CAPÍTULO 15

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••••Narrador••••

Trotuman se apresuró a calmar a Zeus, mientras Willy esperaba impaciente la respuesta de Vegetta, quien le miraba nervioso y asustado al mismo tiempo.

-Habla ya Vegetta -Exigió el menor, cruzandose de brazos ante su pareja.

Este miró una vez mas a Willy, y suspiró tomando la decision de decirlo todo de una vez, pero no tenía las palabras correctas para hacerlo, así que se dejó de esforzar y simplemente lo dejó ir todo. La piel de su espalda comenzó a abrirse dolorozamente en dos lineas verticales, haciendo que su ropa se manchara de sangre, para despues romperla. Haciendo que un par de alas negras, escamosas y brillantes relucieran ante los ojos de Willy. Mantuvo la mirada al suelo todo el tiempo, mientras esperaba que la respuesta del menor no fuera tan horrible como lo imaginó. También surgió de su pantalón una cola del mismo color que sus alas, que llegaba a medir cerca de 3 metros. Y por último sus ojos comenzaron a brillar, justo en el momento en el que volteó a ver a Willy. Quien se encontraba sorprendido y aterrado ante el aspecto de Vegetta, estuvo cerca de salir corriendo de allí, sin embargo algo hizo que se enfadara increiblemente. Pues le había estado mintiendo todo este tiempo, la persona a la que mas amaba se convirtió en la criatura que mas detestaba con toda el alma, un ender dragón. Casi pudo escuchar como su pequeño corazón se partía en mil pedazos, mientras miraba la clase de monstruo que era, las lágrimas comenzaron a salir descontroladamente de sus ojos rasgados, haciendo sentir más culpable al dragón.

-N-No... Vegetta, no... dime que no es verdad... -Dijo con la voz quebrada, recordando aquellos días en que su vida había sido arruinada por uno de su especie, comenzando con el odio y terror que ahora dominaba al semi dios.

-Willy, yo... -Intentó acercarse, pero este de inmediato empuñó su espada de oro, haciendo que se detenga. Le dolía en el alma ver como intentaba separarse de él, su yo real estaba siendo rechazado por su verdadero amor. -Willy...

-Alejate... -Dijo entre lágrimas.-M-Me mentiste... todo este tiempo fué una mentira... ¡una maldita mentira! -Gritó, olvidandose de que su hijo presenciaba con miedo la discución entre sus padres, mientras que sus mascotas se quedaban en silencio.

-¡Willy, calmate! ¡Todo esto tiene una explicación!

-Una explicación... que no es necesario oir -Dijo con enfado, empujandolo antes de que este se acercara, y tomando entre sus brazos a Zeus, quien no paraba de llorar.

-No, Willy -Dijo con miedo, miedo a perder a su familia por demostrar quien era en verdad. Un asesino.

Willy no respondió, se fué sin mas a su habitación con la intención de recoger sus cosas para marcharse, no pensaba vivir con una criatura como esa, y mucho menos bajo una mentira. Que tonto fué, seguro ni siquiera lo amaba, seguro solo lo quería por querer tener un juguete con el cual entretenerse. Era su compañero, su amigo, su novio y el padre de su hijo, ¿Cómo pudo guardarle eso por tanto tiempo? No se puede ser tan miserable.

-Willy no tienes que llegar a tanto, porfavor quedate... cariño... -Se acercó a él, intentando que dejara de empacar sus cosas. Pero Willy de inmediato se volteó y le dió un fuerte puñetazo en la mejilla, haciendo que callera al suelo por el golpe. Sus ojos llorosos emanaban odio y desprecio.

-¡Eres un imbécil! ¡Todo este tiempo creí que eras diferente! ¡Creí que valias la pena! ¡Creía en tí! -Comenzó a gritar con lágrimas en los ojos.-¡Y fué mentira! ¡Tú ni siquiera te preocupaste por decirmelo antes! ¡De haberlo sabido nunca hubiera dejado que te acercaras a mi! -Dejó salir a gritos, haciendo que el corazón de Vegetta muriera poco a poco, cada palabra era una tortura para él, y comenzaba a creer que todo eso que decía era cierto, era un mounstruo.-¡¿Y aún así esperas que me quede contigo?! ¡Arruinaste mi vida! ¡Tú y ese otro dragón mataron a todo lo que me importaba!... a la única familia a la que le importé... -La casa comenzaba a agrietarse, los sentimientos de Willy estaban a tope y sus lagrimas no dejaban de salir, su corazón destrozado lo obligaba a odiar, a odiar a la persona en la que confió ciegamente y en la que cayó en su trampa, en una trampa de amor falso.

Guardó sus pertenencias en su maleta, sus manos y piernas temblaban y su garganta no daba para más, al igual que su adolorido corazón, literalmente le estaba doliendo demaciado por toda esa alteración, sentía que tendría un paro cardiaco en cualquier momento. Miró una vez más al monstruo tirado en el suelo, con lagrimas y con sangre saliendo de su boca por el golpe de hace unos segundos.

-No quiero saber nada de tí, nunca más -Murmuró con desdén, saliendo de la habitación, con una maleta en la mano derecha y su hijo en el brazo derecho, y un corazón destrozado.

Salió de la casa sin siquiera decirle algo a su mascota, quien fracasó en intentar detenerlo.

Ahora sólo eran su hijo y él sólos en este mundo. Apartaba la mirada, obligandose a no mirar a su bebé llorando, y con esas alas que tanto detestaba ver en sus pesadillas, lo que más le afectaba en todo el asunto era que su hijo poseía la sangre de una criatura despreciable, incluyendo a su pequeño en camino... claro, ellos no tenían la culpa de ser así, los amaba, pero no podía verlos de ese modo, no podría verlos a ambos convertidos en eso.
Y aunque el pequeño en su vientre aún no nace, siente ya la necesidad de retirar la sangre del dragón de sus genes.


Zeus intentó llamar la antención de Willy, queriendo ser atendido o abrazado correctamente, pero sus pequeñas manitas ahora poseían unas garras, que lastimaron el cuello de su madre, haciendo que se quejara y regañara al bebé por su inconciente acto, haciendolo llorar todavía mas fuerte.

-¡Zeus deja de llorar! -Gritó cegado por el odio, aguantando las ganas de dejarlo ahí en medio del bosque por su cuenta. Él no era así, él amaba a su pequeño, pero estaba siendo controlado por esa maldad interna que todos poseen, esa que te hace cometer cosas de las que luego te arrepientes rotundamente.

-¡Zeus! -Gritó cuando sintió que el bebé trataba de acercarse mas a él, cosa que le había ocacionado otro rasguño en el cuello, que sangraba.

Se detuvo y miró enfadado a Zeus, notando que este lo miraba llorando con mucho miedo, temblando bajo esas alas oscuras que eran más grande que su portador. Notó en sus ojos el miedo que sentía por él en ese momento, haciendolo reaccionar y arrepentirse de como actuó. Dejó la maleta en el suelo y rodeó a su bebé con ambos brazos, formando un abrazo protector, cariñoso y a modo de disculpa.

-Perdoname bebé, no pasa nada, n-no llores más -Dijo con la voz quebrada, y con los ojos ardiendo por tanto llorar.-Mami está aquí contigo... y-y sólo a mi me necesitas.

El niño colocó sus diminutos brasitos en el pecho de su madre, tratando de rodear su cuello como en un abrazo tímido e inseguro. Le costaría mucho acostumbrarse a estar sin su padre.

¿Qué les pareció?
¿Demaciado o poco?
No se acostumbren a que actualize tan seguido xD

El proximo episodio... ¿Desde la perspectiva de Vegetta o la de Willy? Ustedes comenten :3

Pd: Quien adivine lo que pasará en siguientes capítulos se gana algo 7u7(?

Dulces Lunas

WIGETTA LOVE ¿UN PEQUEÑO AMOR MÁS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora