Prologo

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Oh vamos, acompáñame.- Rogó la chica tontamente con las manos juntas y parpadeando varias veces para conseguir un aspecto dulce.

-Coño, Ino. Deja de hacer eso de una vez que no soy lesbiana y no sirve.

-Pero Temari. Tengo miedo, anda, ven conmigo.

-¿Porque te da miedo una puñetera biblioteca? No seas nenita y ve tu sola.- Ordeno recogiendo sus libros y metiéndolos en su maletín para dirigirse al dormitorio de chicas, pero Ino no tardo en alcanzarla.

-Pero es media noche y esta todo muy oscuro.

Y ella tenia razón, estar en ese colegio, a altas horas de la noche no le hacia bien a nadie, todo estaba vacío a y solo ellas se habían quedado a hacer los deberes para el día siguiente, claro, a decisión de Temari, quien por ser unos años mayor que ella se imponía. Además de que era la más sensata de las dos.

-Pues quizá así sea mejor, así nada te distrae y te pones a estudiar de una vez. Ya estoy harta de tus lloriqueos cada que repruebas un examen.

-Y mañana tengo otro. Por favor.

-Ah, esto me pasa por juntarme con una de primero, ahora le hago de niñera.- Susurro molesta.- Esta bien, solo voy por Itachi y regreso, anda tu y yo te alcanzo allá.- En realidad, la única razón por la que la soportaba era porque Ino se le pegaba todo el tiempo, como lo hacían muchas otras, por ser la mas popular, era como se diría "la chica mala" del instituto.

-¿Para que lo quieres?

-No voy a estar como estupida esperándote a que termines con ese amigo que tienes.

-Shikamaru no es mi amigo realmente.

-Me desagrada tanto que solo le hables cuando necesitas algo, si sabes que le gustas. Y lo tratas co...

-Mira quien viene a darme sermones. Ni siquiera lo conoces. No esta en tu grado.

-Pero el que no lo haya visto, o sea menor que yo, no hace ninguna diferencia.

-Mmm... si bueno, Itachi es como 5 años mayor que tu, supongo que realmente la edad no te importa mucho.

-Como sea, ya vengo.

-No, espera. No quiero ir sola

-No seas nenita y ve.

Temari se giro y camino hacia el lado contrario perdiéndose en la oscuridad y poco a poco los tacones de sus botas altas dejaron de escucharse. Ino suspiro y sujetando el cuaderno contra su pecho recorrió los siete pasillos que le faltaban para ir a la biblioteca. Empujo las enormes puertas de madera y el chirrido la no la tranquilizo. El lugar estaba escuro a excepción de una mesa en el centro donde había pilas de libros y dos candelabros, camino un poco mas y por fin distinguió que Shikamaru dormía en el suelo, lo cual era extraño, pero lo hizo perder el miedo y enojada le dio un punta pie.

-Despierta flojo, arriba.

-¿Ino? Ah, ¿Qué quieres?- Pregunto levantándose para sentarse en una silla

-Dijiste que me ayudarías con cálculo

-Ah si, mujer problemática.

-¿Me hablas?-Grito una voz femenina entre las estanterías.

-No Tayuya, no me refería a ti.- Contesto esperando que ella no fuera hacia él, pero fuer tarde porque la pelirroja ya había llegado y arrojando un libro sobre la mesa se abrazo a su cuello.

-Conmovedor pero dejen eso, Ino tiene que estudiar y yo no la esperare toda la noche.

-¿Quién eres tu?- Pregunto Tayuya molesta.

-Nadie que te interese, mocosa. Ahora tu, nerd de pacotilla, ¿puedes ayudar a Ino a pasar el examen?

-Temari, creí que dijiste que debía ser más respetuosa.

-Lo se lo se, pero ya me estoy cansando.- Dijo viendo a Shikamaru, ¿de verdad era un genio? ¡Pero si tenía cara de tonto! Bueno, quizá si fuera listo después de todo. Cuando llego creyó que lo que veía era un ratón de biblioteca, estando ahí hasta esas horas, pero viéndolo mejor parecía que lo que realmente quería hacer era dormir, probablemente solo estuviera ahí por Ino. Debía gustarle mucho. Quizá su "amiga" debería fijarse mas en él, era un poco guapo después de todo.

-Mejor vamos a buscar un libro.- Susurro Itachi a su oído y Temari soltó una risita. Lo tomo de la mano y se fueron a los pasillos de estanterías.

-¡Oye, la biblioteca no es para que se...!

-¡Aplícate el cuento y cierra la boca!

Tayuya cruzo los brazos molesta y Shikamaru soltó todo el aire que tenia contenido, vaya, esa chica era hermosa de verdad, de botas, minifalda de mezclilla rasgada y blusa de maya negra para que se le notara la ropa interior y además esas cuatro coletas le daban un toque de colegiala mala, justo como era el sueño de muchos chicos, menos de suyo. Él solo quería una chica tranquila, pero era demasiado problemática para su gusto, mejor mantenerse lejos.

Esa fue la primera y última vez que se vieron, el padre de Temari debía mudarse a otro país por cuestiones de su empresa y ella y sus hermanos también se fueron así que una semana después dejaron todo atrás.

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Temari despertó sobresaltada con la frente empapada en sudor, vaya sueño mas extraño, casi no recordaba nada de cuando vivió en Japón, menos aun de sus compañeros. Había perdido comunicaron con Ino, lo ultimo que sabia era que se había casado con un reconocido pintor y que ahora viajaban por el mundo, aunque eso lo había leído en una revista. A Itachi lo había llamado un par de veces pero lógicamente habían terminado, fue un lindo noviazgo propio de una chica de 17 años, pero nada duradero. En cuanto al otro niño ni lo recordaba y menos aun a la pelirroja que lo pretendía.

Pero quizá ese sueño se debiera a que era uno de los pocos recuerdos de sus días en aquel país. Y lo que debía traerlo a su memoria ahora era que esa tarde regresaba. Gaara se hacia ahora cargo de la compañía mientras Kankuro viajaba por el mundo, realmente su hermano lo merecía, aun siendo ella la mayor, Kankuro fue quien se hizo cargo del negocio y ambos cuando su padre murió, y hacia un año que ella le había sugerido dejarle todo a Gaara y a ella mientras él recobraba algo de la juventud que no pudo vivir.

Se levanto y saliendo de la cama tomo una toalla, se metió al baño pequeño cuarto de hotel donde se hospedaba. Se desvistió y entro a la tina lista para darse una ducha rápida. Estaba ansiosa por irse, los negocios le eran sumamente interesantes, ahora debía ir a ver a una empresa para aliarse con ella, ambas eran ricas y poderosas, unidas serian indestructibles.

Su hermano Gaara confiaba en que pudiera convencer a uno de los empresarios de unirse, al parecer el presidente y dueño de la compañía si quería hacerlo, pero su hijo era un poco más desconfiado.

-Debe ser un junior mimado.- Se dijo a si misma.

Seguramente como tantos otros que le ofrecían tratos solo a cambio de un "favor" a los cuales ella se encargaba de poner en su lugar con una sonrisa y una buena bofetada antes de que avisarle a Kankuro por teléfono y que misteriosamente le pasara algún accidente a esos niños bonitos.

Bueno, por lo menos tenía a su ángel guardián, bastante lejos, pero a una llamada de la salvación, no debía preocuparse ¿Qué podía pasar después de todo? Si solo tenía que mantenerse lejos del hijo del dueño de "Empresas Nara"

Negocios Vs PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora