Narra Yoko
14 de febrero... Que fecha tan bonita... Para los que tienen pareja, por supuesto.
Yo llevo años sin tener nada con nadie, si mal no recuerdo, mi primer y último novio fue mi compañero de curso Paul Harrison.Con Paul todo iba genial, hasta un catorce de febrero.
Fuimos a cenar a un McDonald's y nos besamos en las alcantarillas, todo muy romántico, hasta que las cosas subieron de temperatura y decidimos ir a mi casa a ya sabes... hacerlo como conejos.Flashback
-Oh, Yoko... Ese moco que tienes me excita mucho...- Paulie me acarició la nariz y se comió mi moco verdoso.
-A mi me encanta tu verruga en el trasero...-
-¿Cómo lo notaste?-
-Se nota muchísimo, Paulie... Parece que tuvieras tres glúteos.- Le agarré el trasero con mis manos. -Pero me encanta.
-¿Vamos a mi casa?- Paul me chupó la nariz.
-No... mejor vayamos a la mía, así te enseño mi colección de pelusas de mi ombligo.
-Como quieras bebé.- Nos besamos, nos chupamos la cara mutuamente y caminamos por al lado de los hermosos contenedores de basura.
La gente nos miraba raro cuando nos metíamos dentro del basurero y nos regalábamos caca de perro, pero ellos no entienden el verdadero amor.
-Ya hemos llegado pastel de mierda <3- Besé a mi Paulie en el trasero.
-Amo que me digas así...-
No lo dejé terminar, y lo besé apasionadamente; dándole toda mi saliva.
-Te amo...- Logré decir antes de caer en la cama, dando comienzo a la mejor noche de mi vida.
~
-Buenos días, caracol baboso- Harrison me dio un tierno beso.
-Buenos días amor.-
Así pasó todo nuestro día de San Valentín, entre besos, caricias y pedos. Era perfecto.
-¿Vamos al parque?-
-De acuerdo, mierda seca ♡.-
Caminamos por el pasillo oscuro, tenía estanterías llenas de mis cosas: mocos con sangre, pelusas del ombligo, caspa...
-¡Wow, Yoko! ¡Esa colección de caspa es increíble!-
-¡¡NO LO TOQUES!!- Lo agarré del brazo pero fue demasiado tarde... Mi habitación secreta se había abierto.
-¿Por qué no? Oh... así que hay otro...- Agachó la cabeza.
Al tocar mi frasco de caspa se abría la estantería, dando paso a mi habitación secreta dedicada a John Lennon. Tenía fotos de él desnudo, mocos que le había conseguido robar, planos de su casa, pelusas de su ombligo, más fotos... Era mi colección más numerosa, y por supuesto la que más apreciaba. Lamentablemente mi Paul no lo entendió tan bien.
-¡PAUL, LO PUEDO EXPLICAR!-
-¿EXPLICAR QUÉ? ¡HAS ESTADO CON OTRO HOMBRE! AGHHH, ¡YO TE AMABA, YOKO!-
-YO TE AMO A TÍ, PAUL.-
-¡NO! SÓLO AMAS A ESE TAL JOHN...- Las lágrimas y mocos resbalaban por toda su cara.
-Yo...-
-¡CÁLLATE! Ya sé que amas más su trasero que al mío...-
-Pero... Tu verruga es hermosa.-
-Lo sé.- sacudió su cabello -Pero ahora no hay tiempo para eso, Yoko. Me tengo que alejar de tí para no sufrir más de lo que estoy sufriendo ahora.
-¡NO DIGAS ESO, PAUL! YO...-
Demasiado tarde otra vez, Paul Harrison se había ido para siempre.
-Yo... te amo...- Empecé a llorar descontroladamente.
Desde ese día no volví a amar.
Fin del flashback
Y aquí estoy, viendo la Rosa de Guadalupe mientras como pizza. Otro San Valentín que paso sola...
-¡LA ROSA, MARÍA DEL CARMEN, LA ROSA!