CAPÍTULO 6

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••••Narrador••••

Y asi los encontro Vegetta al regresar a la casa, su camino habia sido oscuro, o eso parecia, porque al volver a ver a sus dos amados su mundo volvio a iluminarse, "fueron solo unos minutos" pensarán, pero para ellos era una verdadera eternidad cada segundo que tenia que ver con el otro. Se acercó con pasos lentos a ambos, es sierto que debería de descansar por la agotadora y salvaje batalla que tuvo hoy, pero debía de encargarse primero de su familia.

-Willy... -Murmuró sentándose a su lado, con el biberón entre las manos, no le había costado mucho conseguir la mejor leche del pueblo, después de todo tenia privilegios.

-Gracias -Contestó, tomando el biberón para alimentar al pequeño hambriento, Willy solo imploraba que no comiera como saiyajin, Vegetta no lo hace y eso es sorprendente para él. No quería hacer mucho contacto visual con Vegetta, le daba curiosidad, y un sentimiento increible parecido al miedo, al recordar lo feroz que batalló por él, es sierto que eran compañeros en batallas a muerte, pero nunca lo habia visto luchar con tanta astucia, con tanto poder, con tanta esperanza, con tanta locura. Lo hacía pensar que aquel hombre gracioso y tonto que conoció, ya no existía.

-¿Pasa algo? -Se preocupó al preguntar, haciendo reaccionar a Willy casi inmediatamente.

-Ah... si... -En realidad en el tiempo que pensaba ya habían pasado varios minutos, Zeus ya estaba terminando lo que había en el biberón, de diamante para ser específicos.

-Mejor vete a dormir, aún estas débil por el parto. -Se levantó para que pudiera descansar a gusto, algo le decía que le incomodaba su cercanía, o su presencia.

Al terminar, Zeus arrojó el biberón deshaciéndose de el, y sorprendiendo a sus padres por la fuerza que usó para lanzarlo.

-¡Zeus! -Dijo Willy sorprendido, le hizo una grieta a la botella, que se encontraba ahora en el piso, junto a la puerta que se encontraba a metros de ellos.

-¡¡Madre mía!! ¡Ese es mi Zeus! -Gritó su padre con emoción, a la vez que sorpresa. Haciendo reír al pequeño por las expresiones tan curiosas y divertidas de sus papás, que al final una sonrisa apareció en sus caras de sorprendidos.

-Es que como se nota que es hijo nuestro Willy -Sonreía en emoción. Eran tontos al sorprenderse en verdad, es decir, Zeus tenía la sangre de un semi dios y de un dragón enderman, por obvias razones tendría tanta fuerza a la tan corta edad de 4 horas, más o menos.
Willy estaba encantado al escuchar las primeras risitas de su hijo.

-Se ríe como tú -Rió suavemente mientras se acomodaba en la cama.

-Es que es todo un hombre como su padre -Fué a recoger el biberón. -Y como tú. -Sonrió mirando de nuevo al chico de verde.

Willy agachó la mirada, queriendo ocultar lo sonrojado que estaba por la manera en la que Vegetta lo miró. Al mirar hacia abajo notó que las sábanas estaban manchadas de sangre, de Vegetta, haciendo que se levantara otra vez.

-Estas herido -Miró nervioso, preocupado por las muchas heridas que seguro ocultaba bajo su armadura.

-¿Esto? Son sólo rasguños tío -Habían sufrido peores los dos, pero eso no quitaba lo peligroso que era que se infectaran las heridas, Willy se levantó de la cama todavía cargando a su niño.

-Dejame ayudarte. -Era una manera de hacer contacto con él, pero no se dió cuenta en el instante, quizás por la preocupación.

-Pero debes de descansar chiqui, además el bebé no te va a querer soltar para que me ayudes -Se sentó buscando el botiquín, no era suficiente para curarlo pero vería lo que podia hacer con eso, aunque sea poco.

-Ya se durmió, Vegetta.

-No es sierto chaval -Miró entre sus brazos, y así era, entre tanto no se había dado cuenta de que sus risitas ya no se escuchaban. Suspiró aceptando su ayuda. -Esta bien.

Recostó a Zeus en la cama, cubriendolo con todas las sábanas que tenía la cama, y colocando almohadas al rededor. Instinto maternal parece.

-Vamos al baño entonces, allí te curo las heridas y de paso te das un baño -Lo tomó de su fuerte brazo, haciendo que se quejara, pues habia tocado una se las heridas. Igualmente Willy lo llevó casi a arrastras al baño. -Vamos Vegetta, pareces niño chiquito. -Se quejó, por los empujones de Vegetta cuando le tocaba alguna herida. Logró llevarlo hasta el baño, cerró la puerta con seguro, antes de que Trotuman o Vakipandy se dieran cuenta de que ya estaban aquí.

-Quitate la ropa tio. -Hizo recordar a Vegetta aquel día en que el vino se apoderó de él, haciendo que soltara una breve risa, de sus tipicas risitas chillonas.

-¿Qué pasa?

-Nada nada. -Murmuró callándose, y pensando, quizás sea buena idea fortalecer ese lazo que los une, repitiendo ese día, pero sin el vino. Pensó.

Se quito la ropa sin protestar una sola palabra, mientras Willy comenzaba a preparar el agua para que se duchara.

-Willy... -Hizo que lo mirara, notando un leve sonrojo en su rostro al verlo sin ropa, aunque su cuerpo estuviera lleno de heridas, no dejaba de verse bien... bastante bien.

-Dime algo... -Continuó -Para tí... ¿Esto significa algo?

Tomó sus manos, mirándolo a los ojos como si de eso dependiera el latir de su fuerte y apresurado corazón, que ahora se encontraba perdido en el mundo de la condición eterna, de la que sólo él sería capaz de rescatarlo.

-¿D-De que hablas, Vegetta?... -Desvío la mirada, pero en cuestión de segundos volvió a encontrarse con sus ojos, sus hermosos ojos morados brillantes, deseosos de una respuesta. -Yo...

-Sólo dímelo, solo dejate guiar por tu corazón, dejate conquistar por mi, y nada te hará falta... -Murmuró dándose la pequeña libertad de besar sus manos, como si de una dama se tratase. Willy no tuvo palabras para expresarse, aunque sus corazones eran uno mismo en esta danza perdidamente encantadora entre ellos, no sabía lo que quería. -Dejame cuidarte, dejame besarte como si fuera el fin del mundo, solo tienes que aceptar... -Su dulce voz hacia a Willy estremecerse, su tacto lo hacia temblar y que la temperatura de su cuerpo subiera lo suficiente como para que se quisiera separar, pero no lo hacía.

Largos segundos se hicieron presentes, el agua caliente comenzaba a llenar el baño de vapor, haciendo que todo se viera mas borroso, pero sus miradas no dejaban de notarse entre ellas, tal y como el hechizo de amor en los cuentos, mientras mas segundos pasaban mirándose fijamente, mas sentían la necesitad de romper esa ridicula barrera de timidez y dudas que no los dejaba ser uno en cuerpo y alma; Dragón y semi Dios.

No hubo respuesta alguna, por lo que Vegetta decidió tomar la iniciativa, colocó sus manos en las mejillas de Willy, hizo desaparecer los pocos centimetros que los separaban y simplemente lo besó, lo besó como nunca imagino poder besar a alguien, aun a pesar de que este no le correspondió, hasta segundos despues, cuando sus labios se acariciaban apasionadamente entre si. Esto se estaba saliendo de control, con un simple beso.

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Kon-nichiwa!! ^^ aquí esta el siguiente capitulo, pero necesito su opinión.

¿Qué dicen? ¿Lemon? ¿No lemon?

Un saludo! ♥♥♥

WIGETTA LOVE ¿UN PEQUEÑO AMOR MÁS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora