Una Vida No Tan Extraordinaria(REESCRIBIENDO)

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La primera vez que dijo verdad, tenía mucha curiosidad, la veía un poco cansada de todos los retos que había hecho, no eran muy fáciles que digamos, pero no fue realmente mi culpa, ella quería que fueran difíciles. No quise preguntarle lo mismo así que solo le dije que por que sonreía mucho, al preguntarle eso, ella bajo la mirada, entonces trate de animarla- oye Lilian, ¿Qué tienes? ¿Qué pasa te sientes mal? si quieres te pregunto otra cosa o ¿quieres un abrazo?- dije queriendo ayudarla, pero ella dijo que no ocupaba nada, solo que recordó el por qué tenía que hacerlo.

Subió la mirada, respiro profundo y comenzó a hablare- la verdad es que, sonrió porque mi madre me obligaba a hacerlo, ella no quería verme triste o no quería que llorara, me decía que si no me veía con una sonrisa ella me golpearía con lo que encontrara,- me quede anonadada, como le pudo hacer eso su madre- pero yo la amaba, y tenía que hacer lo que ella decía, mi padre solo lo podía ver pocas veces, me decía que tenía que ir a diferentes lugares del mundo a conversar, me dijo que otros sujetos con trajes manchados de varios colores verdosos y armados, vendrían por mí el, que tenían que acompañarlo al aeropuerto, avecés mi padre venia feliz y otra veces venia angustiado, mi madre decía que era un superhéroe, yo no sabía por qué, el no volaba o tenia visión de rayos X, pero solo sabía que si tenía un traje de superhéroe igual que los hombres que venían con él, cuando mi papa, se fue, me fije por una ventana que él se subía a un carro junto con otras personas vestidas igual mientras sostenían unas armas grandes, de repente mi madre me jalo y me dijo que no me asomara a las ventanas que me podía hacer daño, pero yo sabía el motivo- sentía mucha tristeza al oír lo que decía Lilian- esa vez recuerdo que cuando mi madre me jalo de la cabeza, sollocé un poco y eso hizo enojar mucho a mi mamá, recuerdo que me grito que no llorara, pero eso me hizo soltar lágrimas, al ver que mi mama no lo soportaba, se dirigió al ataco donde guardaba varias varas de madera para poder prender la chimenea, yo le suplicaba llorando a mi mamá, que no quería que me pegara, pero eso hacía que se enoja ,mas, no sabía cómo sonreír si estaba llorando, los golpes incesantes de mi madre me ensenaron a no llorar en ningún caso, no importa cual, ella me explico el motivo por el cual hacia eso, recuerdo que me grito que por ningún motivo debía de llorar enfrente de mi madre, porque la última vez que lo hice, mama se sintió mal, y ella no quería que volviera a pasar lo mismo, recuerdo haber escuchado gritos de peleas de mis dos padres- yo no quería interrumpirla, pero quería hacer algo para hacerla saber que me duele oír eso- tengo marcas en mi cuerpo de los golpes que mi madre me hizo, tengo quemaduras, raspones y algunas costras, siempre que las toco me duelen interminablemente, pero no culpo a mi mamá, lo hizo por mi bien, desde ese día de la última pelea que tuvieron mis padres, jamás volví escuchar alguna otra, mi padre estaba feliz y mi mamá también, así que no debía de haber nada de malo, me sentí a feliz de que mi madre me ayudaba a ser fuerte, pero tenía temor de que se fuera mi padre a conversar con sus compañeros, porque cada vez que se iba mi madre me decía que era la hora de la práctica y la enseñanza, y es solo significaba solo una cosa, que me golpearía de nuevo y cada vez que lo hacía decía de sonriera sin importar el dolor que tuviera, lo último que recuerdo, fue que un día cuando mi padre volvió, me levanto y me abrazo, y cometí el peor error, me queje cuando mi padre me levanto, me sostenía muy fuerte y mi cuerpo me dolía. En ese instante mi madre estaba en la cocina, mi padre me bajo inmediatamente y comenzaron a gritarse mutuamente, pero desde que llegue aquí, ya no me duele, toco mis heridas y no siento nada, siento que fueron sanadas por dentro, porque por fuera se ven igual- termino de hablar con una su sonrisa, me sentía tan mal, ¿qué clase de madre le haría eso a su hija pequeña?, ¿cómo podía soportar tantos golpes? Lilian sufrió de maltrato infantil, y su padre no sabía, no pude evitar llorar y abrazarla, la rodee con mis brazos su pequeño cuerpo, trato de no lastimarla, ella no respondió al abrazo, solo se quedó ahí quieta.

Le dije que conmigo no debía de sonreír si estaba triste, ella podía mostrar cualquier lágrima sin temor a que la golpearan, pero ella se negaba a sacar una lágrima, dijo que ya no era necesario hacerlo, que ya nada podía hacerla llorar, excepto solo una cosa y esa era estar en los brazos de su papa. Eso fue lo más duro que oí, me dolió el pecho, una niña tan dulce, guardaba el peor de los secretos, en ese momento deje de pensar en que mi vida no era lo que pensaba, yo creía que mi vida era la peor, pero nunca pensaba en los problemas que tenían la gente, fue una completa egoísta, cuestione mi vida varias veces sin darme cuenta que otras personas estaban pero que yo.

    Deje de abrazarla, tape mi boca con mis dos manos formando un triángulo y después seque mis lágrimas, ella dijo que hoy se quedaría aquí con migo, que no quería estar en otro lugar más que conmigo, decía que donde estaba era un lugar frio y siempre esperaba en un banca blanca en medio de la nada esperando algo que decía  en un anota, pero esta vez a ella le decía "espera lo inesperado", fue algo que  para mí no tenía sentido, pero para aquella niña parecía que sí, ella no sabía  que esperaba todos los días en esa banca. 

Al hacerse de noche el cuarto caminamos a la cocina para ver si había algo, y justamente a un lado de la mesa había dos botellas de agua medio frías, en una hielera, las dos tomamos una botella y nos fuimos a la sala que estaba junto a la cama, cuando regrese la cama se extendió, era como el cuádruple de la cama que tenía, y ahora había dos mantas, entonces cada una de nosotras nos fuimos a una esquina y tomamos una manta, después me quede dormida.