchaban asombrados sin entender de qué hablaba Seiya. Sus hermanos temieron que el muchacho estaría perdiendo la cordura.

Estás en shock Seiya –dijo al fin Taiki- suéltala, nosotros la llevaremos y le daremos una sepultura digna de una guerrera.

Sí Seiya –dijo Yaten- siempre estaremos contigo para apoyarte.

Lo siento hermanos míos, eso no podrá ser. Confío en que ustedes puedan hallar su felicidad –El muchacho recostó a Serena cuidadosamente en el suelo y continuó- Vive por ambos y sé feliz con Darien...de todas formas mi amada Princesa de la Luna, tú...siempre tuviste mi corazón.

Una vez terminado su discurso y ante la mirada atónita de los presentes Seiya puso ambas manos en su pecho y de él un diamante rojo salió a la luz.

–Gracias mi querida torre de Tokio, gracias por hacerlo posible- con su último aliento posó las manos en el pecho de su amada entregándole su corazón.

Seiya! –gritaron sus hermanos viendo como el cuerpo de Seiya caía pesadamente.

Seiya despierta! –gritaban Taiki y Yaten tendidos junto a su cuerpo, golpeándole la cara en un vano intento de hacerlo reaccionar. Pero Seiya ya se había dormido en la muerte con una sonrisa en sus labios.

Haruka corrió a ver a Serena, acercó su oído a la boca de la princesa y una brisa suave comenzó a salir a un ritmo lento.

Me lleva el diablo! Está respirando!!! La princesa está viva!! –grito con euforia.

Sailor Moon :Seiya, Serena y los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora