Withmore [¡EDITANDO!] | Anteriormente: Si Yo Fuera Ella...

CATORCE.

Antes de contestarle a Celia, necesitaba hablar con Oli.
La pasaba algo, era su amiga desde hacía mucho tiempo y la conocía lo suficiente como para saberlo.
Queria hacerlo lo antes posible, ya que la noche se aproximaba y no quería pasarla en el campo de fútbol.
Estaba sentada en la cafetería con la mirada perdida en la ventana.
Un bulto se sentó frente a mí y rápidamente gire mi cara hacia él.
Era Andrés, rápidamente reconocí su rostro. Sus facciones estaban perfectamente marcadas, lo que le hacía verse muy "hombre" y solo teníamos 18 años.
-¿Te pasa algo Emma? -me preguntó con un gesto de preocupación.
-No tranquilo, estoy bien. Solo pensaba en lo que le diré a Oli. Quiero hablar con ella y aclaralo todo lo antes posible.
-Si yo estubiera en tu lugar, haría lo mismo. - nuestras miradas se fundieron un buen rato. No queria separme de sus perfectos ojos verdes.
-Emm,- ¡wow!  ¡me habia llamado Emm! - Sabes que puedes quedarte en mi habitación con mi hermana.
-Lo sé y os lo agradezco, pero voy a intentar arreglar las cosas con mi amiga.
-Seguro que sí. Ve, y habla con ella.
-Gracias por comprenderme.
-Ni se dan.
Me levanté de mi asiento y le hice un seña al camarero ordenando que me apuntara mi café, pues estaba decidida a hablar con mi amiga y nada ni nadia iba a pararme.
Oí la voz de Andrés decirle al camarero que no me hiciera caso, que lo pagaba él, al escucharlo me ruboricé.
Cuando me encontraba frente a la puerta de mi supuesta habitación, un escalofrío invadió mi cuerpo. Era cobarde. Me daba miedo preguntar.
Abrí la puerta con delicadeza.
-¿Emm? ¿Eres tú? - la voz de mi amiga retumbó en mis oidos. Tenia matices de tristeza y arrepentimiento.
-Si, solo quiero hablar.
-Antes de que digas nada, quiero pedirte disculpas por haberte tratado mal antes, no era mi intención.- al oir a mi amiaga mas calmada que antes, pasé y me senté al lado suyo en la cama.- 
-No te preocupes, he estado un poco mal por tu reacción pero...  solo quiero aclararlo porque tu no eres así.
-No. Lo siento. -  los ojos de amiga estaban rojos y humedecidos.
- Dame un abrazo- nos dimos un fuerte y largo abrazo. Todo estaba arreglado, solo faltaba el por qué de esa mala contestación.
-Emm, tengo muchas cosas que contarte...