Capítulo 12 (POV Mer)

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Esa noche, me hospedé en el hotel "Media Luna". Era pequeño, pero tenía su encanto. Las paredes eran blancas y hasta tenía un comedorcito. Era barato, así que decidí quedarme.

Mi habitación no era gran cosa: constaba de un dormitorio, un baño equipado y un vestidor. El lugar debía de tener más o menos ocho dormitorios y la verdad es que se estaba cómodo. Me quité el uniforme para bañarme y luego de eso permanecí en ropa interior. Abrí las sábanas de la cama y me recosté.

Otra vez me invadieron las preguntas. Aunque no lo pareciera, por dentro estaba desesperada. Necesitaba pensar y hablar con alguien que pudiera ayudarme. "¿Qué tengo que hacer?" me pregunté varias veces, y me respondí que primero, debía pensar con claridad y aclarar los hechos del día.

1- Esa mañana yo estaba en el colegio en una prueba de geometría.

2- Micaela, mi mejor amiga, necesitaba ir al baño, así que le pidió permiso a la profesora. Se fue rápidamente

3- Tuve una discusión con Cara-de-huevo, y como quería contárselo a Micaela, apenas terminó el tiempo de examen corrí hacia el baño.

4- Cuando estaba por llegar, me topé con Jason, que por alguna razón quería hablar conmigo (¡¡¡me había olvidado de preguntarle qué quería decirme!!!). Como yo estaba apurada, le pegué un rodillazo en la entrepierna y salí corriendo.

5- Llegué al baño y lo revisé todo en busca de Micaela, que a propósito, no estaba. Me rendí y me senté a pensar. De repente, todo parecía diferente y mi instinto me decía que debía salir de allí.

6- Fue demasiado tarde porque el espejo se transformó en un portal y me había tragado.

7- Aparecí de repente en una plaza, y noté que todo era diferente. Tuve una charla muy informativa sobre la época con una vieja presumida y me dí la vuelta y me fui.

8- Empecé a vagar por la ciudad hasta que llegué a la conclusión de que debía pedir ayuda, así que entré a un bar, donde no fui bien recibida.

9- Ahí apareció Jason, y se ofreció a llevarme.

10- Llegamos juntos al hotel "Media Luna" y él se fue, dejándome sola con mis torturados pensamientos.

Esos diez puntos definían todo mi día. Quería hablar con Jason, ya que por alguna razón él me había dicho que estaban allí por una especie de magia, pero él parecía saber más cosas. Al principio, cuando lo dijo, me pareció una locura, pero ahora tenía mis dudas. Si un espejo me había traído hasta allí, ¿qué cosas de las que creía que eran de cuentos existían realmente? En mi cabeza armé un plan. A la mañana siguiente volvería al bar y preguntaría por Jason. Tenía que hablar con él urgentemente para obtener más información e idear otro plan para volver al presente. Estaba aturdida y cada vez creía menos dónde estaba. Me pellizqué el brazo con fuerza para ver si estaba soñando, bueno, para ver si estaba teniendo un sueño muy real. No. No lo estaba. Y todo ese asunto empezaba a irritarme. Me arropé entre las sábanas e intente dormirme, o tranquilizarme. La primera opción ganó ya que estaba agotada.

A la mañana siguiente desperté tumbada en el suelo, al lado de la cama. Tenía un fuerte dolor en el hombro derecho, justo por arriba de la clavícula. Me levante, extrañada porque yo nunca me caía de la cama. "Debo de haber estado soñando" pensé. Intenté agarrar mi reloj despertador, que siempre lo tenía encima de la mesita de luz, cuando recordé dónde estaba: en el hotel "Media Luna" del 1897. Respiré hondo y me obligué a contener las lágrimas que ya caían en la alfombra. ¿Podía ser todo ese asunto más frustrante? De repente, una enorme araña salió de debajo de la cama y se metió en el baño. Solté un gritito de desesperación. Sí, todo podía empeorar en cualquier momento, genial. Agradecí el cielo que no lloviera.

No todos los sueños se cumplen a la perfecciónWhere stories live. Discover now