Capítulo 2

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Los días pasaron, y solo tenía que ir a diferentes lugares a que me hicieran pruebas y estudios de sangre, la doctora, me dijo que antes de que volviera a sacar cita con ella, fuera a hacerme los estudios que me había apuntado en un formado tamaño doble carta.

Durante esos días, mi vida seguía un poco "normal", continuaba teniendo esos dolores y esas sensaciones extrañas, pero en ese tiempo, mi madre estuvo más al pendiente de mí, era como si fuera una niña que no en cualquier momento se lastimaría. Antes de ir a la secundaria, mi madre y yo teníamos que ir a que me sacaran sangre y unas radiografías, fueron costosas para mi madre, dijo que no importaba el dinero que invirtiera en eso, mientras yo estoy estuviera bien, eso no valía nada.

No me gustaba que hiciera eso, porque era su esfuerzo de todos los días, fueron casi 5 mil pesos por todos los estudios que me hicieron durante una semana.

Pero cuando volvimos con la doctora, dijo que los resultados, no fueron nada comunes, la mire a la cara y solo pensaba que algo raro pasaba, ¿Qué estaría mal? ¿tendría una enfermedad grave? ¿los dolores de cabeza pueden llegar a ser algo grave? No sabía lo que estaba pasando, mejor deje de prestar atención y miraba las paredes, buscaba algo que me llamara la atención, de repente mire una sombra pasar al baño, fue algo rápido, volví a voltear y solo pensé que era algo normal, una alucinación mía.

Cuando volví a poner atención, la doctora llamo a su asistente y dijo que si quería salir a fuera a jugar, yo asentí y me salí junto con la muchacha. Mi madre estuvo como media hora dentro de esa oficina, no sabía de qué estaban platicando, la asistente se fue a los 10 minutos de salir, me senté en las sillas de espera y solo intentaba hallar algo para distraerme otro rato más.

Estaba en segundo año de secundaria, las materias eran algo fáciles, me gustaba participar en clase, era algo hiperactiva, pero poco a poco fui cambiando eso. Ya casi no me juntaba con personas de mi edad, en este caso, con mis compañeros de clase, solo con algunos 5 en realidad.

En cuanto mi madre salió de la puerta me abrazo fuertemente, y me dijo que todo pasaría rápidamente, la verdad no le entendí, ¿Por qué lloraría así? Le pregunte a la doctora y me dijo que solo era por estrés y que era normal que molestara la luz y los sonidos altos. Los dolores fuertes de cabeza pudieron haber sido por golpes de calor. Supuse que todo se calmaría en menos de unos meses.

La doctora le dio una hoja con lo que debía tomar para recuperarme. Desde ese día todo cambio totalmente, mi madre comenzó a estar más frecuente en la salida de mi secundaria, aparte mi madre comenzó a tomarme más atención de la normal, me sentía como hostigada o arrinconada, a lo que solía sentir antes, de una manera más libre.

El dolor de cabeza bajo poco a poco, y algunas cosas en mi visión mejoraron. Tal vez era porque estaba comiendo más verduras, la zanahoria tiene una vitamina que hace que mejore la visión.

Dure 6 meses en pruebas distintas y de todo tipo, las primeras fueron de sangre y orina, pero parecía estar todo bien, en las consultas, siempre estaba afuera, no podía escuchar nada, así que solo jugaba con mi celular, no era la gran cosa, pero al menos tenían unos cuantos juegos buenos.

Después de unas pocas consultas, me trasladaron con otra doctora, pero esta vez el lugar se veía como más infantil. Miraba a los alrededores y solo veía chicos y chicas de mi edad y menores, con sus padres a un lado, ellos eren niños muy hiperactivos, pero me llamo la atención un niño, el cual estaba sentado al lado de su madre, parecía tener la mirada perdida, recuerdo que parecía como si tuviera 13 años, ese chico era un poco alto, delgado y de cabellera castaña. En los días que iba a mis consultas, a veces lo miraba, pero siempre estaba igual, pareciera como si su madre no lo quisiera. La madre de aquel chico siempre la note perdida en el celular, era una cabellera oscura, pero se había pintado el cabello de rubio, nunca vi que le prestaba atención a su hijo, solamente cuando la llamaban para que pasara, veía a su hijo y se lo traía directo al consultorio, el chico no se oponía.

Una Vida No Tan Extraordinaria(REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora