Una Vida No Tan Extraordinaria(REESCRIBIENDO)

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Para mí los instrumentos de cuerda siempre fueron mis favoritos desde pequeña, siempre quise usar una, pero por falta de tiempo no pude aprender ni tocar una. El sonido de la guitarra era la que más me hacía sentir segura y tranquila. Con esos arpegios tan suaves y delicados, esto si era música para mis oídos. Era como estar los sábados escuchando a aquel chico, que por cierto no me acuerdo bien de nombre, eso siempre se me olvida, cuando creo tener la respuesta en la punta de mi lengua, luego se me olvida o cambio de tema. Me acuerdo que un sábado, llegue a la hora se de siempre, pero esta vez, cuando llegue no lo escuchaba, al aparecer no estaba ahí, espere un poco para ver si solo tomo un descanso y volvería a cantar, pero no, así que poco a poco, con temor y temblando, camine al salón, esta podría ser mi oportunidad, si entro por esa puerta, tal vez me vea y piense que solo vine de pasada, total, no me dirá nada , ya que no me conoce y no sabe mi nombre y ni donde voy.

La puerta estaba cerrada, asi que la abrí despacio la puerta, sentí que me esperaba la muerta, no sabía si él estaba ahí, no se escuchaba nada, pero y si él estuviera solo mirando su celular o tomando agua durante un buen rato. Pero también tenía dudas, porque era la primera vez que escuchaba ese silencio tan largo. Solo empuje la puerta poco y se abrió completa así que rápidamente baje la mirada y dije -¡LO SIENTO!- con una voz temblorosa y avergonzada, pero no escuche queja o comentario, me quede con la cabeza abajo como 5 minutos y después la subí poco a poco, me di cuenta que no había nadie en el salón, más que solo una guitarra, la guitarra que aquel muchacho. Me morí de vergüenza, como pude haber hecho eso, no había nadie, que vergüenza, me empecé a reír, no me imagino que alguien me viera pidiendo perdón a la nada, se burlarían de mí y me lo recordarían para siempre.

Cuando entre en el salón, no vi mochilas o bolsas de una cantidad de alumnos, solo vi recostada en una silla, aquella guitarra del muchacho y una mochila encima del escritorio del profesor. La guitarra estaba hermosa, sentía que quería tocarla, pero a la vez no quería que le pasara nada malo a sus cuerdas, no quería que se rompiera o algo. Porque no sé cómo se usa una guitarra. Me preguntaba en dónde estaría aquel chico de la voz hermosa, si él no ha estado aquí durante todo este tiempo, que estará haciendo, solo dejo su guitarra y su mochila con la puerta del salón cerrada, ¿se habrá salido de la preparatoria por algo? Me quede en el salón contemplando la guitarra, era una acústica, color naranja, se veía bien cuidada, me quede pensando en ¿cómo se usaría una guitarra?, he visto videos y veo que usan diferentes posiciones de las manos. Quise intentar tocar una guitarra por primera vez, así que como deduje que se tardaría más el muchacho, pues agarre la guitarra me senté en la silla y la sostuve con mucho cuidado, no me imagino que la golpeara o que le pasara algo malo.

Toque las cuerdas al aire con un suave rasgueo hacia abajo, así me di cuenta que estaba afinada, yo por mi parte solo me acordaba de 3 posiciones, que era al que le decían Rem, LaM y ReM, la verdad era las que para mí se veían fácil de hacer, pero nunca lo intente en una guitarra. Me di cuenta que al final si era un poco difícil juntar esos tres movimientos, como que siempre tenía que esperar para cambiar uno y otro, cuando quise saber cómo lograba el sonido, solo hice el rasgueo simple, que era el de abajo, arriba, abajo, abajo.

Sentí un pequeño dolor en la mano izquierda, como era la primera vez que tocaba una, de seguro me dolería. Mientras la tocaba, mi cabeza no dejaba de pensar en que en cualquier momento llegaría aquel chico guapo, todavía me preguntaba por qué tardaría tanto...

Aclaro que me sentía genial sosteniendo una guitarra por primera vez y más con la guitarra de aquel muchacho, me sentía como si fuera un sueño que nunca acabaría, cerré los ojos y empecé a traer imágenes a mi cabeza, de cómo él estaba ahí sentado en el escritorio del profesor, tocando la guitarra y cantando la canción que más me gustaba de él. Todo era perfecto, el sosteniendo su guitarra y cantando, empecé a tararear la canción y abrí los ojos, me interrumpió unos escalofríos que me llegaron de la nada, pero yo seguía tarareando.

Pero de pronto sentí que la luz se fue, sentí como una manos me habían tapado los ojos, no quise soltar la guitarra por miedo que le pasara algo, solo me calle y temblaba, no quería que me descubriera nadie, no sabía si era un amiga o Sara o ¿Quién demonios seria? Tenía mucho miedo en ese momento, el salón se quedó en silencio durante unos minutos.

De pronto escuche una voz conocida.- oye, ¿te gusto mucho mi guitarra verdad?- no podía creer quien era, me sonroje mucho, ahora me sentía culpable de estar ahí, me quería ir, la vergüenza me invadió por completo- ¿eres la chica que siempre viene a escucharme verdad?- diablos...no sabía que decir, ¿cómo me reconoció? , ahora si estoy muerta, ya mátenme, me muero de vergüenza, ay dios mío, porque no fui cuando podía, pensaba en miles de cosas.

-sabes que te he estado mirando todo este tiempo...- dijo con un tono juguetón – me preguntaba quién era la chica que estaba detrás de esa pared cada sábado y ahora ya lo sé.- me sentía atrapada, no podía irme porque él me tapaba los ojos- oye ¿Por qué no hablas?- la verdad no podía hablar por la vergüenza, sentía que estaba todo roja.