5. Mini capítulo

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*Narra Peter*

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*Narra Peter*

Estaba confuso. No sabía qué pensar ni qué hacer. Mis piernas se movían al compás de las de Gwen, siguiéndola por las calles. Gwen... decir su nombre ahora me hacía sentir de otra manera.

Normalmente, cuando la había nombrado sentía tristeza y melancolía, porque sabía que nunca más la volvería a ver. Porque de ella solo quedarían recuerdos e imágenes. Pensaba que sería así para siempre, y ya me había hecho a la idea de ello. Ya me había acostumbrado a vivir así.

Sin embargo, su repentina e inesperada aparición solo hacía dejarme confuso. Yo la vi morir. La vi caer desde muchos metros de altura. Vi su expresión de miedo al saber que no podría salvarla. Y también sé cómo me sentí yo. Necesité un montón de tiempo para hacerme a la idea de que ella ya no estaría en mi vida.

Y todavía no podía creérmelo. Por más que giraba la cabeza de ven en cuando para mirarla, me repetía una y otra vez que ella había muerto. Que esto solo era una mala jugada de mi subconsciente y que en cuanto cerrase los ojos ella desaparecería. Aunque sabía que no lo era porque Skye también la había visto. Skye...

Me di cuenta de lo estúpido que había sido. La había dejado sola para irme con Gwen sin darle ninguna explicación, pero es que ni yo mismo sabía lo que estaba pasando. Quise darme la vuelta y correr hacia donde ella estaba y pedirle perdón por haberla dejado, pero mis piernas no dejaban de andar hacia donde Gwen me llevaba. Por cada paso que daba, me sentía fatal por haber dejado a Skye, pero por otra parte necesitaba hablar con Gwen. Necesitaba saber qué había pasado y cómo es que estaba viva.

Creí que me llevaría a una cafetería, sin embargo me llevó a un pequeño piso de apenas dos habitaciones y que no parecía muy acogedor. Estaba apartado del centro de la ciudad.

Dejó que pasase delante de ella y luego cerró la puerta. Eché un vistazo al apartamento, el cual era una sala con una pequeña cocina y una tele, acompañada de un sofá y luego dos habitaciones más, una en la que supuse que ella dormiría y otra que era el aseo. Me senté en el sofá y ella se sentó a mi lado. Me miró sonriente, como si aquella situación fuese lo más normal del mundo. Sin embargo yo no podía estar quieto. Tenía mis dedos entrelazados y no paraba de moverlos, mientras sentía mi corazón palpitar de una manera demasiado rápida.

—Bueno... —comenzó a decir Gwen—. ¿Qué quieres saber?

—Todo —contesté al instante.

—¿Y por dónde quieres que empiece?

—Por el principio —mi voz se notaba agitada, pero no me molestaba en disimularlo—. ¿Por qué estas viva?

—Es un poco complicado... —tras ver mi mirada de súplica, suspiró—. Caí y creí que ese era el final. Cuando cerré los ojos no sentía nada. Ni la brisa, ni el sol, ni siquiera sentimientos. Esperaba a que llegase esa luz blanca de la que todo el mundo habla. Y lo hizo. Solo que no era la muerte, sino simplemente la luz de una lámpara —fruncí el ceño—. No había muerto. Desperté en un lugar que parecía un hospital y me dijeron que pudieron curarme en el último momento. Gracias a él estoy viva.

Skye Hunter ◇ SpidermanWhere stories live. Discover now