Darien se despertó sobresaltado. ¿Qué había sido ese sueño? ¿Tal vez una respuesta? Sin estar seguro del significado, solo tenía en claro una cosa, debía de ir esa misma mañana a casa de Haruka Tenoh. Todavía faltaban horas para el amanecer, intentaría dormir, pero nada le haría cambiar su opinión. En su cabeza divagaban una y otra vez recuerdos con Serena Tsukino. Ella estaba arraigada en su alma y él sabía que por más tiempo que pasara no podría quitársela de la cabeza a menos que encontrara a la mujer de la que le había hablado Endimion. No era partidario del dicho "un clavo saca otro clavo", pero haría lo que fuera necesario para ser feliz él también; si bien era muy pronto, sentía la necesidad de alguien que estuviera ahí para apoyarlo en este difícil momento y para acelerar los tiempos él la buscaría...este sueño era una pista y debía seguirla sin dilación.
En otro lugar de Tokio, la pareja de recién comprometidos disfrutaba del reencuentro.
Mina de verdad no eres tan mala cocinera como solías decir –aseguró Yaten degustando un menú ligero de último momento- además fue justo a tiempo, si pasaba una hora más sin comer me hubiera desmayado.
Muchas gracias –Mina se sentía muy feliz. ¿Qué más podría pedir? Sabia por Yaten que Seiya había vuelto con Serena gracias a Darien, así que su amiga volvería a ser la chica alegre de siempre. El enemigo había sido derrotado y no había señales de energías malignas. Y ella...se casaría! Todavía no podía creerlo, de tanto en tanto, miraba el anillo en su dedo para reafirmar que estaba comprometida con el famoso cantante de Three Lights. Le hubiera gustado estar más presentable y no en su ropa de cama; pero fuera de eso, la declaración de Yaten había sido perfecta para ella. Más que nada era la prueba contundente de que todo el tiempo que estuvieron separados, él había pensado en ella. Sin darse cuenta estaba soñando despierta con la mirada perdida y una sonrisa de "lo conseguí".
¿Te sucede algo? –Yaten había dejado de comer para ver de que venía esa sucesión de gestos cambiantes en el rostro de ella.
Jajaja nada Yaten, estaba pensando en Serena y Seiya –respiró, había conseguido huir por la tangente- Me pregunto cómo estará Darien, es admirable lo que hizo pero supongo que le habrá costado mucho.
Es verdad. Yo lo vi muy seguro de sí, pero eso no quita que siga enamorado de Serena –admiró a su prometida y se acercó a ella para mimarla, ella se dejó abrazar por él.
Entonces...ya estamos comprometidos –Mina lo presionó.
Sí amor...eres mi prometida. Debemos escoger una fecha para casarnos –la rodeó con uno de sus brazos y con la otra mano entrelazaba sus dedos a los de ella, mientras le besaba la mano.
O sea que ya dimos un paso a un siguiente nivel –le presumió un poco sonrojada.
Yaten detuvo los besos. La miró a los ojos intentando descubrir sus intenciones...nada, no entendía nada.
¿A dónde quieres llegar? –su tono de voz era profundo, sin querer, estaba seduciéndola aún más.
Mina pestañeo rápidamente. Desvió la mirada y sintió que sus manos habían empezado a sudar, no pudo pronunciar palabra.
En ese momento él se percató que algo andaba mal, aunque no estaba seguro cual era el problema pero era un hecho que Mina estaba ocultándole algo.
Mina...sabes que casarse es un vínculo muy serio –la miró con amor- ser pareja implica que tengamos confianza de decirnos las cosas y apoyarnos mutuamente. Es algo que haremos de ahora en adelante, no sientas vergüenza de decirme lo que quieras, puedes confiar en mí.
Mina dudó. Pero sabía que su futuro esposo tenía razón. Simplemente debía de decir las cosas; además eso era algo que a ella nunca le había costado. No solía guardarse nada. Así que no tenía por qué ser diferente ahora.
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Sailor Moon :Seiya, Serena y los sueños
FanfictionLos personajes no me pertenecen, los derechos pertenecen a Naoko Takeuchi. La Historia, de mi autoría, se desarrolla tres meses después de la batalla con Sailor Galaxia. Seiya abrió sus ojos, el fuerte ruido de la puerta cerrándose de golpe lo habí...