DIECIOCHO.

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Un silencio incómodo se apoderó de la situación. Andrés tenía sus preciosos ojos verdes clavados en los mios, en ellos había una chispa de brillo y felicidad. También sonreía de una manera embelesadora. No podía dejar de mirarlo y debe ser que él tampoco a mí.
Sus fuertes brazos me rodearon por lo que yo me puse muy nerviosa.
- Vamos a ir despacio, de momento solo "amigos " - se separó de mi para hacer comillas con los dedos y volvió a abrazarme, claro que yo también respondí. Era el abrazo mas cálido que me había dado alguien.
El ambiente era raro... no había declarado mi amor hacía él, pero le había dicho que no le dejaría escapar, era verdad pero de momento ni siquiera le tenía.
Nos separamos y él tendió una especie de manta-mantel en el suelo en la que nos sentamos y empezamos a conversar sobre todo lo que nos pasaba por la cabeza, tonterías, facultad, hobbies, amor... si, he dicho amor, porque salió el tema.
- ¿Tú has tenido alguna relación seria?
- No, pero tampoco he tenido rollitos de una noche, y eso que agradezco... - Andrés estaba bebiendo un refresco y le entró una risilla nerviosa que le hizo escupir todo lo que tenía en la boca de una forma muy graciosa. Los dos empezamos a reirnos como locos.
Se hizo rápidamente de noche. Habíamos comido una pizza fria que habíamos "robado" del hotel.
Estabamos mirando las estrellas, que desde el lugar en el que estabamos se veían de muerte.
Nos encontrábamos tumbados, Andrés se estaba quedando dormido y estaba realmente guapo, y era difícil superarse a si mismo...
Mi cabeza estaba situada encima de su pecho. Oía sus latidos y su respiración y eso me daba una sensación de extraña paz interior.
Él me rodeaba con sus musculados brazos, que en verdad eran muy delicados.
-¿Si nos dormimos... quien va a llevarnos al hotel? - preguntó con una voz muy cómica que a la vez me parecía irresistible.
- Duérmete, nos quedaremos aquí a dormir.
- La verdad es que se está bien aquí... - sus ojos se cerraron y los míos también poco después.

......

Era por la mañana, escuchaba a los pájaros cantar pero mis ojos no se abrían, estaban pegados, necesitaban dormir mas.
Una voz conocida despertó a mi subconsciente, pero mis ojos seguían sin abrir. De todos modos, escuché las voces.
- ¡¡Claroo!! Por eso tu estás sin camisa y mi madrugadora amiga sigue durmiendo, ¿verdad? - era la voz de Oli y me asusté mas al oir sus palabras ¿sin camisa? ¿Andrés?
- Oli, acabo de despertar y me la iba ha cambiar, eso es todo. Anoche estuvimos hablando hasta tarde y debe ser que las altas horas afectan a su sueño. ¿No creerás que Emma y yo...? ¿no verdad? Jaja que tontería, ya soy mayorcito, y se lo que está bien y lo que está mal...
- Pues sí lo estaba pensando...
-Pues cuida tus pensamientos porque pueden jugarte una mala pasada. -la corté - somos amigas de toda la vida, no se como has podido pensar eso de mi... claro que yo tampoco sospeché de ti y... - uhh uhh había dicho demasiado... Andrés me miraba con cara desencajada. Mi amiga se dió medía vuelta y salió corriendo de allí. Salí tras ella. A los pocos metros la ví tendida en el suelo. Me asusté mucho. Pensé en pedir socorro pero no me salía la voz.
- ¡¡¡Andreeeeeees!!! ¡¡Ayuudaaaa!!! -rápidamente vi aparecer a Andrés con el torso desnudo y corriendo hacia mi. Se agachó y cogió a mi amiga en brazos. En cierto modo me daba un poco de envidia..
¡¡PERO EN QUE ESTÁS PENSANDO EMMA!! TU AMIGA ESTÁ EN PELIGRO.
En unos minutos estabamos en el hospital.
Metieron a Oli en una cabina y tras una hora de reconocimento, el doctor salió de la sala.
- ¿Familiares de Olivia Sánchez? -Me levanté de un saltó y salí corriendo hacia el doctor.
- Pase por favor, tengo que comentarle sobre el estado de su amiga. - el alma se me cayó a los pies, algo malo habia pasado...

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