Lo volteó a ver.
Y el otro le dio una alegre sonrisa.
Desgraciado.
Pasando de alto ese dulce gesto regresó su mirada al pizarrón.
―Alumnos, debo recordarles que los parciales son la próxima semana.
Se escuchó un quejido grupal.
―Silencio, clase ―. Regañó el profesor Kiyoteru ― Muy bien, hoy daré los nombres de quienes SÍ son buenos alumnos y lograron exentar.
(...)
― Muy bien. Ya valió el estudio.
- Cómo odio a ese profesor cuatro ojos.
― Escuché que era gay y el pasivo.
― Y que sale con un tipo de cabello morado.
Escuchaba los cuchicheos de sus compañeros. Acababan de salir de la clase y no paraban de arrojar veneno por la boca.
Oh, sí. Estaban furiosos, solamente cinco alumnos exentaron:
· Kasane Teto
· Kagamine Len
· Shion Kaiko
· Megurine Luki
· Sakine Meito
Ugh, recordaba perfectamente los nervios al no escuchar su nombre y la sonrisa burlona de Hiyama. Por un momento lo despreció.
― ¡Siempre son los mismos!
― ¡Sí! El muy desgraciado tiene a sus favoritos.
― Hay que admitir que fue divertido ver la cara de Megurine.
― Já, el chupa pollas estaba que casi lo mata.
Al escuchar su nombre rodó los ojos. De a pasos ligeros se fue acercando de a poco al grupo de chicos. Se posó detrás del tipo que lo insultó y pasó sus brazos por el cuello. Se puso de puntas y le susurró a la oreja.
― Qué te duele que sea superior, ¿eh? ¿Akaito, te duele tanto? ― Se separó rápidamente del sujeto de cabellos brillantes.
Sonrío al ver la cara de sorpresa de todos y el sonrojo de su víctima.
Touché.
― ¡Maldito seas! ¡Megurine eres todo un marica! ―. Gritó furioso.
― Yo sólo te di una opinión, Shion. No es para exasperarte. O es que acaso, ¿has malpensado mis acciones?
Akaito estaba a punto de abalanzarse sobre él. Se puso en posición de defensa.
No contaba con que alguien se pondría delante.
― ¡Vaya! El "maravilloso" Akaito cayendo en sus bajos instintos, ¡y enfrente de su hermana! ¡Qué vergüenza!
Sakine Meito. El desgraciado que siempre le sonríe en clases.
― Apártate, Sakine. No vengas a defender a este bastardo.
― No lo hago, sólo evito un escándalo en medio del pasillo, justo como el buen chico que soy.
Chasqueó la lengua. Ni él mismo Meito se creía esas palabras.
Akaito iba a empezar a gritar mil y un improperios hasta que apareció su hermana, Shion Kaiko.
― Hermano, por favor. Tranquilízate, aún tenemos que ir a ver los demás y no hay tiempo para problemas -. Lo regañó, como si fuera su madre.