Skye Hunter ◇ Spiderman

17. Hell's Kitchen

—Oye, Peter —balbuceé y luego pensé que era mejor no decir su nombre mientras iba vestido de Spider-man, aunque no había nadie por aquí—, yo...

—¿Tú qué? —inquirió—. ¿Preferiste dejarme plantado y venir a hacer ésto? —preguntó dolido, señalándome.

Obviamente se refería a salir siendo, bueno, lo que quisiese que fuese. Una justiciera o algo así.

—No, no lo entiendes...

—Oh, lo entiendo perfectamente. ¿En qué momento dejé de importarte? —me alarmé y me acerqué a él.

—¡No! No se trata de eso. Salir hoy contigo iba a ser lo mejor que me iba a pasar en toda la semana, de verdad. Pero tenía que hacer esto. Lo necesitaba.

—Y yo te necesitaba a ti, Skye —bajé la cabeza y sentí un dolor en mi pecho.

Sabía a lo que me arriesgaba cuando decidí venir en vez de ir con él. Era mi culpa y no había vuelta atrás, tenía que aceptar lo que había hecho. Y de alguna manera, intentar arreglarlo.

—Necesitaba ésta información. Ahora sé por dónde empezar a buscar. Puedo pararlo.

—¿Y después qué? ¿Te vas a buscar a quien sea y no vuelves en un tiempo? ¿O no vuelves directamente?

—Peter, yo quería hacer esto contigo. Te lo dije, no quería que estuvieses solo. Pero no me hiciste caso y tuve que hacerlo sola. ¿No hiciste tú lo mismo cuando buscaste al que mató a tu tío? —miró hacia otro lado—. Tuviste tus razones para hacerlo y yo tengo las mías. He estado leyendo los archivos que encontramos en el laboratorio de Trainor y experimentó con mucha gente. La mayoría de ellos murió. Y eso solo pasó aquí. ¿Qué crees que está pasando en el resto del mundo? ¿Dónde está el Spider-man que no dudaría en salir a buscar al que estuviese haciendo todo esto? —me acerqué más a él y posé mi mano en su brazo—. Sé que no debí haberte dejado solo hoy sin decirte nada, pero era posiblemente la única oportunidad que tendría en mucho tiempo para encontrar una pista. 

—No puedo permitir que te arriesgues así —susurró.

—Puedo defenderme sola, estoy aprendiendo a pelear. Podemos hacerlo, Peter. Juntos.

—Si te pasase algo, yo no...

—No me pasará nada, Peter. Te lo prometo.

—Intenté arreglarlo, Skye. Quise volver contigo porque todos estos días me volví loco sin ti. Pensé que hoy estaríamos juntos otra vez.

—Y podemos estarlo —subí mi mano a su máscara y se la quité.

Él me miraba profundamente, casi sintiendo que podía mirar en mi interior. Por primera vez en todos estos días, pude mirarlo de otra forma. Ya no veía al idiota que había besado a Gwen, ni al estúpido que me había dejado atrapada en mi propia cocina ni al descerebrado que no había dejado que le ayudase. Ahora veía a Peter, dolido, por lo que le había hecho. Por todas las cosas que me había confesado y a las que yo no había dado importancia.