Abrí la boca y volví a cerrarla, sin saber qué decir.
Els lo sabía.
Era una tontería intentar decirle que se equivocaba, porque tenía mi traje a su lado y el antifaz en sus manos.
—Contesta —me pidió.
—Els... —empecé a decir, pero ella me cortó, levantándose de la cama.
—¿Lo eres verdad? Eres ella —afirmó y yo solo pude asentir con la cabeza.
Oí un jadeo por su parte y luego la miré.
—Oye, Els...
—¿Era esto lo que tanto guardabas? ¿Lo que no podías decirme? —bajé la mirada—. ¿Por qué? —negué con la cabeza.
—No lo entenderías...
—¡No lo entendería! —exclamó—. Claro que no lo entendería. Porque no soy una estúpida chica de veinte años que se cree que puede ser una heroína. ¡No lo eres, Skye! ¡No lo eres! —me mordí el labio, sin querer mirarla. No quería enfrentarme a ella, ni tampoco podía. Respiró hondo para tranquilizarse y luego cambió su tono de voz—. Te llamé un montón de veces cuando en la televisión pusieron lo que estaba pasando. Vi a la justiciera —su voz cambió al decir eso—, luchando contra aquel hombre y en lo único en lo que podía pensar era en que esperaba que tú no fueses una de las personas heridas que habían en el suelo. Pero no, tú eras ella. La que estaba jugándose la vida.
—Tenía que hacerlo, Els. No podía dejar que hiciese más daño a la ciudad.
—¡Pero para eso está la policía, Skye! Para salvar la ciudad —suspiré y seguí escuchándola—. En las noticias se pudo ver que la justiciera lanzaba... una especie de rayo. Es... ¿es eso verdad? ¿Puedes hacerlo?
Finalmente levanté la mirada y la encaré. Me miraba, aunque a diferencia de al principio, ahora lo hacía con un poco de miedo. Aquella mirada hizo que algo en mi se rompiese, sabiendo que eso era lo que más había temido desde el principio: hacerle daño a la gente y que me tuviesen miedo.
Di un paso para acercarme a ella, pero al instante retrocedió y volví a sentir esa molestia dentro de mí.
—No voy a hacerte daño, Els. Te lo prometo —susurré. Ella me miró, analizándome, sin embargo, no se movió—. Luché contra él porque de alguna manera tengo que acabar con todo ésto. Hay muchos más como él y..., como yo. No todos son buenos, como ya has podido ver. Lo único que quiero es pararlos para que no hagan daño a nadie más.
—Poniéndote a ti misma en peligro —agregó.
—No hay otra opción.
—¡Sí, sí que la había! Podrías simplemente haberlo dejado pasar. Spider-man podría haberse encargado de él. ¡No puedes jugar a ser la heroína, porque este es el mundo real, y aquí cuando pierdes, caes!
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Skye Hunter ◇ Spiderman
Fanfiction[Segunda parte de Peter Parker] ❝-Tienes que intentarlo -me susurró. -¡No! -grité-. Yo no puedo ser como tú. Nunca podré serlo, porque actuáis de manera enfermiza. No quiero estar con vosotros, quiero pararos. -Tiene...