Verdades

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Temari despertó con un brazo envolviendo su cintura y mirando sobre su hombro distinguió el cabello negro de Shikamaru, indicándole que él tenía la cara entre el hueco de su espalda y la cama. Suspiro con resignación, al sentir un pequeño ardor en su entrepierna, la noche anterior, cuando el frío viento de la madrugada se coló por la ventana entreabierta, él se había vuelto un poco más salvaje e impaciente.

Miro sobre el buró al lado de la cama, el reloj marcaba las 6:53 am. Sentía los parpados querer cerrarse de nuevo, causa del escaso sueño, dudaba haber dormido tres horas completas. Su cuerpo le pesaba y el clima le pedía a gritos quedarse en un lugar caliente, pero ella lo ignoro moviéndose para salir. Shikamaru gruño y la apretó mas entre sueños, así que deslizo una mano entre las sabanas y la saco para quitar la de él.

Se removió un poco y sujetando la esquina de la sabana contra su pecho se puso de pie, el piso de madera estaba helado y un escalofrío la recorrió. Busco su ropa en el suelo y después de verla a un lado de la puerta junto con la de Shikamaru, justo donde él la desvistió.

Abrió la puerta lentamente y temió cuando él se giro quedando boca arriba, después de ver que seguía dormido salio de allí deteniéndose en la puerta principal para colocarse los zapatos de tacón, pues no lo había hecho para no hacer ruido, lo que menos le apetecía era una despedida, así era mejor, había pasado una noche grandiosa y ese era todo el adiós que quería, por el momento, y ya que no tenia nada que hacer el la empresa hasta que sus hermanos llegaran, no tenia que hacer, así que decidió salir a explorar un poco el lugar, desde que llego solo había trabajado y no quería irse sin antes conocer el lugar donde creció.

Lamentablemente, ese día, como los anteriores, no era el suyo, escucho pasos que se detenían detrás de ella y se giro preparándose para encarar a Shikamaru, no para la mirada de odio de Tayuya. La chica estaba de pie y Temari decidió que, aunque ya todo había acabado, ella no tenia porque saberlo, la idiota la había insultado, el día anterior había sido un calvario y para cuando llego la noche sus defensas estaban muy bajas como par defenderse, pero bueno ¿A quien no le sube el animo una larga noche de sexo apasionado?

Temari coloco una mano en su diminuta cintura y se irguió lo mas derecha que pudo haciendo que sus senos resaltaran en el sugerente vestido, sonrío victoriosa y su ojos brillaron.

-Buenos días, Tayuya, ¿Cómo amaneciste?

-Bien, pero parece ser que no mejor que tu.

-Bueno, no hay nada como despertar entre los brazos de un hombre fuerte y guapo ¿no crees?

Temari vio como un destello de confusión nublaba sus ojos y después apretaba la mandíbula y puños, así que creyó que había hecho bien, pero cuando Tayuya se relajo y sonrío comenzó a dudar.

-Mientes.- Dijo segura.

-¿Por qué habría de mentir?

-Shikamaru no duerme con nadie, después del sexo la chica se va o él lo hace, no te creo.

-Oh cariño, olvidas que soy su prometida, lo mas normal es que me considere por sobre las demás chicas con las que ha estado.- "Y sobre ti" Pensó pero fue lo suficiente amable para no hablar.

-Si de verdad fueses su prometida no te irías, no me engañas cariño, puede que anoche Shikamaru haya dicho eso de querer casarse contigo, pero Shikamaru y yo tenemos una relación lo bastante profunda como para que me mienta, y tengo maneras de hacerlo hablar.- Sonrío y se dio la vuelta para caminar hacia las escaleras, seguramente a Shikamaru, moviendo las caderas de manera insinuante, bien, a Temari ya no le interesaba él, que hiciera lo que le diera la gana ¿Pero dejar que esa tipa se creyera que podía con ella? Oh no, eso no.

Negocios Vs PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora