Unión

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Aviso: Lemmon.

Levy permanecía con las manos en la empuñadura de Zorro Rojo que ella misma había clavado en el pecho de su padre, Lord Phantom.

—Siempre supe... que serías mi perdición —murmuró el padre de Levy, seguidamente cerró los ojos para no abrirlos nunca más.

Levy era incapaz de moverse con las manos aferradas en la empuñadura, su cuerpo temblaba. Las manos empezaban a dolerle, pues se aferraba con fuerza a aquella empuñadura.

—Levy, ahora todo está bien —susurró Gajeel detrás de ella y con mucho cuidado le quitó la espada de las manos, fue entonces cuando Gajeel se dio cuenta de que Levy lloraba, lloraba en silencio con la mirada sobre Lord Phantom, una mirada que podía helar la sangre hasta al guerrero más despiadado.

Gajeel envaino su espada y cargó a Levy en sus brazos, ella lo abrazó y hundió su rostro en el cuello de Gajeel para reprimir aquellas lágrimas de rabia por no haber eliminado a su padre mucho antes.

—Gajeel, quiero irme de aquí, quiero volver a casa —dijo Levy entre sollozos.

—Si, ahora te llevaré a casa.

Gajeel salió del castillo cargando a Levy y se adentró en el bosque en busca de Natsu y los demás, no le costó mucho encontrarlos pues se estaban discutiendo.

—¡Hace mucho que se fue! ¡Ese idiota seguro que nos ha traicionado! — gritó Natsu.

—¡Eh! ¿¡Quién dices que te ha traicionado guerrero idiota!?

Natsu y los demás se sorprendieron al ver a Gajeel con Levy entre sus brazos.

—¡Levy! —Lucy se acercó enseguida y Levy saltó de los brazos de Gajeel a los de su mejor amiga.

—Lu-chan, se acabó —murmuró Levy.

—No, aún no se ha acabado —dijo Erza acercándose a Gajeel y le encadenó las manos en la espalda.

—Sabes que es mi deber detenerte, ¿Verdad? —preguntó Erza, Gajeel asintió cabizbajo.

—¡No! ¡El me ha salvado gracias a él estamos vivos! —Exclamó Levy.

—¡Levy! Que te haya salvado no significa que no sea culpable, en el pasado cometí muchos delitos y piensa que en un principio quería matarte y a Lucy también.

—Pero...

—Levy, Gajeel tiene razón, debe ser juzgado ante Makarov y en ese juicio tendrá alguien que le defienda, y seré yo quien lo haga —dijo Jellal.

—Erza, solo te pido que le quites las cadenas por ahora, hasta que lleguemos al castillo —dijo Levy acercándose a Gajeel.

Erza asintió y liberó a Gajeel, éste se acercó a Levy y se abrazaron. Lucy se puso al lado de Natsu.

—Es mejor que los dejemos solos un tiempo, cuando hayan aclarado las cosas irán hacia el castillo —Natsu asintió ante las palabras de Lucy y avanzaron dejando a Levy y a Gajeel en el bosque donde la noche anterior habían acampado.

—Levy, me gustaría que el tiempo se parase justo en este momento... puede que dentro de unos días me condenen a muerte.

—No, no pienses en lo que pueda pasar en el futuro, piensa en el ahora, en ti y en mi, justo ahora —dijo Levy agarrandolo de la mano y avanzando por el bosque hasta que llegaron al río que Levy se había bañado horas antes.

Gajeel se situó detrás de Levy y le besó el cuello y fue bajando por su hombro apartando la ropa que lo cubría. Levy gimió al sentir los labios de Gajeel bajar por su espalda mientras iba deshaciéndose del vestido hasta despojarle completamente de su ropa.

Gajeel puso sus manos sobre los pechos de Levy, ésta se estremeció ante su contacto y apoyó la espalda en el pecho de Gajeel. Levy se dio la vuelta y empezó a desabrochar la camisa de Gajeel hasta que quedó descubierto dejando ver su pecho bien formado.

Levy le quitó la camisa haciendo que cayera al suelo junto a su vestido.

Gajeel se ocupó de sus botas y su pantalón dejando ver su erección que dejaba claro lo mucho que deseaba poseer a Levy.

Gajeel acarició el rostro de Levy poniéndole la mano bajo su barbilla obligándola a mirarle.

—No tengas miedo —susurró Gajeel acercando su boca a la de Levy.

Empezó a besarla apoderándose de sus labios.

Las manos de Gajeel bajaron por la suave espalda de Levy hasta sus muslos para levantarla, Levy rodeo la cintura de Gajeel con sus piernas sintiendo su miembro erecto bajo ella.

Gajeel avanzó hacia el río y la tumbó en la orilla del río sobre la hierba.

—Pase lo que pase de ahora en adelante quiero que sepas que te amo y que si no te sientes preparada para esto podemos parar ahora, luego ya no podré parar.

—No quiero parar, Gajeel te amo y no voy a permitir que te separen de mi, nunca.

Gajeel sonrió y se puso sobre Levy dejando poco a poco su peso sobre ella sintiendo el calor de su cuerpo mientras Levy le rodeó de nuevo la cintura con sus piernas.

Gajeel sin dudarlo fue invadiendo a Levy, ésta sintió una punzada de dolor.

—Gajeel... para, por favor — suplicó Levy al sentirse invadida y rota.

—Ahora no puedo parar —dijo Gajeel adentrándose más en ella hasta estar completamente dentro de Levy completando su unión.

Levy profirió un grito de dolor y clavó las uñas en la espalda de él.

Gajeel empezó a moverse dentro de ella.

—Gajeel... duele —dijo Levy con un hilo de voz.

—Lo se, pronto acabará este dolor.

Gajeel la sujetó por los muslos y se adentró más en ella, Levy quedó paralizada bajó él al sentir aquella nueva sensación, un gemido de placer se escapó de los labios de Levy arqueandose bajo él sintiendo a Gajeel moviéndose más rápido sobre ella hasta llevarlos al clímax.

Gajeel estrechó a Levy entre sus brazos queriendo que ese momento no terminara nunca.

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Espero que os haya gustado este lemmon, si no os gusta algo no dudéis en decírmelo.

Besitos xx






















Amor MedievalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora